Cámara café: Regreso de vacaciones.

-¿Cómo te han ido las vacaciones?
-Chachi, tío. ¿Y a ti?
-¿Te sacó un cortado?
-Sí, como siempre, un cortadito.
-Las vacaciones genial, tío. ¡Ni te cuento! Bueno, lo único malo lo de mi suegra.
-¿Tu suegra?
-Sí, tío. Se vino con nosotros al camping.
-¡Hostias, tío, qué mal rollo!
-Ya te digo. Fue llegar, se esclafó con su silla en la puerta de la tienda, y parecía un vigilante jurado. Hasta con bigote y todo que traía. Imagínate qué corte de rollo, tío. 
-¿Y qué hiciste, colega?
-Pues qué podía hacer:¡Darme el piro!
-¡Hostias, Julian! ¿Y cómo? ¿Qué te inventaste?
-Pues, aflojé un manguito del coche, y con la escusa de ir a arreglarlo, me pegué dos días yo solito de fiesta, por ahí, que ni te cuento, tío.
-¿Pero cómo qué no me lo vas a contar? ¡Cuéntame eso ahora mismo!
-Pues conocí a una piba de Burgos que se acababa de divorciar.
-¿Y estaba buena, Juli?
-Buena no, colega: ¡Superior!
-¿Y qué pasó, dime?
-Pues necesitaba un pañuelo de lágrimas. Se acababa de quedar sola. Era su primer verano sin su marido. Su hija estaba de campamento de verano. Ya sabes.¡Imagínate, tío!
-Pero cómo qué me imagine... Cuéntamelo todo con pelos y señales. Yo el año pasado te conté lo de mi cuñada.
-Lo de tu cuñada no se lo creyó nadie, tío. ¡Tú eres un flipao!
-¡Jaa, jaa y jaa! Y lo de la recién divorciada, no te lo crees ni tú, Julián.
-Pues no te lo creas.
-¡Anda ya, colega! Cuéntame otra de Chuck Norris.
-Mañana no me busques para el café.
-¡Pues no te busco, tío!
-¡Uff, qué mal rollo! Pues sí que empezamos bien la temporada.