lunes, 12 de mayo de 2025
Respetar es construir
No cejo en mi empeño. En mi humilde trinchera frente al odio y la manipulación no hay descanso ni desfallecimiento posible. Frente a la moda de odiar, insultar, agredir, intransigir, criminializar, banalizar, ridiculizar. Frente a los memes que, a modo de mancha de aceite, lo ensucian todo sin que nos demos cuenta. Frente a los bulos de los negacionistas, los confusionistas, los radicales, y los extremismos más variados solo existe un arma válida, un arma que los desarma: el respeto. El respeto frente a los que no respetan las líneas rojas que la sociedad ha ido forjando para protegerse de los autoritarismos, empezando por los derechos humanos, y terminando por la protección del planeta en el que habitamos y del que dependemos todos. Incluso los hijos de esos odiadores que prenteden derribar esos derechos y dar carta blanca a los que pretenden explotar los recuerdos naturales del planeta obedeciendo exclusivamente a las demandas de los mercados y de sus lugartenientes las grandes empresas transnacionales. Todas las discrepacias se pueden afrontar y confrontar desde el respeto, pero no desde el odio, y la agresión. Cuando se falta al respeto, cuando nos perdemos el respeto, todo comienza a destruirse. Las sociedades democráticas se construyen respetando, no odiando. Parece mentira que no hayamos aprendido de la historia, y, peor aún, que no seamos conscientes de todo lo que está pasando a nuestro alrededor.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Qué gran verdad nos dejas! Adhiero firmemente. Un abrazo
ResponderEliminar