miércoles, 27 de diciembre de 2023

Respeto, cordura y paz

-¡Papá!: ¿Qué le vas a pedir a los Reyes Magos? -me pregunta mi hija Ana María. -Que el año que viene venga cargado de paz para todos. -¿Se puede pedir eso? -me replica, extrañada. -¿Acaso podríamos pedir algo mejor? -le respondo. -¡Pues yo quiero pedir eso también, papá! -me dice regalándome una mirada tan dulce como el almíbar. -¿Escribimos la carta? -me exige metiéndome prisa. -¿Pero no le habías escrito ya la carta a los Reyes Magos? -le pregunto a mi pequeña. -Sí, papi, pero la tuya me parece mucho mejor...

martes, 19 de diciembre de 2023

Año nuevo a la vista

Al almanaque le quedan cuatro siestas. Los grandes almacenes se frontan las manos. Las tarjetas de crédito echan humo. Y el año que viene, bisiesto para más señas, asoma entre guerras, enfrentamientos, odio, y desmotivación. Esta mañana la noticia es que otro volcán, en Islandia, ha entrado en erupción. Eramos pocos y parió la abuela. La cosa no está como para tirar cohetes, pero tendremos que echar mano del refranero para consolonarnos: "Al mal tiempo buena cara". Pese a todo, yo prepararo mi plan de trabajo para el 2024 con ilusiones y estrategías renovadas, ultimo la publicación de un nuevo libro, o tal vez dos, sigo dibujando como un niño con falta de abrazos, y pienso en redoblar esfuerzos para llegar a más personas y a más lugares. Cuando la cosa se pone cuesta arriba no queda más remedio que levantarse del sillín, y pedalear con más energía, y no achantarse. La vida de hoy es una vida circense, que huele mal, rodeada de leones, y con la banda sonora de un redoble de tambores donde un hipotético presentador nos grita a los cuatro vientos: ¡Más difícil todavía, y, ahora, señoras y señores, sin red! Pues eso...¡Felices Fiestas y poronporonpompero!

viernes, 15 de diciembre de 2023

La prueba del coronel

Aquel día me tocó a mí. Como exigía el protocolo, me puse mis mejores galas. Tras recibir las debidas instrucciones, me encaminé con la bandeja hacia la plana mayor. Mis pasos se sucedían, uno tras otro, de manera autómata. Aquella misión era de suma importancia ya que de ella dependía la buena alimentación del cuartel. Aquel coronel, que sí tenía quién le escribiera porque todos los días recibía un montón de correspondencia, debía de probar la comida, y dar su consentimiento, antes de proceder a dar de comer a la tropa. -¿Da usted su permiso, mi coronel? -dije con energía y de manera reglamentaria. -¡Adelante, pase usted joven! -me respondió el gran jefe. -¡A sus ordenes, mi coronel! Aquí le traigo la prueba del rancho del día. Entonces el coronel, que era un señor bonachón, con más horas de vuelo que un viejo albatros, y que parecía que no había roto un plato en su vida, metió la puntita de la cuchara en aquel potaje, la chupó con la lengua, no sin cierto repelús, y con un gesto afirmativo con su cabeza pareció darme su conformidad. -Es que yo no soy mucho de potajes...-dijo para justificarse. Después agarró el tenedor, con la ayuda del cuchillo abrió la pescadilla frita que conformaba el segundo plato, pinchó un trocito pequeño, se lo llevó a la boca y, guiñándome un ojo, lo dio por bueno. Por último, cuando pensaba que procedería a probar el arroz con leche, lo agarró y lo metió en un armario. Yo miraba la maniobra con cierto desconcierto, por lo que el coronel me aclaró: es que mi mujer no me deja tomar postre en casa, así que cuando regrese esta tarde le daré buena cuenta. -Puede usted retirarse joven -me dijo. Y me retiré. Casi cuarenta años después, cada vez que de postre me ofrecen arroz con leche, me sigo acordando de la prueba del coronel.

miércoles, 13 de diciembre de 2023

Agradecimientos

Soy mucho de agradecer. Le agradezco a la vida todo lo que me ha dado y lo que cada día me da. Siempre, no crean que no, me pregunto los motivos, pero creo que nunca conoceré las razones. Le agradezco infinito a la gente por tanto como me quiere. Agradezco, y extraño, a todas mis amistades de mi segunda patria: México. Le agradezco al mundo por recibirme siempre con los brazos abiertos. Le agradezco a mi equipo, su lucha, su entrega, y su fidelidad. Le agradezco a mi empresa su confianza y todas y cada una de las oportunidades que me ha brindado en estos últimos 29 años. Le agradezco a mi familia su cariño y su apoyo, a pesar de todo el tiempo que les he robado y que algún día les devolveré con creces. Le agradezco a mis lectores por tener la amabilidad de leerme y soportarme. En fin, que hoy me he levantado dando un salto mortal, le he echado un par de huevos a mi sartén, y, como todos los días, he salido al mundo a entregarme en cuerpo y alma a los demás. Gracias por vuestras visitas. ¡Os quiero un montón!

martes, 5 de diciembre de 2023

Otra reunión

En quince minutos comienza otra reunión. Vivo asediado por el minutero y por las reuniones. El reloj de mi teléfono, y su maldito calendario, me marcan el rumbo. Soy prisionero de una cárcel invisible. Liberto en un mundo esclavizado. Iluso en un mundo sin ilusiones. Motivador sin motivación alguna. Futbolista caducado. Ecologista defenestrado. Escritor irrelevante. Escultor en excedencia. Político sin partido. Ciudadano sin bandera. Místico sin religión. Filósofo metomentodo. Suena la alarma. Comienza la reunión. Otra interminable reunión.

martes, 28 de noviembre de 2023

El significado

A menudo me preguntan por el significado de mis esculturas, de mis dibujos, y de mis collages. -No sé qué significan -les respondo sin titubeos ni subterfugios. Prefiero que el significado se lo otorgue cada espectador; yo me limito a jugar con las formas y pasar un buen rato mientras las creo. -¿Y qué suelen opinar los espectadores? -preguntan con frecuencia en los interrogatorios. Pues de todo hay, como en botica; hay quienes dicen que son una maravilla y otros a los que les parecen una colosal tontería -les suelo responder. -¿Y tú qué opinas a ese respecto?: -Pues que ni tanto ni tan calvo. Todo el que mira opina. Yo soy de hacer y eso hago. Lo mío es un no parar.

miércoles, 22 de noviembre de 2023

Mágica simbiosis

Nunca me parece suficiente. Me exijo tanto que los horarios, las distancias, las temperaturas, y las fronteras han quedado reducidas a meras anécdotas. El mundo es mi ruta y mis clientes, estén donde estén, y hablen el idioma que hablen, mi responsabilidad. Soy tan de ellos como ellos de mí en una mágica simbiosis que nos beneficia. Veo al mercado como un ecosistema cuyo equilibrio ambiental depende del oxigeno que aporta la motivación. De joven quise ser guardabosques y, les juro que, sin pretenderlo, he acabado como guardían de un ecosistema en el que la belleza lo rige y lo impregna todo.

viernes, 17 de noviembre de 2023

El botinchao

Harto como estaba de dietas mágicas, Celedonio Panzzetta Morcillo salió de su casa renegando de su entrenador personal, de su dietista, de su médico de cabecera, de su cardiólogo, de su mujer, y del sursum corda. En un santiamén se presentó en el restaurante "El comilón reprimido" y se zampó una olla de cerdo como la copa de un pino, todo ello regado con medio litro de vino de Jumilla peleón. Para rematar, y sin remordimiento alguno, se zampó un arroz con leche y se pidió un carajillo. Al salir del famoso establecimiento, en el que el comer y el rascar todo es empezar, se le escuchó decir: -Joder, estoy botinchao. Y no era para menos...

martes, 31 de octubre de 2023

Noviembre llama

Disculpen un momento, pero en este preciso y precioso momento en el que sentaba mis reales posaderas para escribirles han llamado a la puerta. Era noviembre, ha llegado fatigado, casi a la carrera, para llegar un poco antes y descansar hasta mañana que entra en juego. Noviembre siempre llega fatigado y cansado de esperar. Le he dicho que se ponga cómodo y que nos traíga la paz que octubre no ha sabido gestionar. Me ha dicho que esa es su intención, pero que no sabe por dónde empezar. Le he dicho que, para no perder las buenas costumbres, comience por el día uno y así sucesivamente. Por lo que veo, parece que no viene con ganas de muchas bromas, pero conmigo siempre hay que estar preparado para mis golpes de humor. Al mal tiempo buena cara, amigo noviembre. Échale ganas y traenos un día mejor que otro, que ya estamos hasta el gorro de guerras y de calamidades. ¡Vamos noviembre, que tú puedes!

jueves, 26 de octubre de 2023

Muerte en las salinas

Cómo pasan los años... Es impresionante. Calculo que esto sucedió hace treinta y dos o treinta y tres años. Unos cuantos aventureros e ilusionados miembros de Acción Verde colaborábamos, por turnos durante los veranos, en la acogida y atención al visitante en el Parque Regional de los Arenales y Salinas de San Pedro del Pinatar. Nosotros, tal vez unilateralmente porque no quedaba demasiado claro en nuestro convenio, también nos otorgabamos funciones de apoyo a la guardería forestal. Por aquel entonces la guardería forestal de las zonas costeras de la Región de Murcia era casi testimonial. En una de nuestras rondas de observación y vigilancia comenzamos a observar un gran número de aves muertas, y otras agonizantes, en las orillas de las charcas, entre las que se encontraban garcetas, cigüeñuelas, avocetas, chorlitejos, etc. Rapídamente dimos la voz de alarma a nuestros compañeros del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de El Valle. ¡Algo gordo estaba pasando! Todo apuntaba al botulismo. Necesitabamos recoger todos las aves muertas para evitar la propagación, pero los operarios de las salinas nos impedían el paso. -Esto es una propiedad privada y ustedes no pueden pasar -nos decían. Entonces fue cuando enfurecí. Agarré nuestro viejo Renault 4 y me encaminé hasta el edificio principal de Salinera Española. En la recepción pregunté por el director. -¿Quién es usted? -me preguntaron con desconfianza. -Soy el respondable del grupo de apoyo a la guardería forestal de la Comunidad Autónoma de Murcia -me inventé ese cargo sobre la marcha pero sonó muy contundente. Con cierta desgana me acompañaron a la planta superior. El despacho del director era como el de un ministro, o tal vez más grande, más luminoso, y con mejores vistas. -¿Qué quiere usted? ¿Por qué tanto alboroto? -me dijo con cara de pocos amigos. Y ahí fue cuando me vine arriba. Él, todo un señor maduro y director de una gran empresa, jugando en casa, y yo un joven romántico defensor de la naturaleza, frente a frente, y jugando en campo ajeno. -Pues quiero informarle que las salinas que usted dirige están sufriendo un importante brote de botulismo; cientos de aves protegidas están muriendo, la prensa está deseando saber lo que está pasando, y sus operarios no nos dejan trabajar para erricar el problema antes de que pase a mayores -le dije como si yo fuera un experto en epizotías, o un biológo con mando en plaza, en lugar del camarero metido a ecologista que en realidad era... -Hagan ustedes su trabajo, pero no alarmen a la población -me exigió. -Lo haremos lo mejor posible -le dije. Durante varios días estuvimos recogiendo aves afectadas para ser tratadas, y retirando cadáveres para evitar la propagación. Contuvimos el brote. Tantos años después y aún lo recuerdo con orgullo.

viernes, 20 de octubre de 2023

Discurso de Homenaje

Todo cambia. Estamos aquí cambiando. De blanco a negro. De risa a llanto. De ser a no ser. Unos luchan para intentar que nada cambie y otros luchan para que cambie todo. Jose Domingo era de los inconformistas. Él quería que las cosas cambiaran. Él quería que lo que no podía ser pudiera ser, por mucho que costara. Yo lo conocí en mi bar. Me acababan de hacer una entrevista en la radio, en la que hablaba sobre nuestras campañas de repoblación forestal, y él, con su cochazo, que casi mete dentro del bar, y su ropa de ejecutivo, entró y me dijo que quería unirse a nosotros: ¡Yo quiero apuntarme para plantar árboles con vosotros! y vaya que sí plantó árboles. Y con su empeño, y con el apoyo de Tahe, montó un vivero. Un vivero que produjo miles y miles de árboles, muchos de los cuales verdean hoy por nuestros montes. Y ahí fue cuando me fichó para esto de los champús. Durante varios largos años me insitió para que dejara los carajillos y las marineras y me fuera con él. Y ese amigo que nunca se cansaba de plantar árboles se convirtió en mi jefe. Él se empeñó en cambiar mi vida y vaya que si lo consiguió. Jose Domingo era un cabezota incansable. Un luchador. Un idealista. Un soñador. Una persona diferente al resto de los mortales. Era una de esas personas que por distintas, llaman la atención, por tener siempre una visión propia de las cosas. Él cambió mi vida, me cambió de oficio, y, sin pretenderlo, hasta me regaló una familia. Una familia que va más allá de la familia Magaña, una familia que ha crecido tanto que ha traspasado más de sesenta fronteras, una familia hermosa formada por todos nosotros. Estamos aquí para homenajear a Jose Domingo Magaña Pardo, uno de los pilares de toda nuestra historia. ¡Ya has vuelto a la tierra por la que tanto has luchado! Descansa en paz.

lunes, 16 de octubre de 2023

Semana Negra

Acabo de dejar atrás a una semana eterna. De antemano sabía lo que me esperaba, o, al menos, creía saberlo. Hay semanas largas que se hacen pasar por meses. Semanas que desafían a la métrica temporal envidiosas de los meses, y de los años, o de la vida entera. Semanas presuntuosas y egocéntricas. Semanas que osan revolverse contra lo previsible y lo estipulado. Semanas negras, como la pasada. La planificación de mi agenda era la siguiente... Lunes: trabajo con el grupo de Polonia hasta las ocho de la tarde y después firma de libros en la caseta de la editorial Tirano Banderas. Martes: trabajo con el grupo de Polonia. Miércoles: caminata de motivación con el grupo de Polonia en las Calas de Bolnuevo, comida en Mazarrón, y, por la tarde, firma de libros en la caseta de El Corte Inglés. Jueves (Día del Pilar): visita a Cartagena con el grupo de Polonia con comida en los Techos Bajos. Viernes: asistir a la reunión de desarrollo. Sábado: Oficiar, en Jumilla, la boda de mi sobrina. Domingo: simulacro de descanso. Todo iba transcurriendo según lo previsto hasta el sábado. Para oficiar la boda de mi sobrina me puse bien guapo. Mi idea era no acaparar protagonismo y ejercer como mero conductor de la ceremonia. Los novios, y los familiares y amigos que iban a participar con sus intervenciones, debían de ser los verdaderos protagonistas; pero no contabamos con la lluvia, y la lluvia se presentó. Para que la lluvia no nos aguara la fiesta tuvimos que improvisar sobre la marcha para que todo saliera lo mejor posible. Pese a todo, la boda salió a pedir de boca y mi sobrina Alba, y ahora también mi sobrino José Gregorio, se lucieron radiantes y felices. En la celebración, y en el posterior convite, una chica joven y guapa lucía un pañuelo cubriendo su cabeza. Por desgracia, nos estamos acostumbrando demasiado a ese tipo de pañuelos que rapídamente identificamos como alguién que lucha contra la epidemía del siglo XXI: el maldito cáncer. Pregunté por la chica, que bailaba y se divertía como el que más, y me dijeron que los médicos ya le habían comunicado que su enfermedad no respondía a los tratamientos y que, en cuestión de unos meses, su luz se apagaría para siempre. Me quedé petrificado. Me parecía increíble la actitud que mostraba ante lo cruel de su destino. Ella bailaba, se reía, y se hacía fotos, como si por delante tuviera la vida entera. De nuevo el tiempo entraba en controversia. ¿Cómo condensar una vida entera en tres meses de agonía? ¿Cómo bailar y reír mirando a los ojos de la fría y oscura cara de la muerte? El domingo, como en una pantalla de las que nos absorben la vida, viró todo a negro. Un mensaje, en el móvil, anunciando la muerte de mi cuñado y amigo Jose Domingo me hizó, entre lágrimas mudas, recordar y ensalzar la figura de alguién que quiso cambiar mi vida. -Te tienes que venir a trabajar a mi empresa- me decía hasta el hartazgo. Por aquel tiempo, él y yo, junto a un grupo de ilusionados jóvenes, luchábamos por un mundo mejor, más sano, y con muchos más árboles en este desierto llamado Murcia. Al final -José Domingo era testarudo como él solo- lo consiguió. Cambié el bar Josepe, por una empresa que fabrica cosméticos. De poner carajillos a vender champú. Luego el tiempo, el destino, o la llamada de la selva, quisieron que acabaramos siendo familia. El domingo, o sea ayer, cerré una semana que, por si sola, bien podría haber durado un mes, un año, o una vida entera. ¿Por qué nos empeñaremos en medir el tiempo mediante sofisticados relojes atómicos en lugar de medir nuestra vida con simples abrazos? Hoy, discúlpenme, escribo derrotado. No puedo sentirme de otra modo. José Domingo sentía pasión, casi diría obsesión, por plantar árboles. Yo seguiré plantando árboles por tí, amigo. Descansa en paz.

viernes, 13 de octubre de 2023

Salto a la fama

Ahora que soy más famoso que Murakami tengo que cuidar muy mucho mis publicaciones. No puedo escribir sin ton ni son, a lo loco, y soltando leña a diestro y siniestro. Mi escritura ha de ser más pulcra, más culta, más excelsa, y, si pudiera ser, sin faltas de ortografía. Debo demostrar mis cualidades literarias, mis sobrados recursos estilísticos, y mi agudeza mental, y maquillar, a doble capa, mis limitaciones. Nadie debe de saber que soy un camarero de oficio devenido a vendedor de champú. A nadie importa que fuera o fuese un futbolista tuercebotas, un ecologista venido a menos, un artísta plástico que aborrece el plástico y que se inició en la plastilina. Ahora, por fin, soy un escritor de culto oculto entre una multitud de escritores que firman libros compulsivamente a mi alrededor. En la Feria del Libro de Murcia, firmo, orgulloso, para reafirmarme. ¡Estoy que me vendo encima!

martes, 3 de octubre de 2023

Octubreando

Recta final. El otoño aún no amarillea. El calor aprieta en Bolnuevo. La depresión posvacacional queda aparcada hasta el próximo septiembre. Del calendario cuelgan tres hojas. Apenas noventa días para dar la vuelta al mundo, o a nuestro mundo. Aún queda tiempo para todo, o para nada. Para hacer lo que aún no hemos hecho, o para romper en mil pedazos la hoja en la que escribimos los deseos de un año que se asoma al precipicio. Camina octubre, a paso firme, cuestionando nuestras fortalezas y nuestra paciencia. Octubre nos pone a prueba, nos examina, nos intimida, nos increpa, nos censura, o nos impulsa silenciosamente hasta la meta. Octubre sabe esconderse como ningún otro mes para manejar los hilos invisibles del tiempo. Nadie repara en la importancia de octubre; de ahí su habilidad para imponer su dictadura sin que nos demos cuenta.

lunes, 25 de septiembre de 2023

Ojo a la virulé

Desde su creación, allá por febrero de 2.010, este modesto blog ha tenido momentos dulces, y otros malos, como cuando te pegan un puñetazo en el ojo y te lo dejan a la virulé, o a la funerala. Sin embargo, he tomado la determinación de no tirar la toalla. Pienso seguir combatiendo contra mi mismo, pese a que los espectadores-lectores van disminuyendo progresivamente, atraídos por otros formatos más visuales y dinámicos. De este blog han salido muchos relatos que se han ido incorporando a varios de mis libros, por lo que se ha convertido en un maravilloso fondo de armario literiario, y gratuito, accesible a todo el mundo que le apetezca hurgar en mis luchas y en mis contradicciones. Pese a mi edad, que no es poca, sigo siendo un púgil aguerrido con ganas de seguir bailando sobre el cuadrilátero.

jueves, 21 de septiembre de 2023

Adivinanza del camaleón

Soy lento para lo que quiero. Mi color lo elijo yo. Cuando me aburro, subo a lo alto de un árbol a observar los dibujos que se forman en las nubes, y si puedo, me zampo a alguna mariposa despistada. En tierra me desenvuelvo con más torpeza, pero no me coman de vista. Mi plato favorito son los moscardones; cuanto más feos y gordos mejor. Miro, al mismo tiempo, para adelante y para detrás. Si me quedo quieto no serías capaz de verme. Si te saco la lengua te asustarías: ¿Quién soy?

miércoles, 20 de septiembre de 2023

Bosnia a la carrera

Sarajevo, Vitez, Banja Luka, Mostar, Sarajevo. Musulmanes, ortodoxos, católicos. Prorrusos y proeuropeos. Chicas con burka y en minifalda. Mucho cevapi y mucho burek. Dulces para engordar cien kilos. Bozas fresquitas para el calor. Rezos desde minaretes en tecnicolor. Café turco que se mete entre los dientes. Calor sofocante. Ranas que cantan hasta la desesperación. Souvenirs con mensajes. Ancianos conduciendo viejos Yugo de la época de Tito. Restos de metralla. Avenidas de francotiradores. Zocos laberínticos. Paisajes de ensueño. Autobuses cargados de misioneros cantando hacia Medjugorje. Y esperanza, mucha esperanza. Así he visto Bosnia.

martes, 5 de septiembre de 2023

Palabras envenenadas

Le temo a las palabras que, endulzando los oídos, consolidan lo contrario de lo que significan.

lunes, 4 de septiembre de 2023

Mapa imaginario

Sin saber el motivo que me lleva a hacerlo, disemino mis collages y mis dibujos por muchos lugares del mundo. Tal vez, entre todos ellos se este formando un mapa, un itinerario, o un dibujo misterioso que de lugar a un algo que aún no tiene sentido, ni forma, ni razón de ser. No nos engañemos, probablemente nunca la tenga, aunque en el mágico mundo de mi fantasía yo siga pensando que sí.

jueves, 31 de agosto de 2023

Soñar

Uno, que es mucho de soñar, sueña en mundos imposibles, en realidades paralelas, en descubrimientos asombrosos, en viajes infinitos, o en amores eternos. Dicen que soñamos dormidos, o en duermevela, y hasta completamente despiertos. Durante una noche larga y oscura, o en una siesta corta y sudorosa en pleno verano. Soñamos para evadirnos, soñamos sin querer, soñamos queriendo, y soñamos viviendo. A mí me cuesta horrores recordar los sueños. Yo creo que sueño, como todo hijo de vecino, pero rara vez conservo el sueño en mi memoria cuando mis ojos dicen de abrirse. Estoy condenado a soñar mientras la gente piensa que estoy despierto y, puede que lo esté, pero, delante de sus narices, muy probablemente, mientras les miro a los ojos, esté soñando.

lunes, 28 de agosto de 2023

El sapo corredor

Hace tiempo que anhelaba este reencuentro. De niño, en la pedanía molinense de La Espada, cuando caían cuatro gotas, aparecían unos pequeños sapillos, muy simpáticos, de varios colores, y de ojos saltones, que parecían mirarte fijamente como para pedirte clemencia. Por desgracia, los sapos siempre han formado parte del lado maligno de los cuentos, como ingrediente necesario para las pócimas de las brujas, o simplemente como víctima fácil de niños bravucones y despiadados con ganas de exhibir su errónea masculinidad. De hecho, una matanza de sapos en una charca, realizada por un grupo de estos niños, me marcó para siempre, y me llevó en volandas a implicarme de lleno en la defensa activa de la naturaleza. Hoy, he tenido la suerte, después de cuarenta años, de tropezarme nuevamente con uno de ellos, muy cerca de donde los veía de niño. Me ilusinó pensar que, tal vez, estaba frente al descendiente de alguno de los pocos sapos que escapó con vida de aquella matanza.

jueves, 24 de agosto de 2023

El espantapájaros

Cerca de la localidad navarra de Igantzi me he tropezado con el qué, con toda probabilidad, sea el mejor y más bonito espantapájaros de los que haya visto en mi vida. Lleva, la señora "espantapájara", el pelo rizado de color verde, como de peluquería moderna, una camisa amplia en un tono beig, al estilo de la protagonista de "Memorias de África", un delantalito floreado, muy mono, y unos pantalones naranjas que le quedan la mar de bien. Para rematar la instalación, la muñeca lleva un loro azul sobre su hombro derecho, y un cubito verde colgado de su mano izquierda. El espantapájaros es un ser inanimado que dice mucho de su creador. Puede ser una piltrafa o, como es el caso, una obra de arte. Estar formado por cuatro palos y una escoba, o llevar ropajes en desuso de varias generaciones de hortelanos. Siempre tuvieron competencia con los espejos, pero con la llegada de los compact disc, sufrieron mucho abandono. Lo nuevo, para seguir arrastrándolos hacia la extinción, es un dispositivo móvil que simula una rapaz en vuelo, que incluso emite un graznido aterrador. Yo, sin duda, me quedo con la belleza, la nostalgia, y la evocadora fantasía de los espantapájaros de toda la vida.

miércoles, 23 de agosto de 2023

En Israel y con sombrero

En Jaffa me puse un sombrero. Siempre me disfrazo de yo mismo en una especie de reafirmación identitaria. A veces un sombrero, en otras una capa de Superman, o en otras un traje de flamenca. Soy el hombre de las mil y una caras que pulula por el mundo buscando sin encontrarse. Tal vez mi yo verdadero se esconda en un paraje recóndito de la Selva Lacandona, o en el lago mágico de Catemaco, o en una cueva, antaño habilitada para el cultivo de champiñones, en la pequeña isla de La Perdiguera. Yo me busco ansiosamente, maleta en mano, allende los mares, o en el mismísimo barrio de al lado. Una búsqueda interior en la que nunca puedo, por más que lo intente, mandar la ubicación. Mi mente está en todos sitios, desperdigada, impregnada de todo y de todos, asimilando idiomas, pasaportes y fronteras. Comiendo lo que come el otro. Bebiendo lo que bebe el otro. Sintiendo lo que siente el otro. A veces me pongo sombreros de desconocidos y les robo sus sentimientos. Soy un ladrón de emociones de guante blanco. Robo, loco por entender, bajo un sombrero prestado.

martes, 22 de agosto de 2023

Superviviencia

Avanzo porque hay que avanzar. Sigo adelante en el difícil arte de sobrevivir. Las apariencias engañan. Me toca seguir luchando. He de intentar suplir la enegía de la que carezco con la experiencia que se supone que tengo. No creo que lo vivido, que lo trabajado, que lo errado, que lo viajado, o que lo sufrido, me sirva de mucho para lo que aún me queda por afrontar. Tiro de mí con la inercia de la ansiedad, como el que, ahogándose en un mar embravecido, da brazadas sin saber hacia adónde nadar, ni para qué. A veces me sorprendo de cómo, de manera innata, tendemos a la superviviencia.

jueves, 27 de julio de 2023

Los goles de mi recuerdo

Paseo por la playa. Mis piernas ya no son lo que eran. Con una gorra cubro mi calva para protegerla de la inclemencia del sol. Una brisa suave hace ondear la bandera azul. Hoy, el baño es seguro y el mar resplandece sereno como una balsa de aceite. Las gaviotas graznan persiguiendo como locas a un pequeño pesquero que regresa a puerto. Yo camino rumiando mis recuerdos. Caminar es recordar. Unos chavales, entre los que podría estar yo, juegan al fútbol en la playa. Chicos y chicas, entremezclados, sin distingos ni exclusiones. La portera detiene el acrobático chut de un atlético mozo que se echa las manos a la cabeza. La chica lanza con fuerza la pelota a un hábil palomero que, tras pisar el balón, golpea la pelota con tanta precisión que quita las telarañas de la escuadra del lado contrario. La gente que contempla el partido, bajo un sol de justicia, aplaude efusivamente la jugada, asombrados por la plasticidad de su ejecución. Lo que daría por ser ese goleador. Ya lo fui... Camino pensando en lo injusto de la vida. Una vida que trascurre vertiginosa y sin marcha atrás. Mis goles, como mis recuerdos, solo son pasado. Un bote de RedBull viene rodando hasta mi pie. El bueno. Le pego con fuerza con mi pierna derecha y me jodo el dedo gordo del pie. ¡Me cago en la leche!

lunes, 24 de julio de 2023

La entrevista

Me siento extraño. Aún no me encuentro cómodo andando con los zapatos de escritor. Creo que es algo que me queda demasiado grande. Reconozco que escribo como terapia, como válvula de escape, o como una forma de plantearme retos personales, al margen de mi propia profesión. Necesito escribir por pura biología, como respirar, o como comer, o como moverme. Soy un culo inquieto que, desde muy joven, no me ha dado miedo navegar a contracorriente. No me conformo con los modelos preestrablecidos. No me importa que mi camino no coincida con el de los demás. Simplemente busco mi camino. Mi propio camino. Gracias al Diario "La Verdad" de Murcia, por haberme concedido esta entrevista.

viernes, 21 de julio de 2023

Híbrido

Soy un ser híbrido: mitad Quijote, mitad Sancho. Loco y cuerdo. Siempre dispuesto a afrontar luchas imposibles. Amante de causas justas y de bellas Dulcineas. Pertinaz lector de libros que me llenan la cabeza de ensueños. Veo gigantes donde otros ven gente normal, y gente normal donde otros ven gigantes. ¡Pura locura!

martes, 18 de julio de 2023

Cafés Cani

Pese a que la vida le había tratado mal, Roberto Canillas había llegado a la cima. Comenzó repartiendo café recién tostado por los bares de su ciudad. Tras la muerte repentina de su jefe, que fue vílmente atropellado por un flamante Seat 600, recién salido de fábrica, y al no contar con descendencia conocida, su joven viuda le vendió a plazos el pequeño negocio de café que su marido había heredado de su padre. Roberto, ambicioso, amplió su negocio. Ya no solo tostaba café, también incorporó a su oferta infusiones, azúcar estuchada, leche condensada, servilletas de papel y un detergente maraviloso para la fregaza. Tal vez por sus origenes, Roberto había sido abandonado por su madre en un orfanato y nunca supo quién fue su padre, sus ganas de crecer y de prosperar generaban en él una energía y una visión de negocio asombrosas. Trabajaba de día y de noche. En una de las ocasiones en las que Roberto fue a pagar la mensualidad acordada a la joven viuda, esta le invitó a tomar un café. Durante ese café Cupido tensó el arco y clavó en ambos una flecha cargada de emociones. La boda tuvo lugar al año siguiente. Pese a que tuvieron que soportar todo tipo de rumores malintencionados, la pareja rebosaba felicidad. Los hijos fueron llegando, uno tras otro, hasta alcanzar la asombrosa cifra de doce retoños. Las bicletas de reparto dieron paso a una flamante flota de furgonetas, a las que pronto se les quedó pequeña la ciudad, y ya salían cargadas de pedidos rumbo a las provincias cercanas. "Cafés Cani, de Colombia, o de Brasil, de Guatemala o del Congo, el café más rico te lo pongo." Así rezaba su publicidad -¡Camarero, un café! -pedían los clientes; y los camareros respondían: -Café Cani, te lo pongo. Pionero en el marketing, Roberto Canillas, voló tan alto que pereció de un infarto en pleno vuelo cuando regresaba de comprar, en la bella Colombia, su primera finca cafetera. Dicen que, -ya saben que la gente es mucho de diles y diretes- que poco tiempo después, su viuda se casó con un apuesto colombiano. Según las malas lenguas, el mismo colombiano que le había vendido la finca a su malogrado esposo.

lunes, 10 de julio de 2023

Refugiados

-Tú te reirás, pero antes de que el gallo cante tres veces el refugiado puedes ser tú.

miércoles, 5 de julio de 2023

Navega barquito, navega, y acércame a la barra del bar Josepe

Publicar un nuevo libro es lo más parecido a la botadura de un barco: nunca sabes dónde puede llegar. https://www.casadellibro.com/libro-del-bar-josepe-al-cielo/9788412700503/13707930

jueves, 29 de junio de 2023

¡Sonría, por favor!

¡Sonría, por favor! Pese a todo lo que digan los agoreros de turno, la vida es bella. La vida es bella cuando no odías como deporte. La vida es bella cuando sabes apreciar el valor de un paisaje, el esfuerzo de quién salió de su tierra para cuidar a nuestros ancianos, o recoger los melones que tan fresquitos se lucen en nuestros frigoríficos, o simplemente ponerte el café en el bar de la esquina. La vida es bella cuando sabes distinguir el ruido de las nueces. La vida es bella cuando ves como crece la nariz de los mentirosos compulsivos y los manipuladores por vocación. La vida es bella en lo diferente. La vida es bella en la lucha infinita e incesante por la igualdad. La vida es bella con sonrisas, con manos tendidas, derribando muros, y provocando sueños. La vida, por mucho que nos quieran amedentrar los de inSecuritas Diret, y otros de su misma calaña, sembrando mensajes apocalípticos, cada cinco minutos, por todos los medios a su alcance, es bella. A mi casa llamaron y, con una enorme y premeditada sonrisa, los mande a paseo.

viernes, 23 de junio de 2023

El submarino no era amarillo

El submarino turístico no era amarillo. Ni seguro. El Titanic decidió asimilarlo, siempre gustoso de acumular fortunas e infortunios a partes iguales. El fenómeno social que se ha formado alrededor de esta desgracia tal vez no nos haya permitido reflexionar sobre la dolorosa metáfora que representa. La sociedad se hunde ante la impertérrita mirada de todos nosotros. Y, probablemente, ni todo el dinero del mundo lo podrá evitar.

martes, 6 de junio de 2023

Mi quinto libro

Aquí lo tengo entre mis manos. Mi quinto libro. Mi nuevo cachorro. Mi nueva ilusión. Con relatos, microrrelatos, aforismos y dibujos; dibujos que son microrrelatos en sí mismos. Con un precioso prólogo de la escritora Isabel María Abellán. Este pequeño librito rinde homenaje a mi padre, el camarero José Fernández Faura, que comenzó a trabajar desde su más tierna infancia, con la ayuda de una caja con la que conseguía llegar a la barra. El bar La Tapa, El Míchigan, o El Santos. Bares de renombre que forman parte de la historía de Murcia, fueron su escuela y su trampolín. Por eso, el Bar Josepe, el bar que fundará mi padre cuando yo apenás si tenía un añito, y en el que yo trabajé a su lado durante doce años, también merece un lugar de privilegio en la historía de nuestra ciudad. "Del bar Josepe al Cielo" es un libro ideal para la gente que no está demasiada habituada a la lectura. Un libro que puede ser iniciático a tan saludable costumbre. En fin, que mi quinto libro ya está aquí. Y estoy feliz. Os lo recomiendo.

martes, 9 de mayo de 2023

Buscando visa para un sueño

Lo sé. Hace tiempo que a mis lectores no les ofrezco nada bueno. Cuando me sumerjo en las entradas de este blog me tropiezo con perlas que pareciera que han sido escritas por otras manos. Al releerlas, las recuerdo perfectamente y me vuelvo a emocionar. A través de sus páginas revivo años y años de esfuerzos titánicos, de desahagos mundanos, de viajes de ensueño, de hazañas anónimas, de inconfesables frustraciones, de maquilladas pérdidas, y de ficciones muy reales. Años cargados de luchas y de ansias de superviviencia. ¿Cuánto he ganado y cuánto habré perdido? No lo sé. Avanzamos arrastrados por el movimiento de los astros. Sale el sol y se pone. La luna se estira y se enconge, como la tripa de Jorge. Todo sigue su acompasado ritmo mientras el mio decrece. Avanzamos para parar. Queremos saber para, al final, no saber nada. Intento esconder el nihilismo en el que milito haciendo uso de chistes prefabricados, copiando de mala gana los modelos de convivencia que utiliza todo el mundo, y cantando, cada dos por tres, canciones de mi admirado Juan Luis Guerra. El gigante dominicano nos cuenta, y nos canta, en una de sus ya míticas canciones: Buscando visa para un sueño... ¿Acaso nuestra vida no sea lo que nos acontece mientras intentamos alcanzar nuestros sueños? Hoy, nuevamente, intenté escribir algo mejor, pero nada tengo que ofrecer, tan solo un canuco, un gallo y un lucero, y la luz de la mañana que entra por mi ventana, cielo. Y los ríos, y la montaña. Y el viento que peina tu pelo. Yo quisiera ofrecerte, y ofreceros, el mundo y no puedo. Eres gigante, Juan Luis, y serás eterno. Y no como yo.

lunes, 8 de mayo de 2023

La paradoja de la improductividad productiva

Hay cosas que no debería de decir, pero las digo. Y lo que es aún peor, como en este caso, las escribo. Esta semana he asistido, en una de ellas a modo de participante, y en la otra tan solo como afortunado espectador, a dos actos culturales ¡Gratuitos!. Y es aquí, en el hecho de la gratuidad, donde quiero hacer un inciso: el hecho de que sean gratuitos no los exime de coste. Porque costar cuestan. Otra cosa es quién, o cómo, se sufrague el gasto. Se entiende que fomentar la lectura y la música son dos actos que a posteriori, pueden suponer un benefecio para los artístas y, por ende, para los empresarios de la cosa. Seguro que todo se hace por un interés, pero no es ahí a dónde pretendo llegar. Mi reflexión va encaminada a reflexionar sobre la gran cantidad de eventos que se realizan cada día, en infinidad de rincones del planeta, en beneficio de la cultura, y que se hacen gratis. Y si es gratis no suma, monetariamente hablando. La cultura altruista, inevitablemente, produce beneficios a su parte productiva. El niño que se aficione a la música consumirá música durante toda su vida. El joven, que nunca en su vida había leído un libro, y tras un evento gratuito se aficione a la lectura, comprará libros de por vida. El impacto de los eventos culturales gratuitos son el paradigma de la improductividad. En menudo charco me he metido para decir qué, como en una paradoja, creo entender que hasta el acto más insignificante para fomentar la cultura, tendrá, inevitablemente, una resultado productivo. ¡O qué se yo! Ya me he perdido otra vez, joder...

jueves, 4 de mayo de 2023

La sangre de mi padre

Las luces del coche, al pasar, iluminan conejos y ratas que habitan en las sombras. Hay poco tráfico a estas horas en las que la ciudad duerme. Una luna llena ilumina una noche larga y triste. Mi padre se ha caido. Conduzco en dirección a su casa aún sonmoliento. La ambulancia ha llegado antes que yo. Con grapas le han cerrado la brecha que tenía en su cabeza. La habitación y la cama están llenas de sangre. Su mujer está desolada, sobrepasada ante lo doloroso de la escena y de la situación. El doctor de la ambulancia le pide que, por favor, no vuelva a levantarse en plena noche sin pedir ayuda. Mi padre balbucea que no es consciente y que se levanta sin pensar. Cuando se marchan los sanitarios del 112 limpiamos la habitación y a mi padre. Con una toalla húmeda le limpio la sangre seca que tiene pegada por todo su cuerpo. La escucurro varias veces, porque la sangre es mucha. De pronto siento como un sabor dulzón me inunda la boca. Me obsesiono pensando que la sangre de mi padre, a través de mis manos, ha llegado a mi boca y siento su sabor. Mientras lo limpio pienso en los años que mi padre lleva muriéndose. Su precaria salud forma parte de sus muchos errores. O dicho de otro modo, los errores, y los consiguientes problemas, le han mermado su salud. Si todos los finales tienen algo de tristeza, lo de mi padre se lleva la palma. Pese a todo, mañana será otro día.

jueves, 13 de abril de 2023

Hago de maestro

La vida me ha obligado a ejercer de maestro. Lo mío es puro descaro. No tengo ni idea de cómo me atrevo a ejercer de algo tan serio de manera tan frívola. Cuando me toca dar formaciones, advierto a los alumnos de mi carencia de estudios. Dicen que quien avisa no es traidor. Como no soy mucho de engañar, más allá de las mentiras piadosas que podríamos considerar pecadillos de poca monta, confieso mi ignorancia y mi ausencia de formación académica. Lo que pregono y comparto no va más allá de mi experiencia vital y laboral. Huyo de grandes teorías, y de fórmulas magistrales, y me limito a la práctica. Me erijo como abanderado de la lectura y de la reflexión. Doy gran importancia a la motivación y a los buenos hábitos. Fomento los desbloqueos mediante el diseño de nuevos escenarios sobre los que poder actuar. Y, ante todo, intento relativizar los problemas, diseccionarlos, priorizarlos, y tras ese ejercicio de análisis y de reflexión, buscar, entre las partes, las mejores soluciones y diseñar un plan de ejecución para solucionarlos. Hago de maestro de falsete para dar lo que tengo y lo que sé. Entregándome a los demás me siento a gusto y le encuentro sentido a todo.

lunes, 10 de abril de 2023

El final de la creación

No se confundan por el título de esta publicación. No estoy diciendo que se acabe el mundo, ni tampoco que nos vaya a caer encima otra pandemia, o que nos vayan a invadir unos alienígenas alienados. Me refiero al hecho de finalizar una creación. Un invento. Un cuadro. Un pollo al chilindrón. Un algo. O un libro. Uno nunca sabe, a ciencia cierta, cuál es el mejor de los finales y, en no pocas ocasiones, nos conformamos con el menos malo. Yo estoy en ese proceso de poner punto y final a mi nuevo libro y, en verdad les digo, que esto es un sinvivir. A cada rato me asalta otra ocurrencia y otra ocurrencia, y así no puedo seguir. ¡Menudo follón! Y qué os digo de las portadas...¡Ya llevo diseñadas lo menos treinta!

miércoles, 29 de marzo de 2023

Equilibrios

El que se cae, pierde. Quieras, o no quieras, juegas.

miércoles, 22 de marzo de 2023

En defensa propia y ajena

Para muchos la escritura se ha convertido en una especie de respiración asistida. Para otros una defensa propia. No pocos son los que la pervierten en forma de bulos. Los bulos son venenos en forma de palabras que hay que combatir con antídotos basados en la objetividad. La escritura, las palabras, los relatos, los aforismos, los discursos, nos sacuden y nos vapulean, nos embaucan, nos seducen, nos agobian, nos enervan, nos convencen, nos transforman. Yo intento resistir en este combate cruzado de palabras. Cavo mi trinchera dialéctica con unas bases firmes: sinceridad y respeto. Cuidando la forma y el fondo. Moderación y modulación. Límites. Estilo. Mesura. Alguien dijo: "una palabra tuya bastará para sanarme" Tal vez yo escriba para curar. Escribo para curarme.

lunes, 6 de marzo de 2023

Un nuevo libro

Ayer le mandé a mi corrector de cabecera la galerada de lo que será mi próximo libro. Envalentonado, voy a por el quinto. Sin miedo a cosechar un nuevo fracaso sobre el que construyo mis pequeños éxitos. Mis libros son la representación escrita de mi propia lucha por sobrevivir. En ellos, si los leyeran, cosa por otro lado bastante improvable, me conocerían a la perfección. Cultivo, sin abono ni pesticidas, el género de la autoficción. A veces, según me de, soy mi propio personaje y otras no. Las letras, debidamente ordenadas, o al menos en su intento, son la máxima expresión de la libertad, con el debido cuidado de la autocensura propia de los nuevos tiempos, que en realidad son como los viejos. Hoy, suponiendo un suponer, soy Paquito el Chocolatero, lo mismo que mañana puedo ser Juanita Banana, la amiga de mi prima hermana. Lo paso bien jugando a ser escritor. Podría haber jugado al chamelo, o al caliche, o dedicarme al levantamiento de vidrio en la barra de un pub cutre, estilo irlandés; sin embargo, en mis ratos libres, cuando no dibujo, ni hago collages, ni le doy de comer a mis peces desmemoriados, pero que siempre se alegran de verme, me da por escribir. Y yo escribo y escribo para no sé qué. Relato tras relato, libro tras libro, mientras me voy haciendo mayor.

martes, 28 de febrero de 2023

Palabrería

Charlatanes siempre han existido, pero ahora más. No voy a enumerar, ni a catalogar, el sinfín de charlatanes que han proliferado en las últimas décadas -eso lo dejo para los sociólogos- con el viento a favor de las redes sociales, en todas sus modalidades. Hablando se entiende la gente, o se la confunde. De hecho, la palabra está perdiendo su ancestral hegemonía frente a la imagen. La mímica como forma de no decir nada y de decirlo todo. La conjunción de la abstracción que surge de la imagen en movimento sin un discurso que la apoye y en tiempo record. La vida sin tiempo a un paso del tiempo sin vida. Todo hacia afuera y nada hacia adentro. La performance adquiere relevancia y en ella cabe casi todo. La impostura al poder. Filtro sobre filtro. No sé si me estoy perdiendo queriendo comunicar algo que me queda grande y yo mismo no sea más que otro irrelevante charlatán. Tal vez lo mío también sea pura palabrería.

martes, 21 de febrero de 2023

La cagada ilustre

Si Delibes decía de Umbral que escribía con la misma facilidad con la que meaba, en ese contexto, ustedes disculpen, tengo claro que lo mío es la cagada. Soy algo así como un escritor de retrete, lo mismo que en el servicio militar fui escribiente de servicio. Los que escribimos desde las vísceras padecemos con frecuencia del colon, y escribimos con la misma cadencia que con la que gastamos papel higiénico. Las tripas han adquirido tanto, o más, protagonismo en mi vida como en mi literatura, suponiendo que lo que yo haga sea literatura, o le traiga un aire. De hecho, muchos acontecimientos sociales y políticos me remueven las tripas, y, como consecuencia, cago un relato. Dicho de otro modo, mis relatos son el detritus resultante de la digestión de la actualidad. Lo único verdaderamente imprescindible para mis deposiciones, ya sean físicas o literarias, es la necesidad de tener siempre a mano un buen trozo de papel. Lo demás, como se podrán imaginar, fluye espontáneamente.

jueves, 16 de febrero de 2023

Erre que erre

¿Qué sería de mí sin mi mirada de niño? Al niño que fui siempre lo recuerdo observando. Mi mirada lo escudriñaba todo a su alrededor. Cada situación. Cada objeto. Cada noticia que escuchaba por televisión, una televisión que primero fue en blanco y negro, y luego nos pusieron en technicolor. Cada palabra que llamaba mi atención. Cada nueva presencia. Mis ojos redondos, como de búho inquieto, no cesaban, ni por un instante, de asimilar y de clasificar todos los hallazgos, por nimios que estos pudieran parecer, para, posteriormente, degustar en silencio todo lo aprendido. Más tarde, de manera incomprensible, intentaba plasmar en mi vieja carpeta de anillas, mediante pequeños textos plagados de faltas de ortografía, y de dibujos, mi particular interpretación de todo lo vivido. ¿Acaso, cincuenta años después, no sigo haciendo lo mismo?

martes, 31 de enero de 2023

Diez minutos

Ni uno más ni uno menos. Hoy solo puedo dedicarle diez minutos a este viejo blog. Raudo y veloz ordeno mis ideas para intentar la proeza de darle un buen uso a esa limitación temporal. Nueve minutos y aún no arranco con claridad con el texto. Ocho minutos y siento que el intento puede quedar en un triste gatillazo. Siete minutos y me planteo que, quizás, la descripción de este momento sea tema suficiente, y no menor, como para convertirlo en una hazaña literaria fruto de la ansiedad que me caracteriza. Seis minutos y pienso, desconozco el motivo, en un tipo corriendo a toda velocidad con la lengua afuera. Cinco minutos y reparo en que una canción de un cantante de éxito, rapero por ejemplo, dura menos de cinco minutos. Cuatro minutos y sigo pensando igual que cuando comencé a escribir hace seis. Tres minutos puede ser demasiado tiempo para aguantar la respiración bajo el agua. Dos minutos intensos para saborear el sabor amargo del fracaso. Un minuto de gloria en el que a un velocista le sobrarían varios segundos para batir el récord del mundo de los cien metros lisos. ¡Tiempo!

martes, 24 de enero de 2023

El viejo profesor

Nadie hará por vosotros lo que tenéis que hacer. Nadie mirará por vuestros intéreses. Nadie cambiará vuestro destino, eso tan solo lo podéis hacer vosotros. Lo que cada uno de vosotros puede lograr ni vosotros mismos lo sabéis. Estoy seguro de que desconocemos gran parte de nuestra potencialidad por la sencilla razón de que evitamos exponernos a situaciones límite, y en esas situaciones extremas es donde se esconde el superhéroe que todos llevamos dentro. Somos nuestro peor enemigo y nuestro mejor aliado. Una íntima dualidad en permanente confrontación. La facilidad nos mata. La dificultad nos engrandece. Dejar de aprender es dejar de vivir. La vida es diferente cada vez que aprendemos, o descubrimos, algo nuevo. Poneros objetivos. Cread proyectos. Leed cientos de libros. Soñad. Corred. Cantad. Bailad. Gritad. Perderos en un bosque. Bañaros en el mar. Dibujad sin saber. Escribid lo que os de la gana aunque tengáis cientos de faltas de ortografía. ¡Ya tendreís tiempo de aprender! -dijo el viejo profesor- Aunque esto ya os lo he repetido más de cien veces...pero veo que no me hacéis caso. ¡Allá vosotros! Cuando seaís mayores os acordaréis de mí.

miércoles, 18 de enero de 2023

Huyendo de Enclava

Junto a mi inseparable amigo Artur, aprovechando un viaje de trabajo por el Polvorín de los Balcanes, quisimos dar un golpe de estado en Enclava, un diminuto territorio, fruto de la incongruencia de unos mapas, situado entre las fronteras de Croacia y Eslovenia. El dueño del solar en cuestión, al vernos merodear por allí, nos amenazó con un arma: -¡Salid de aquí, mamarrachos! ¡Estoy harto de locos como vosotros! Ahí fue cuando, derrotados, decidimos abandonar nuestra egoísta lucha por un mundo mejor.

martes, 17 de enero de 2023

Alipende y peliforro

Todo se extingue: los imperios, los países, los idiomas, el fuego de la hoguera, las focas monje del mediterráneo, y, también, las palabras. No hace mucho descubrí la palabra "alipende". Indagué sobre el uso que se le daba antaño en la Huerta de Murcia y, seguún pude averiguar, la palabra alipende hace referencia a una persona que merodea por ahí sin oficio ni beneficio. Tal vez, para darle una bocanada de oxigeno, ante el oscuro destino que le persigue, la he traído hasta aquí. Por fortuna, nunca me llamaron alipende, pero sí "peliforro", me lo decía a grito pelado mi amiga Conchi, de Barqueros, una pequeña población de apenas unos cientos de habitantes, situada entre Alcantarilla y Librilla, en la que no estaría de más que los estudiosos de la lengua se dieran una vueltecita para disfrutar de un simpático y valioso trabajo de campo. Tal vez, al igual que pasa con los animales, nos esté faltando una sociedad protectora de palabras.

lunes, 9 de enero de 2023

Otro año que comienza

Arranca otro año, como tantos otros, escribiendo en este blog y llevando a mi niña al colegio. Escribo por cabezonería, por no abandonar, por no perder la partida contra blogger y contra la rutina que nos acecha. He comenzado este año con un nuevo proyecto literario, para el que he tenido que apartar un poco a mi segunda novela, que vendrá cargado de microrrelatos y aforismos. Ya llevo ochenta y cinco y espero superar los cien. Después comenzará la criba, la ordenación, la corrección, crear o buscar una portada chula y, por último, la edición. Aún no tiene título, aunque varios de ellos pupulan por mi cabeza. Me encanta tener proyectos que me mantengan ilusionado y creativo. Este niño viejuno sigue su curso.