La vida avanza desbocada bajo la bóveda celeste mientras mi berenjena me regala unas preciosas flores de color violeta. La naturaleza no entiende de aritmética, adonde antes tenía tres huevos ahora tengo sólo dos pollitos. Rajoy, pese al rosario interminable de corrupción que le rodea, continúa tan campante en el gobierno. Amélie Nothomb, mi escritora favorita, ha publicado un nuevo libro en España. Y mientras todo eso sucede, un día atropella al siguiente como si no hubiese guerra en Siria ni hambre en el mundo. Igual que hace un mes con otro mes y un año con otro año.
Hay gente que se cruza en nuestro camino para aportarnos luz, mientras otros, por el contrario, se nos acercan de manera sibilina para eclipsarnos, o para robarnos las berenjenas. Unos y otros nos influyen alterándonos el ritmo y el rumbo.
Hay gente que se cruza en nuestro camino para aportarnos luz, mientras otros, por el contrario, se nos acercan de manera sibilina para eclipsarnos, o para robarnos las berenjenas. Unos y otros nos influyen alterándonos el ritmo y el rumbo.
Algunos, en paralelo, nos acompañan durante un trecho de nuestra existencia mientras el calendario avanza inexorablemente sin reparar en nosotros, ni en nuestras intenciones, ni en la sutíl floración de las berenjenas. Sin saber ni cómo ni por qué, muchas de esas personas, de un día para otro, dejan de tener influencia en nuestras vidas. Desvaneciéndose, salen de nuestra órbita gravitacional y nuestro camino prosigue expedito, invariable, constante, tal y como gira la tierra en torno al sol. Pese a lo que pensamos, avanzamos de manera inconsciente alardeando de controlar nuestro destino. La luna aparece y desaparece de nuestras noches. De vez en cuando, por desgracia las menos, reparamos en la Estrella Polar que habita en la cola de la Osa Menor. Nuevas personas-planeta entran en nuestra órbita vital y nos vuelven a condicionar nuestra marcha. Meteoros. Cometas. Estrella fugaces que se acercan y se van. Sale el sol. Se hace la oscuridad. Seguimos avanzando mecánicamente mientras pensamos, ilusos, que nosotros trazamos el rumbo. Tan grandes y ostentosos en nuestra insignificancia. Lo que hoy es una preciosa flor violácea mañana será una jugosa berenjena y poco después un detritus. Todo es lo mismo. Absolutamente todo.
Y como se suele decir el mundo sigue girando mientras apreciamos sus pequeños detalles.
ResponderEliminarBesitos y feliz fin de semana :)
...como las ovejas tras el redil...
ResponderEliminarEl viento sopla en muchas direcciones, nos lleva sin preguntar, y, mientras, el tiempo inexorable va pasando sin darnos cuenta. Ojos ciegos son los nuestros, amigo jbmurcia
abrazo
Fina
Y eso era la vida....
ResponderEliminarBuen fin de semana.
=)))
Así es, la única diferencia somos nosotros, y nosotros, los contemporáneos somos los únicos afectados. Increíble idea. Quizá haya más, más allá de la Osa Mayor y de los hoyos negros. Ánimo, esas flores de berenjena son lindas.
ResponderEliminarSaludos, estamos de vuelta.
Muy lindas flores las de la berenjena seguramente son hermanitas gemelas de la flor de calabaza aquí en México
ResponderEliminargracias
ResponderEliminarTus meditaciones me han reconfortado y reafirmado también en mis pensamientos de que TODO es UNO y lo mismo, J F
ResponderEliminarPaso a agradecer tu comentario y a husmear tu blog.
ResponderEliminarDe momento, esta entrada me parece una excelente "crónica del vivir"
En verdad JF, me agrada esa manera de expresar lo que tantos y tantas sentimos.
Todo el texto me atrapó, pero me quedo con este párrafo: "Y mientras todo eso sucede, un día atropella al siguiente como si no hubiese guerra en Siria ni hambre en el mundo."
Ya volveré por aquí con más tiempo. Las mañanas de sábado no son, para mí, las mas tranquilas para deleitarme con la lectura
Saludos australes
gracias
ResponderEliminarEs el ciclo de la vida.Hoy
ResponderEliminarescribes más dulcemente y se te da bien.Besucos
Gó
Tu texto filosófico te digo que me viene de perlas , como un la sombra de un sauce en una mañana de junio digamos infernal ...
ResponderEliminarun beso
Un texto revelador o redentor, la vida es un camino que hay que recorrer, sin duda tu lo manifiestas muy decorado, me gustan tus reflexiones.
ResponderEliminarSaludos
El ciclo vital, creo yo.
ResponderEliminar¡Como no me gustan las berenjenas...!
Que bella flor...La naturaleza siempre sorprende!!
ResponderEliminarUna reflexión que obliga a reflexionar. Muchas frases dignas de ser seleccionadas en tu texto.
ResponderEliminarUn abrazo.