En un recóndito paraje Finlandés debió de sonar un teléfono. Aunque, al parecer, no sonó.
-Oiga: ¿es ahí la oficina de Papá Noël?
-No, se ha equivocado, esto es la antigua sede de Nokia.
-¿Y ahora qué es? Si se puede saber...
-Una fabrica de fajas de señora.
-¿Y qué marca tienen esas fajas?
-Merkel Secret.
-¿En serio?
-Como lo oye.
-¿Y se venden bien?.
-Divinamente.
-¿Y no podría darme el teléfono de la oficina de Papá Noël?
-Claro, mi cuñada trabaja allí, pero: ¿no será para hacer alguna petición de última hora? La sección de peticiones ya cerró el domingo pasado.
-Es que a mi sobrina le he prometido una Barbie Letizia, pero, por esperarme tanto, ya no quedan en ningún sitio.
-Pues yo le doy el número si quiere, pero creo que se queda usted sin su Barbie.
-No, ¡por el amor de Dios!, mi sobrina me mata.
-¿A su sobrina no le iría bien una faja? Las tenemos en oferta: comprando una faja Merkel Secret, por cincuenta euros, le regalamos un gorrito de Papá Noël y una lata de paté de alce.
-Pero mi sobrina tiene diez años. ¿Para qué iba a necesitar ella una faja?
-¿Y su esposa?
-Mi esposa no sé...Pero yo llamaba por lo de mi sobrina.
-Sí,sí, estamos de acuerdo, pero: ¿le ha comprado usted ya el regalo de Navidad a su esposa?
-No, aún no le he comprado nada.
-¡Me lo imaginaba! Entonces no lo piense más y regálele una Merkel Plus que deja el culo como el de la Jennifer López.
-¿En serio?
-En Merkel Secret siempre hablamos en serio, caballero. ¿Qué talla de pantalón usa su esposa?
-Creo que la cuarenta, o la cuarenta y dos.
-Ok. Entonces sería una S. ¿Me da sus datos para hacer el envío? En menos de cuarenta y ocho horas la tiene usted en casa.
-Pero yo lo que quería era comprar la Barbie Letizia para mi sobrina. Mi esposa no usa fajas...
-¿Su esposa tiene el culo de la Jennifer López?
-¡Qué más quisiera yo!
-¿Y sabe por qué no?
-Nunca me lo he preguntado.
-Pues porque no usa la faja Merkel Secret.
-Es que no sé si le va a gustar ese regalo.
-No piense en eso. Piense en lo mucho que usted va a disfrutar, a partir de ahora, cuando la vea subir las escaleras, y lo bien que van a quedar los vestidos y los pantalones. Piense en la pasión que va a recuperar su relación. Piense en la envidia que le van a tener todos sus vecinos. Además, por diez euros más le enviamos también un picardías rojo para su fiestecita privada de Nochevieja. ¿Qué más se puede pedir?
-Perfecto, pues envíemelo. ¿Y desde Finlandia llega a Murcia en cuarenta y ocho horas?
-No señor. No estamos en Finlandia, estamos en Móstoles. ¿Ha marcado usted el prefijo de Finlandia?
-Pues ahora que lo dice...
-Tome nota, el prefijo de Finlandia es el +358.
-¿Y cree que allí me podrán ayudar con lo de mi sobrina?
-Sinceramente, yo creo que no.
-¡Me mata mi sobrina! Por cierto: ¿No me dijo que su cuñada trabajaba en la Oficina de Papá Noël?
-Así es, mi hermano y su mujer se fueron a trabajar a Finlandia hace seis años.
-¿Y cómo les va por allí?
-Bien, ganan un buen sueldecillo, pero pasan un frío de mil demonios.
-Claro, todo no se puede pedir.
-Bueno, caballero, en cuarenta y ocho horas tiene usted su regalo en casa. Le cuelgo, que parece que se ha vuelto a equivocar otro. Saludos.
Me podrías pasar l número, no sé que comprarle a mi señora, después de veinte años ya se lo he regalado casi todo. Aunque pensándolo bien la faja no es una buena decisión, seguiremos tirando de imaginación.
ResponderEliminarSaludos
Qué bueno sí señor, a estos vendedores no se les escapa ni uno de los que llamen, buena escuela y recursos, el lía, lía....me he reído me ha encantado.....de estos muchos. Feliz Navidad para ti, Ana y Gloria...
ResponderEliminarJajajajajajaja vaya mandado que es el capitalismo, cuando mas se necesita siempre tiene para ti algo que no necesitas y te vende sin que te des cuenta cualquier carajada inservible.
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