Tras numerosos excesos verbales, he llevado a mis palabras a un SPA.
Bien merecido que se lo tenían. En su lugar, y mientras que mis historias se relajan entre masajes y aguas termales, les dejo este collage que hace tiempo me andaba pidiendo protagonismo.
Disculpen las molestias.
Aquí te esperamos para volver a disfrutar de tus relatos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hasta pronto
Que disfruten ahora que pueden
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