martes, 16 de febrero de 2021

El regalo

Hay regalos desabridos. Regalos insulsos. Regalos tontos. Regalos inútiles. Regalos inmerecidos. Regalos perversos. Regalos envenenados. Regalos interesados. Regalos anticipados y regalos a destiempo, que ya no sirven. Hay regalos que salen del alma y otros que te la roban. Hay regalos que no son nada y regalos que lo son todo. Regalos para empezar y regalos para acabar. La vida es el mayor de los regalos que hemos recibido y que recibiremos nunca. Y, dentro de esa vida, nos regalamos y nos regalan tiempo para regalar. Un amor es un regalo. Un hijo es un regalo. Un beso es un regalo. Una llamada es un regalo. Incluso un adíos puede ser un merecido regalo. A veces nos regalan tanto que por inmenso nos acaba por aturdir, y, en otras, añoramos un regalo de quién nunca nos regalará nada. A mi abuela le regalaron turrón de Alicante que no podía masticar. A un ciego una novela que nunca pudo leer. A un abstemio un vino dulce que acabó avinagrándose. Yo regalo esfuerzos que acaban en nada. Regalo ilusiones que acaban desilusionando. Regalo lecturas a gente que nunca lee. Lo valioso no es llegar a ninguna meta, lo verdaderamente valioso es saber disfrutar por el camino. El camino es nuestro auténtico regalo. Si bien hay gente que se cree con derecho a que se lo regalen todo, yo tengo muy claro que nací para regalar.

4 comentarios:

  1. Eres generoso, sin duda.
    Gracias por tus relatos.
    Salu2.

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  2. Dicen que se disfruta más regalando que siendo regalado y estoy de acuerdo. Me sale muy mal poner la cara de que me ha gustado, aunque me haya gustado de verdad.
    Un abrazo.

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  3. Yo estoy contenta con tu regalo, leerte. Besos.

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  4. Hace años tomé una determinación, no doy ni recibo regalos.
    Ahora, que si quieres hacerme un obsequio...

    Saludos,

    J.

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