lunes, 7 de marzo de 2022

Muerte en una trinchera

Tras doce días de combates, soy un escritor bajo las bombas. Salpicado de sangre, y de barro, y muerto de hambre. El frio hace que tiemble mi viejo fusil. El enemigo es un gigante cargado de odio que viene hacia mí. Su mortifera carga destruye mi mundo para convertirlo en el suyo. Mi tierra, y nosotros mismos, quedaremos aplastados por la locura; una locura que pensabamos amortizada por el paso del tiempo, y de la modernidad, pero que tan solo era un mero trámite hasta este punto y final. La seguridad en la que viviamos era tan solo un espejismo, una vana utopía, una trampa. Dentro de esta trinchera húmeda y fría escribo mis últimas letras. Mi mujer ha conseguido llegar a la frontera con mis tres hijos. Toda nuestra vida, nuestro trabajo, nuestras propiedades, todo lo que somos, y que nunca volveremos a ser, ha quedado atrás. No creo que vuelva a abrazarlos. No saldré de esta ratonera. Esta trinchera será mi tumba. Hace menos de una hora, le he disparado a un enemigo que venía con los brazos en alto. No le he disparo yo, el gatillo lo ha apretado el odio que me poseé. Mi único alivio será morir matando. Nunca pensé que matar fuese algo tan gratificante, y que estar vivo o muerto fuera tan insignificante. Otra bomba ha caído cerca. Me he acostumbrado a su sonido como en cada verano me acostumbraba al zumbido de las moscas. Ayer reventamos un tanque enemigo y sentí un placer inmenso. Me hubiera gustado hacer lo mismo con todos sus tanques. Sé que moriré muy pronto. Sé que nadie leerá esto que escribo para recordar lo que fui. Nada de lo que fuimos volveremos a ser. Tal vez mañana ya no seamos nada. Ahora que mi vida termina, ahora que de una vez por todas dejaré de escribir, me he dado cuenta de que las palabras matan tanto o más que las balas. Sus agresiones verbales no eran otra cosa que el preludio de nuestro fin.

5 comentarios:

  1. Reflexiones crudas, para este tiempo que, lamentablemente, nos está tocando vivir.

    Feliz inicio de semana jfbmurcia

    Fina

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  2. Me he quedado en blanco. No sé qué decir. Tristeza infinita. Abrazo.

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  3. Impresionante. Buenísimo. Felicidades.

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  4. Para leerlo todos los días con aquellos que aún dudas sobre lo terrible de la situación.

    Saludos,
    J

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  5. Esto si que es una carta desde la guerra y no las de Iwo Jima.
    Abrazos.

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