martes, 17 de enero de 2023
Alipende y peliforro
Todo se extingue: los imperios, los países, los idiomas, el fuego de la hoguera, las focas monje del mediterráneo, y, también, las palabras. No hace mucho descubrí la palabra "alipende". Indagué sobre el uso que se le daba antaño en la Huerta de Murcia y, seguún pude averiguar, la palabra alipende hace referencia a una persona que merodea por ahí sin oficio ni beneficio. Tal vez, para darle una bocanada de oxigeno, ante el oscuro destino que le persigue, la he traído hasta aquí. Por fortuna, nunca me llamaron alipende, pero sí "peliforro", me lo decía a grito pelado mi amiga Conchi, de Barqueros, una pequeña población de apenas unos cientos de habitantes, situada entre Alcantarilla y Librilla, en la que no estaría de más que los estudiosos de la lengua se dieran una vueltecita para disfrutar de un simpático y valioso trabajo de campo. Tal vez, al igual que pasa con los animales, nos esté faltando una sociedad protectora de palabras.
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No es mala idea lo de la sociedad protectora de palabras.
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