miércoles, 26 de marzo de 2025

Sin sombrero

Me quedé sin sombrero como me quedé sin abuela. La jornada de motivación, por el Barranco de la Regidora, entre Bullas y Cehegín, me sirvió para poner a prueba mi nuevo curso de motivación. El día, tras tres semanas de intensas lluvias, ameneció luminoso. Mis compañeros siempre vienen inquietos a mis formaciones. Nunca saben lo que se pueden encontrar, ni dónde serán. Siempre juego en el bucle psicólogico que va desde la incertidumbre a la expectativa. Lo importante es convivir. Hablar de nuestras cosas. Abordar la complejidad desde la facilidad. Hacer equipo. Relativizar los problemas. Aportar valor. Disfrutar cada mínuto de nuestro trabajo. Les digo, no sé si me entenderán, que somos afortunados por tener el trabajo que tenemos, por tener el reconocimiento de nuestros clientes, y por tener la oportunidad de seguir creciendo cada día como personas. Me quedé sin sombrero, es verdad, pero feliz. Muy feliz.

1 comentario: