miércoles, 2 de noviembre de 2016
Homenaje a Los Roper
-¡Mildred!
-¿Queeeeé?
-No, nada, es que no sabía si estabas ahí.
-¿Y adónde coño iba a estar, a ver, dime?
-No sé, con las cacatúas de tus amigas...
-¿Cacatúas? ¡Tú sí que eres un loro! Eso es lo que pareces... un viejo loro desplumado.
-¿Pero por qué tenemos que estar discutiendo todo el día?
-Porque nunca has servido para otra casa, George. ¿O es que aún no lo sabes?
-¡Desagradecida! He trabajado toda mi vida como un esclavo para que no te faltara de nada.
-Pues hijo, me ha faltado de todo...Pero sobre todo, me ha faltado un marido como Dios manda.
-¡Desagradecida! Eso es lo que tú eres. ¡Desgraciada!¡Bruja! ¡Más que bruja!
-¿Con que bruja, eh? Pues te vas a enterar de lo que vale un peine.
Y diciendo eso, Mildred, agarró una vaso con agua y se la arrojó a la cara.
-¿Ves? ¿Y ya con eso te quedas tranquila?
-No, no. Me quedaré más tranquila cuando te mueras y cobre la pensión. Entonces iré a hacer yoga todos los días y me ligaré al profesor, que me han dicho mis amigas que está como un tren.
-¿Pero qué vas a ligar tú ya con la edad que tienes, Mildred? Cada día estas peor...
-Mira quién fue a hablar, que ya hasta te da miedo quedarte solo en casa y por eso me llamas cada cinco minutos.
-¿Miedo yo, que combatí contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial?
-¿Tú luchaste? Pero si fuiste enfermero y lo más cerca que estuviste del campo de batalla fue a cien kilómetros.
-¡Y las medallas! ¿Qué me dices de las medallas?
-Pero pedazo de idiota, si las compraste en un mercadillo de antigüedades. ¿No lo recuerdas? Fue en el mismo mercadillo en el que yo te quise vender, pero no aceptaban momias. ¿Te acuerdas, o no, cariño?
-¡Tú sí que pareces una momia! ¿Por cierto, Mildred, qué hay para cenar?
-¡Verdura hervida!
-¿Otra vez verdura hervida? Con razón dicen mis amigos que cada vez me estoy quedando más flaco...
-¡Más te tendrías que quedar! jajaja.
Y así, entre semejante batalla dialéctica, en aquel dulce hogar británico, se improvisó una pequeña tregua, durante la que George, puso en la radio su programa de deportes favorito.
Al rato...
-¡Mildred! ¿Estás ahí?
-Siiií. ¿Qué quieres ahora, viejo cascarrabias?
-¡Tengo hambre!
-Pues vamos a cenar, viejo loro desplumado. Jajaja.
-Es que te tengo que querer, Mildred.
-Yo también te quiero. ¡Pero que te mueras!
-Jajaja. Sabes perfectamente que no puedes estar sin mí. Por cierto, Mildred, mañana prepara algo mejor para cenar que he comprado una botellita de champán francés para celebrar nuestro cincuenta aniversario de bodas.
-¿En serio, George? ¿Aún te acuerdas de nuestro aniversario?
-Cada día, mi amor. Cada día. ¡Cómo para no acordarme!...
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Te juro que en cada diálogo, aparece doblada la voz en español de George y Mildred cuando te leo...hasta en las risas de George...
ResponderEliminarAunque era jovencito, recuerdo muy bien aquella serie.
ResponderEliminar¡Lo que nos podíamos reír con esos Yorrrrrrshhhhhhh!
Jajajajaja.
Gracias.
Sin ti pero contigo, era la tónica de ese viejo matrimonio. Buenos ratos e inocentes momentos me hicieron pasar.
ResponderEliminar...no los conocí!
ResponderEliminar=)))
Algo muy interesante de las series o las películas de humor, es lo diferente que es en cada zona aquello que hace reír a la gente.
ResponderEliminarNo conocí esa serie. Los buscaré.
Un abrazo.
Me has puesto nostálgico con "Los Roper".
ResponderEliminarSaludos.
Recuerdo la serie. La veíamos siempre.
ResponderEliminarAbrazos
Fina
Los veía !!!
ResponderEliminarEran geniales. Marcó toda una época.
Muchos recuerdos en esta entrada
Besitos :)
Yo también que acuerdo de la serie, y tenían un humor extraordinario. Buena pareja. ÉL pasando más bien de todo, y ella una pícara de mucho cuidado.
ResponderEliminarEra una serie estupenda. Una pareja genial.
ResponderEliminarEra muy agradable disfrutar de aquellos capítulos tan simpáticos.
Un abrazo.
Es divertido tu diálogo....y refrescante para los que no hemos visto a George y Mildred.
ResponderEliminarQue sigan las letras.
Feliz fin de semana.
Nunca los he visto, pero ahora me voy a tener que poner a buscar porque el diálogo me hizo reír de veras :)
ResponderEliminarSaludos!
QUE RECUERDOS JAJAJAJA.
ResponderEliminarEn mi barriada de pequeña teniamos un Roper propios con un amor como el de la serie. Eso sí el tenia aires de grandeza y se dedicaba hacer monumentos o eso el creía, que eran horrorosos y cuando venian a tirarselo se encadenaba a ellos...
Incluso tenia el mismo bigotillo jajajaja.
Besitos
Que series aquellas, me he reído recordando a los Roper
ResponderEliminarSaludos