viernes, 15 de diciembre de 2017

Rueda, rueda y rueda


Dice mi admirada Amelie Nothomb que se levanta todos los días a las cinco de la mañana y, llueva o truene, se pone a escribir. Tal vez yo tenga que recurrir a esa nocturnidad para poder escribirles con alevosía y con algo más de constancia.
Por la ventana, entre la oscuridad de la noche, algunas luces brillan en la lejanía. Las estrellas centellean tímidamente entre la feroz negrura del espacio infinito. La luna se esconde, escurridiza y esquiva, como pretendiendo no formar parte de este relato. Mientras, afuera hace un frío arrebatador y mi mente rebusca en el teclado las letras adecuadas para escribir algo mínimamente coherente. Y lo que pretendo decirles, aún en pijama y sin haberme lavado la cara, es que se nos acaba el año. Nada nuevo bajo el sol, ya que todos los años se acaban y, nada más finalizar, asoma otro radiante y rampante para que todo continúe su infinita marcha.
Y como todos sabrán, incluso sin haber estudiando en Harvard, es que todo continúa. Los astros siguen girando impasibles a lo que aquí abajo acontece. Nuestras vidas, tan ajetreadas y errantes, continuarán, un año más, su trasiego incesante. Los ajenos a todo deberían de tomarse, por un instante, el privilegio de observar el trasiego de un simple hormiguero para darse cuenta de que nada nos diferencia de esos incansables bichitos, ni de ningún otro.
Yo seguiré vendiendo champús, mi amigo Carlos Pardo seguirá pintando magistralmente, mis hijas seguirán creciendo, los bosques se seguirán incendiando, y los bancos seguirán chupando nuestra sangre sin ningún pudor. 
Tras cada noche de escritura, o de ronquidos, surge un nuevo día cargado de oportunidades. Algunas culturas aseguran que todo está escrito, tal vez con el afán de que dejemos de escribir a los que nos da por desafiar a los teclados a horas tan intempestivas.
Ya se acaba un año que vino cargado de lo mejor y de lo peor, de risas y de llantos, de logros y de fracasos. Disfrutemos con intensidad de los que aún nos quedan por delante.
Esto es lo que hay. Rueda, rueda y requeterueda. Como diría mi otro yo mexicano: “Hasta que se nos ponche la llanta". O como diría un murciano antiguo de los que ya no quedan: “¡Mientras rula, no es chamba!”.

13 comentarios:

  1. Eso de levantarse todos los dias a las 5 para escribir no es arte sino trabajo industrial.
    Prefiero tus relatos :)

    P.D. Tienes una maquina de escribir cojonuda

    ResponderEliminar
  2. Como sea que te organices, pero siempre sigue deleitándonos con tus publicaciones... hasta que se nos ponche la llanta y "a darle, que es mole de olla".
    Besos.

    ResponderEliminar
  3. Pues sí,amiguco,todo sigue la rueda del tiempo.
    Nosotros,el pelo blanco y por dentro...el UNIVERSO
    Muy real tu escrito
    Besucos

    ResponderEliminar
  4. Pues te deseo que sean buenos estos días que le quedan y que el siguiente te traiga salud y alguna cosa buena más.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  5. El mundo gira y avanza sin nuestro permiso, algunas veces nos damos cuenta y otras no. Esa es la vida

    Besitos y feliz fin de semana

    ResponderEliminar
  6. ¡Eso, que siga rodando y rodando, pero a una velocidad adecuada, que luego se embala, se embala...!
    Salu2.

    ResponderEliminar
  7. Hola Jose , y que esa rueda no pare que siga girando , sera señal de que hemos vivido , disfrutado , soñado , y que sobre todo que no estamos muertos , que seguimos vivitos y coleando , me a gustado mucho tú entrada , y más si te levantas a esa hora a escribir , que es cuando más frescos estan nuestros pensamientos , te deseo un feliz fin de semana , besos de Flor.

    ResponderEliminar
  8. Que ruede y ruede y tú escribiendo, para seguir leyéndote. Besos.

    ResponderEliminar
  9. Me querìa detener en ese rodar, en este instante quizà y acertar a decir algo decente pero nada, que sigue el año y el otro y el otro, y la verdad hace tres años no pensaba que fuera posible esto.
    Que termine y comience bien para ti y los tuyos.

    ResponderEliminar
  10. No es lo mismo vivir de la literatura que vivir para la literatura que vivir de literatura. No, no es lo mismo.

    Saludos,

    J.

    ResponderEliminar
  11. Como te decía hay que seguir hasta que se apague la llama, pero me olvidé de que me había llevado las sin azucar y sin querer te las he devuelto, por eso lo he eliminado, ya ves la vida está llena de estos momentos.

    Gracias por este año de amistad y compañía.
    Amor, Paz y Felicidad, en estas fechas y siempre.
    Un abrazo.
    Ambar


    Necesitarán:




    ResponderEliminar
  12. Nada que hacer, el tiempo no se detiene....

    Saludos

    ResponderEliminar
  13. La vida es así...Nada es para siempre!!

    ResponderEliminar