sábado, 23 de diciembre de 2017

La otra Navidad


No se lo digan a nadie, pero tengo que confesarles que no me pone nada la Navidad. Les escribo, en este momento, con un jersey de cuello vuelto y los mocos fuera. Acabo de llegar del mercado de Verónicas. Ni qué decirles de cómo estaba la cosa por allí. En el puesto de churros había un tumulto; dos imbéciles casi llegan a las manos por hacerse con una ración de churros con chocolate. En los puestos del pescado y del marisco los precios estaban por las nubes. Los de la carne a reventar. El aparcamiento colapsado. La Navidad ya es un hecho consumado. El gran monumento al consumo. La lotería pasó de largo ignorándonos por completo. La búlgara que pide en la escalera del aparcamiento, pese a estar en diciembre, estos días hará su agosto. 
Navidad, Navidad, santa Navidad... sonaba en los decrépitos altavoces del mercado el eterno villancico que tanto motiva a los devotos navideños y reconcome los higadillos a los que la odian. 
En Cataluña, la gente no sabe estos días si festejar o salir huyendo. Por aquí sigue sin llover. Papá Noel vino anoche a casa anticipándose al gran reparto que se producirá mañana. Hay que tener amigos hasta en el infierno. A mí hija le dejó a Lala, la muñeca llorona, y a mí me trajo un libro de relatos y microrelatos titulado "Maleza viva", de Gemma Pellicer, una catalana que estos días venderá libros sin saber muy bien qué le deparará el destino.
En realidad, ni a Gemma ni a ninguno de nosotros el destino nos desvela nunca sus verdaderas intenciones. Da igual que escribamos libros, cortemos el pelo, pongamos cañas, o vendamos langostinos descongelados a precio de oro. 
La navidad siempre viene cargada de regalos, de canciones empalagosas, de cuñados sabihondos, de puestos de churros atestados, y de tarjetas de crédito con olor a chamuscado.
Yo llego siempre agotado a la navidad, tal vez por eso, la observo y la siento  siempre con tanto escepticismo. 
Digo feliz navidad por decir algo. No quiero que me vean como el aguafiestas que soy, pero qué más puedo decirles sino me ha tocado la lotería y mi hígado ronronea como un gato enojado mientras lo están bañando.
A los gatos no les gusta bañarse y a mí no me hace gracia la navidad. Y encima cansado, con un jersey de cuello vuelto, y los mocos colgando. Lo del jersey y lo de mis mocos tiene arreglo, pero fiestas aún quedan para rato.
Feliz Navidad para todos los que no tienen ninguna razón para celebrar la Navidad. Ninguna razón, ni ningún euro, ni ningún trabajo, ni tan siquiera una casa, ni una patata cocida, ni nada de nada. En la Navidad se hacen más evidentes si cabe las grandes diferencias entre unos y otros. Entre los pudientes y los desheredados. 
Ustedes perdonen, en Navidad siempre entro en este estúpido bucle. Probablemente, soy tan imbécil como los de los churros. 

18 comentarios:

  1. No tienen nada que ver dos imbéciles peleándose por un puñado de churros con un respetable ciudadano al que le da por pensar en voz alta y con criterio.
    Te deseo que sean felices, aunque no te gusten.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. Lo cierto que los precios por estas fechas se ponen por las nubes con lo cual siempre hay que proveer antes de Diciembre si se puede.
    Sigue con humor en estas fiestas y FELIZ NAVIDAD.

    ResponderEliminar
  4. José, muy buen texto.
    Y si pensar en "Los Nadies" (te sugiero ese poema de Eduardo Galeano) convierte a uno en un imbécil, lo que no creo en absoluto, te aseguro que seríamos varios...Y si los varios seguimos sumando imbéciles tal vez algún día la cosa cambie para ellos y ellas. Y, para seguir siendo imbécil nomás, te sugiero la lectura de "Nochebuena", también de Eduardo Galeano, entre otras tantas lecturas, incluidos el blog de Tesa Medina o el mío propio, en su entrada de viernes, 23 de diciembre de 2016.
    Un abrazo apretado y que disfrutes de estas celebraciones en compañía de quienes amas.

    ResponderEliminar
  5. Que bueno eres escribiendo, me ha encantado. Besos y que lo pases muy bien.

    ResponderEliminar
  6. Genial, JFB.
    A mi tampoco me sienta bien la Navidad.
    Me siento vacía.

    ResponderEliminar
  7. Nada de estúpido bucle, la navidad es también una época en donde aparte del llamado espíritu navideño también nos aflora un egoísmo no premeditado, un "deseo compartir" junto con el "nunca lo hago." asi que pensar un poco en los que no tienen navidad o para la navidad es también un poco de reflexion personal.

    ResponderEliminar
  8. Más falsedad que bondad en estos días.
    Saludos

    ResponderEliminar
  9. Feliz Navidad, lo que es la Navidad. No todo el circo.
    Fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  10. Coincido contigo en muchas de las cosas que dices.En estas fiestas nos hacemos más gregarios, más acomplejados, más miméticos, más convencionales.
    Y, como así soy, a mi pesar, te deseo unas felices fiestas.

    ResponderEliminar
  11. Como te entiendo, sin mocos y sin jersey vuelto que me pican siempre.

    La Navidad me agota, y eso que no sigo casi ningún rito, salvo el de hacer feliz a mis seres más queridos dos días, Navidad 25 y Reyes, me curro mucho los regalos, y me pongo fantasiosa con mi nieta, pero no puedo evitar pensar en todas las personas que no tienen ni lo básico para vivir, en los hogares en los que nadie trabaja y tienen que contarles a sus niños que por allí no va a pasar ni Noel ni sus Majestades... En los que se sienten solos, en los que están enfermos...

    Pásalo como puedas, y piensa que este estado de "imbecilidad" y no me refiero a la que tú te atribuyes, también se acaba.

    Me gusta leerte. Un beso,

    ResponderEliminar
  12. Te entiendo perfectamente...

    Feliz Navidad!! ;)

    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Liliana...

      Leo con agrado algún que otro comentario tuyo en blogs compartidos...

      Y a pesar de la distancia que nos separa, me sumo hoy a tu: Feliz Navidad!! :))))

      Abrazo.

      Eliminar
  13. Hola José.

    Tus comentarios sobre la Navidad, repetidos por muchas personas a las que parece que esta época les hace ver, o por menos destacar, aspectos de la vida diaria como algo excepcional, me trae el recuerdo de tu higuera y sus incipientes despuntes… :)))))

    Loa árboles han perdido o están perdiendo sus hojas de otoño/invierno, las margaritas todavía no han florecido, las yemas en algunas ramas de árbol ya despuntan… Todo parece seguir un proceso natural…

    ¿La Navidad también? ¡No, claro que no! La Navidad sucede en su propio proceso “normal”. Es “normal” que en estas fechas sucedan todas esas cosas que relatas. Y lo es porque la “norma” de la que se dota el ser humano le hace vivir sus propias creaciones. Primero crea el “problema”, la Navidad, y después se queja por tener que sufrirlo. Pero…

    Ello, lo “normal” no sucede en todo ni en todos. No sucede en tu higuera, y no sucede en la vida de otros muchos que, a diferencia de los primeros, no vemos, no queremos, no entramos, en dinámicas navideñas que, más allá de unos días de luces y colores, ¡no son!

    ¿Qué ayer noche me vieron tocar la zambomba acompañando a los de la pandereta por las calles del pueblo…? ¿Y qué? ¡Me encanta la zambomba en estas fechas, las panderetas, el sonido de la fiesta y la alegría, las sonrisas de tantos, los abrazos, la vida…!

    Y por terminar esto que han motivado tus palabras, que las entiendo en su sentido más literal, decirte que en lo único que concuerdo contigo en esta ocasión es en lo de los gatos y el agua… jajjajajajaja…

    Bueno amigo, casi siempre despiertas en mí alguna respuesta que, acertada o no, está hecha con aprecio y respeto.

    Y ya que lo de Feliz Navidad no cuadra contigo, hoy, mis mejores deseos de que disfrutes de estos días especiales…

    Fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tus siempre valiosas aportaciones, Ernesto. Siempre he deseado saber tocar la zambomba pero, como para otras muchas cosas, soy un negado para la música. Feliz Navidad.

      Eliminar
  14. La navidad a mi me da espacio para beber, y escurrir en cada sorbo de cerveza, el calor que por aquí nos mata. Quizás pase la navidad, y en medio de la embriaguez, ni sepamos de ella. UN abrazo. Carlos

    ResponderEliminar
  15. Es una época de sentimientos encontrados, lo mejor es intentar ser feliz, como siempre.
    Salu2 y feliz navidad.

    ResponderEliminar