sábado, 14 de septiembre de 2019

Silencio



El silencio roto por los Bee Gees siempre me incita a escribir. Los australianos como detonante, como mecha, y como inspiración. El silencio como el blanco de toda música, de toda conversación, de todo ruido. El silencio primogenio. El silencio espacial. El silencio abisal. El silencio como una propiedad sin escriturar. El silencio que no oímos pero que tanto nos llega a decir. 
Este verano, junto a mis dos hijas, me asomé, desde lo alto, a la asturiana Playa del Silencio, como el que se asoma a su futuro reconciliándose con su pasado. Hace 24 años me asomé al silencio de mi futuro y hoy tengo dos hijas maravillosas que acaparan mis silencios más preciados.
Les escribo, escuchando el susurro de los Bee Gees, tras leer las primeras páginas de "Hotel Silencio", un libro de una prometedora escritora islandesa. ¿Será Islandia el paraíso del silencio?. 
¿Por qué durante mis silencios encuentro tanta calma y tanta conexión con esa extraña voz que me habla y que tanto me inspira? ¿Acaso andamos necesitando de más silencios ante tanto canto de sirena? 
Desde niño, siempre he sido consciente del valor de mis silencios. Mis mejores juegos no eran con otros niños, eran las aventuras que disfrutaba junto a mi viejo Madelman. Eran mis mudas conversaciones con mis calladas tortugas y con mis silenciosos peces rojos. El silencio siempre me ha dado cobijo y me ha regalado grandes consejos. 
Ahora cuando viajo, incluso por los lugares más ruidosos, me envuelve misteriosamente un halo de silencio que me aisla de su toxicidad.
Somos raros y únicos. Irrepetibles. Tal vez por eso me cuesta tanto relacionarme con la gente que no valora los silencios y que sólo entienden de ruidos.  
Creo que fue Friedrich Nietzsche quién dijo: "El camino a todas las cosas grandes pasa por el silencio".
Nos guste o no, todos sucumbiremos al abrazo infinito del silencio. 

7 comentarios:

  1. El silencio ayuda a encontrarnos. Y a reflexionar. Es tan
    necesario.

    Besos.

    ResponderEliminar
  2. A veces se necesitan silencios. Un beso.

    ResponderEliminar
  3. De acuerdo contigo, el silencio te da ese respiro que se necesita en el día a día, después de andar corriendo.

    Besos =)))

    ResponderEliminar
  4. Deberíamos compartir con más frecuencia nuestros silencios que muchos de nuestros desatinos verbales que a nadie importan.

    ResponderEliminar
  5. Oh! divino silencio...lo adoro! , mi compañero preferido. Muy buena lectura Gracias!

    ResponderEliminar
  6. El silencio y la soledad siempre han constituido mis mejores aliados para alcanzar eso que llaman la armonía interior. Y los Bee Gees, ya casi extintos, (que no su obra)junto con otras músicas, siempre han formado parte de la banda sonora de mis momentos más íntimos. Ahora que también nos ha dejado Camilo Sesto, una parte de mí también languidece...se nos van los mejores como se nos escapa al vida...saludos genio.

    ResponderEliminar
  7. Hola José!!
    Como siempre tus textos son "únicos e irrepetibles" y no me los pierdo nunca.
    Hoy tengo una duda...¿qué tan silencioso tu silencio si estaban sonando los "únicos e irrepetibles" Bee gees?
    Un abrazo inmenso desde el sur del sur

    ResponderEliminar