sábado, 4 de enero de 2020

Al trapo


La vida nos atropella. Un año secede a otro sin contemplanciones. Un problema le hace el relevo a otro más grande. Los políticos van a peor. La frustración social aumenta. Las uvas se nos atragantan y el Roscón de Reyes del Carrefour no sabe a nada. Tal vez, en este malestar general ibuprofénico, influya, de manera considerable, el desafortunado vestido escultórico que lució la Pedroche durante las campanadas de fin de año. 
La vida descolorida y descafeinada con olor a monoxido de carbono y sueldos miserables es el retrato envenenado de la sociedad actual. 
En la otra cara de la moneda, los ricos son cada vez más ricos, los poderosos son cada vez más poderosos, y sus huestes los defienden enarbolando un trapo de colores amarrado a un mástil, y en nombre de Dios.
La sociedad sufre un estrambótico y endiablado proceso de regresión; una especie de nostálgico remember amnésico que nos roba el juicio y nos confronta contra todos en una especie de autodefensa frente al que piensa de manera diferente, reza de manera diferente, viste de manera diferente, o mantiene relaciones sexuales más allá del clásico misionero de postura oferente. 
La integración está dando paso a la desintegración. La cultura es incómoda y subversiva. La salud es un negocio. El vecino me la suda. El egocentrismo se afilia formado un frente común de intocables. 
En este año, que ahora arranca, se sacudirán con fuerza las banderas, se enconarán los discursos, se enfrentará a los pueblos, se robará a tutiplén, se seguirá destrozando el planeta, seguiremos cerrando pequeños negocios comprando en pijama desde el sofá en plataformas que evaden impuestos y fomentan el trabajo precario.
Mientras los ciudadanos de a pie nos enfrentamos tontamente, los poderosos se relamen y nos roban nuestros derechos y nuestro futuro. 
Las banderas son un señuelo. Siempre lo han sido. Son su razón de ser. Y lo peor es que entramos al trapo.

10 comentarios:

  1. Te ha quedado redondo. Muchas felicidades.
    Un abrazo.

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  2. Feliz año nuevo de actos viejos.

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  3. Pero mi bandera es mejor la tuya, así que...

    Saludos,

    J.

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  4. Un poquito de miedo da. Un beso.

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  5. Hay que ser como Sísifo, aunque sepamos que la piedra rodará cuesta abajo, hay que volver a intentar subir.
    Salu2 Jfb.

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  6. Algo bueno habrá en el 2020, seguro.
    SAludos.

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  7. Subcribo totalmente lo que dices, algunas no nos queda otra para conservar la cordura que no salir en la foto e ir por libre, con la esperanza de que esta regresión finalice antes de volver a las cavernas de nuevo.

    Pese a todo, vamos a darle una oportunidad a este 2020.

    Un beso,

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  8. Sembremos: jardines verdes, jardines rosa. Nos hacen falta.

    ¡Un abrazo!

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  9. Maravilloso lo que has escrito Totalmente identificado

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  10. Parece que no has empezado el año con mucha alegría, Jfbmurcia, todo lo que dices es verdad pues no nos queda otra que: "Al mal tiempo, buena cara". Algo bueno nos traerá el nuevo año, yo dede luego te deseo todo lo mejor. Saludos.

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