viernes, 5 de marzo de 2021
La felicidad del burritranco
El burritranco tenía muchas cosas en su contra pero, pese a todo, era feliz. Y no solo se empeñaba en ser feliz, también sentía la incontenible necesidad de hacer notoria y visible su extrema felicidad. Ante el esperpento de sus vecinos, el burritranco se ejercitaba en irrepetibles cabriolas y acrobacias nudistas por todo el vecindario, incluso en horario infantil, lo que lo llevó en numerosas ocasiones al cuartelillo. Sin embargo, y para no tener que reprimir su felicidad, se marchó a una comuna nudista y allí fue el hombre más feliz del mundo rodeado de un séquito de seguidores que lo idolatraban.
Morelaja: No renuncies nunca a la felicidad, en ocasiones, no está en el sitio que la buscas.
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Muy atinada la moraleja.
ResponderEliminarme has hecho sonreir
ResponderEliminarMe parece muy buena moraleja. Besos.
ResponderEliminarMaldito vecinos metiches...
ResponderEliminarSaludos,
J.
Jajajaja.
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