No debería celebrarlo, por insignificante, pero lo voy a celebrar. Soy de los que opina que deberíamos de celebrar mucho más todo lo que nos apetezca, ya que el simple hecho de levantarnos cada mañana es digno de la mejor y más grande de las celebraciones. También deberíamos de celebrar que cuando abrimos el frigorífico tenemos comida en su interior. Que cuando apretamos el interruptor se enciende la luz. Que cuando abrimos el grifo sale agua potable. Que nuestros hijos tienen un colegio al que asistir. Que siempre hay un médico que nos atiende. Que podemos opinar de lo que nos de la gana. Que podemos rezar o dejar de hacerlo al Dios o al santo que nos salvará o nos mandará al infierno, según se tercie.
Yo, a lo que iba, es que este viejo y caduco blog ha alcanzado 300.000 visitas. Once años de trabajo para cosechar las mismas visitas que cualquier "influencer" conseguiría en una mañana evadiendo sus impuestos desde Andorra.
Es bueno celebrar hasta los fracasos.
En efecto, deberíamos celebrar, en lugar de renegar, muchas cosas que hacemos y tenemos cada día. Todo lo que citas y más. Y otorgar valor a ello, aceptar nuestra andadura y tratar de trasladar pensamiento constructivo. Me parece muy bien que celebres ese dato y que continúes al pie del blog. Felicidades.
ResponderEliminar¡Y te deseo muchos más!
ResponderEliminarHaces muy bien en festejarlo todo, Jfb.
Salu2.
A celebrarlo y a por otras tantas más. Besos.
ResponderEliminarMuchas felicidades y salud para poder hacer muchas más.
ResponderEliminarUn abrazo.
La constancia de mantener un espacio como estos luego de 11 años, y luego de que los seguidores de las modas abandonaron el blogger y decretaron una de sus tantas muertes, debería celebrarse.
ResponderEliminarAsí pues: Felicitaciones!
Saludos,
J.
Mis más sinceras felicitaciones. Once años de dedicación se dice pronto. En cuanto a lo que dices de dar las gracias estoy completamente de acuerdo contigo. Lo cotidiano se nos hace tan familiar que no percibimos que sea un logro o incluso un milagro.
ResponderEliminarFELICIDADES en mayúsculas.