jueves, 19 de mayo de 2022
Mal escondido
Me han contado que un señor, estresado a más no poder, decidió apartarse del mundanal ruido escondiendose en el interior de una vieja lavadora. El problema es que no tuvo en cuenta la incomodidad del centrifugado y le costó más el remedio que la enfermedad. Tras renunciar a su idea, y llamar a los servicios de emergencia, tardaron varias horas en poder liberarlo. Para pagar la factura de los bomberos tuvo que financiarse con un banco usurero en 36 cómodos plazos. Dicen que, tras aquello, cada vez que eructa, de su boca salen iridisadas pompas de jabón. Sus vecinos andan preocupados porque, en más de una ocasión, le han escuchado decir: a la segunda va la vencida.
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Los lugares donde huir del mundanal ruido pueden ser infinitos, pero hay que estar muy descolocado para encerrarse en una lavadora. ¿Sería que el personaje estaba seducido por la poesía de Machado y llevaba grabados aquellos versos...Me gustan los mundos sutiles como pompas de jabón, o algo así?
ResponderEliminarYa en serio, realmente el tema es muy actual. Hay mucha gente que busca y encuentra espacios recónditos, marginales, aislados porque resultan insufribles los ámbitos cotidianos. Se pueden encontrar sin grandes recorridos quilométricos. Pregúntese por la vida interior.
Los que no aprenden por las malas, no aprenden nunca. Esos son los mejores.
ResponderEliminarNo diré los mejores qué, eso sí que no.
Saludos,
J.
El lugar fue bastante recóndito y seguro que salió bien limpio, jajaja. Besos.
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