viernes, 16 de febrero de 2024
Vivo y hago
Cuando me pongo a dibujar, hacer collages, o esculturas, olvido patrones, reglas, y normas para adentrarme, sin ataduras, en mi propio y caótico mundo creativo. El niño loquito que habita en mí, y que cuido y mimo como se merece, juega con las formas, los colores, las dimensiones, los materiales, y las palabras en busca de lo inexistente para darle forma temporal, antes de regresar nuevamente a la inexistencia. De la intrascendencia a la inexistencia hay, por consiguiente, un solo paso. Lo efímero de lo que hago es la forma de representar lo efímero de mi propia existencia. Hacer, por tanto, es vivir. Vivo, luego hago. El resultado, o el valor que se le otorgue, o adquiera cada creación, depende en exclusiva del ojo ajeno; del molde único y singular que condiciona cada mirada. Toda mirada juzga y dicta sentencia.
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Lo importante es crear, luego llegarán las reglas o los críticos a decir qué está bien y qué no, como si fueran ellos y no el propio creador quien tuviera la razón.
ResponderEliminarSaludos,
J.