miércoles, 29 de octubre de 2025
Sin frescura
Me estoy convirtiendo en un higo seco. Ya no tengo la frescura ni la espontaneidad de antaño. Cuando leo los relatos que era capaz de escribir, hace más de una década, me sorprendo de la originalidad y la ironía de la que hacía gala. Ahora soy otro; no llego ni a la cuarta parte de lo que fui. Estoy, si acaso, en lo mejor de lo peor. Aun conservo un ápice de ilusión para empujar de este santuario figurado de nihilismo y de contradicciones. Reconozco que este blog ha dado mucho de sí. Mucho más incluso de lo que nunca imaginé. Quizás por ese motivo siga aporreando teclas sobre esta página en blanco, soñando con un renacer, con una nueva juventud, con nuevas y fecundas fuentes de inspiración que ejerzan de revulsivo para volver a publicar relatos a la altura de mis escasos lectores. Escribo como ejercicio de resistencia. Escribo como fe de vida.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

A mí me sucede lo mismo. El blog ha dado de sí mucho más de lo que esperaba. Ha sido el padre de los dos libros que he editado. Me doy por pagado, con creces.
ResponderEliminarEscribir, para mí, siempre fue un acto de vida. Al menos desde que aprendí a hacerlo (a escribir no a "escribir").
ResponderEliminarSaludos,
J.
No te des esos "bajones", cambian los modos y las motivaciones, pero no el contenido, no las esencia. Seguramente es mucho mejor hoy. Luego, la administración del tiempo. Hace 10-15 años, los blogs tenían entradas muy extensas, igual los comentarios, hoy todo es más breve.
ResponderEliminarNos visitábamos tu y yo... No sé por qué dejamos de hacerlo.
Te dejo un abrazo.