Este fué mi primer intento de hacer un libro. Imprimí doscientos cincuenta ejemplares y ya solo me queda uno. La verdad es que me resultó una experiencia maravillosa, que fué posible gracias a la inestimable ayuda de mi amiga Rosa Vera, que me hizó una edición que supera con creces en calidad al contenido. La portada es obra de un prestigioso escultor gallego, que me ha prohibido utilizar su nombre en vano, y por lo tanto, siguiendo sus instrucciones omitiré su nombre y me ahorraré también el agradecimiento.
Por las prisas, no fué corregido adecuadamente y tiene más fallos que una escopeta de fería, pero yo lo quiero con la locura que un padre quiere a sus hijos por feos o tontos que estos sean.
A mi la mayoría de esos relatos me siguen gustando como el primer día.
Cuando mi precaria economía me lo permita, publicaré el segundo, ya lo tengo preparadito.
Es seguro que resultas ser un buen padre por eso la dedicacion y el empeño que sueles colocar a todo tu trabajo ojala pueda leer al menos uno de los relatos que estan en ese tu primer hijo seguro que seran tan divertidos como los del segundo vastago.
ResponderEliminarNaaa... el primer trabajo es el mejor de todos, siempre lleva implicita la valentia de crearlo y hacerlo posible..
ResponderEliminarSolo pido el ejemplar que me corresponde, cuando seas famoso.. presumir que te conozco .. besos
No me canso de leer los trocitos de México que se reúnen en las Vias Ordinarias ¿Cuándo decías que salía el último? Algo me dice que pronto... enhorabuena =_= Un abrazo
ResponderEliminar*vidas
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