Desde bien pequeño me han apasionado los contorsionismos. Los primeros recuerdos en este sentido me vienen del circo, ese espectáculo errante y nostálgico, cargado de emociones y sorpresas como la vida misma. La vida es un circo maravilloso en el que sobreviven los contorsionistas como héroes que se doblan ante la adversidad, o ante su público, como cañas de bambú. La vida, ahora, se ha transformado es un circo gigante sin carpa lleno de forzados y novatos contorsionistas. El que no se contorsiona se quiebra o se arroja por un balcón para convertirse en un triste titular de prensa y criar malvas.
El contorsionista sufre en sus comienzos, como el atleta sufre en sus primeras carreras o como un artista, mientras pinta sus primeros cuadros, se pregunta: ¿Y para qué coño pintaré yo esta mierda? Luego vienen los redaños, el perseverar, el reafirmarse y creer en que si otros pudieron correr, pintar o contorsionarse como una palmera movida por un vendaval, nosotros no íbamos a ser menos.
Para llegar a ser un gran maestro de la contorsión hay que empezar por flexibilizar. Deberíamos pensar que otras posturas son posibles aunque rocen los límites de nuestra lógica o de la física cuántica. Nuestro cerebro se resistirá, nuestras articulaciones se resentirán, nuestra mente querrá evitar, a toda costa, esas nuevas posiciones en apariencia incongruentes e innecesarias, pero al final, después de esa feroz lucha interior, aparecerán el entendimiento, después el disfrute, más tarde el reconocimiento y, por último, el éxito.
Todo ha cambiado a nuestro alrededor. Los espectadores, los músicos, los payasos, los trapecistas, hasta el domador ha cambiado. Lo fácil ahora es difícil. Lo que nunca pensábamos hacer es ahora lo que nos da de comer. La contorsión está de moda y aún hay quien no se ha dado cuenta.
Yo mismo escribo este texto haciendo el pino puente con una sola mano, mientras que, con la otra, me preparo, como cada mañana, el café de Intermon.
La verdad, nunca pensé que fuera capaz de tal cosa. El contorsionismo es una putada pero, al final, se le acaba cogiendo el gusto.
buenos dias, naturalmente ke esta vida es un gran circo, unos dias haces una actuacion expectacular, otros dias regular, y desgraciadamente algunos dias la actuacion llega a salir hasta mal(la gran mayoria de veces sin intencion), pero sale mal. Con todo esto vengo a decir, ke hoy en dia hay ke acostumbrarse a todo, tanto bueno, malo o regular. Como dices Pepe, hay ke volver a cosas ke antes no haciamos o si las haciamos y las habiamos olvidado. Hay ke luchar cuerpo a cuerpo, hay ke reinventarse, hay ke resurgir, etc..... Para mi hay esta el existo en este gran circo(la vida), ke nos toca vivir en estos momentos.... Saludos desde CT.
ResponderEliminarBueno yo pienso que la vida no es un gran circo si no que no es mas que un escenario gigante en donde cada uno de nosotros montamos nuestro propio circo y terminamos colocando cada personaje, y todos los días inventamos una serie de rutinas eso si cimentadas en errores y aciertos, en risas y llantos pero que pase lo que pase sabemos que la función debe continuar, contorsionistas o no siempre vamos de malabar en malabar para lograr sobrevivir. Así que hay que doblar el destino para ir de trapecio en trapecio.
ResponderEliminarCONTORSIÓN=EVOLUCIÓN, hemos vivido tiempos donde casi que con la mano cogíamos los peces desde la orilla, sin esfuerzo e incluso con la cerveza en la otra mano, ahora tenemos que remangarnos los camales y mojarnos en el rio para acercarnos a por el premio, los más valientes y luchadores idean prácticas y estrategias para seguir con sus capturas, otros siguen esperando en la orilla pensando que como siempre pescaron así, es cuestión de tiempo que vuelvan a acercarse a la orilla. Como decía un buen amigo...el que no dobla, no mama...
ResponderEliminar!Que tiempos más dificiles! se te tronchan los planes y hay veces que por más contorsionismo que hagas, los gastos no te dejan abanzar...tienes muchas ideas y todas te parecen buenas y viables, pero el freno de la economía es tan grande que no avanzas ni aunque te remolquen.
ResponderEliminarAsi me siento yo...haciendo la voltereta pero hacia detrás, no hay manera de salir de este bucle...abandono, ya son muchos años de espera...mi sueño no se hará realidad...voy a buscar otro por que lo importante es soñar...
Marina, por favor, nunca dejes de soñar, no desfallezcas y sigue tocando puertas. Quizás haya alguien que este buscando lo que sólo tú puedes aportar.
EliminarGracias por darme ánimos, quizás dentro de un tiempo cuando los planes que tengo a corto plazo desaparezcan, este llamando a tu puerta, ¿quien sabe?
ResponderEliminarJajaja que bueno, me ha encantado.
ResponderEliminarLa contorsion es nada más que supervivencia, la crisis siempre ha existido,la vida es una carrera de obstáculos, todo depende de la manera que quieras pasarla y lo flexible que seas ante la adversidad,se debe usar la inteligencia, la fuerza y la humildad. Ánimo si podemos.
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