Albert Camus y Murakami esperan a que acabe con Anna Ballbona. Yo espero a que mi hija Ana María se despierte y por fin pueda quitar el Cantajuegos. Mi padre espera que lo llame. Y España espera gobierno.
Pensándolo bien, todos estamos esperando algo, un algo que en ocasiones sucede y en otras no. Lo importante es esperar.
Yo me relajo mucho en las esperas, ya sea en la tranquilidad recogida de la consulta de un dentista o en el bullicio histérico de un aeropuerto. Esperar bien es un oficio en sí mismo, ya que gran parte de nuestra vida nos la pasamos esperando.
Tengo un amigo que se pasa media hora esperando en el retrete antes de defecar. El pobre espera a su propia mierda como a agua de mayo. Esperar por una buena cagada merece la pena -dice. Esperemos que tanto esperar al nuevo gobierno de España no nos traiga como resultado una gran cagada, como la de mi amigo.
Hay mucha gente que no sabe esperar y se desespera. La desesperación acarrea muchos más problemas que la paciencia. Ser paciente o impaciente define una forma de ser y, por tanto, condiciona toda una vida.
Yo espero paciente a mis vacaciones. La Escala me espera a mí. Mi novela "Valdepiedras" espera, durmiendo, el sueño de los justos.
Pese a todo, no se confíen, hay cosas que no tienen espera. He oído decir a mí vecina que se le ha pasado el arroz. Y lo ha dicho tan compungida que me ha hecho dudar. ¿Será bueno esperar o no? ¿En qué quedamos?
Un poco de paciencia no viene mal. Aunque reconozco que muchas veces, a mí me falta.
ResponderEliminarDicen que saber esperar tiene su recompensa. No sé...
Un abrazo, Feliz fin de semana.
Yo creo que el dominio de los tiempos es un arte que no todo el mundo controla. Un abrazo, Amalia.
EliminarVale la pena saber esperar.....también es algo que se aprende con la edad, te lo dice una exdesesperada! Jaja
ResponderEliminarFeliz semana =)))
Así es, Liliana, de jóvenes lo queremos todo ya, y así nos pasa lo que nos pasa. Saludos.
EliminarLa vida en la frontera no espera...cantaba Radio Futura y es que hay cosas donde se pasa la vida esperando sin nada que esperar.
ResponderEliminarYo aguanto bien las esperas sin desesperarme. Pienso que quien resiste la espera como yo, tiene un gran mundo interior y por lo tanto, no se aburre (pero no soporto estar estreñido).
En cierto modo la vida no espera a nadie. Hay algunos trenes que no vuelven a pasar. Afortunadamente hasta el rabo todo es toro. Saludos, Buscador.
EliminarNos pasamos gran parte de la vida esperando, por un turno, una respuesta, una llegada, una salida. Una gran prueba a la paciencia.
ResponderEliminarUn beso.
Así es, y los que viajamos por trabajo, esas esperas nos ocupan un tiempo muy grande. Por fortuna, yo lo empleo para leer y escribir. Un abrazo, Sara.
EliminarYo, soy demasiado ansiosa quiero todo para ayer jajaj pero me he reido mucho con tu post esa parte de esperar para cagar jajajajajajjajajajaj
ResponderEliminarUn abrazo grande.
mar
El manejo de los esfinteres es todo un ritual, y claro, se lleva su tiempo. Un abrazo.
EliminarYo también me paso el día esperando. ¡Y no hay rato más injusto, desagradabale y desesperante! ¡Cómo me gustaría mandar a la porra a los que me hacen esperar! Lo considero una falta gravísima de educación.
ResponderEliminarY me callo, que si no, me vuelo.
Salu2 sin esperas.
Sí hay gente impuntual por sistema, vamos porque les luce a ellos...Saludos.
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