Llueve sin parar. A cántaros. A revientaparaguas. Llueve como en un Diluvio Universal en grado de tentativa, con la salvedad de que, como no estábamos avisados como Noé, ni hemos hecho un arca, ni testamento, ni nos hemos puesto el neopreno, ni nada por el estilo.
Es cierto que nos hacía falta agua, claro que sí. También es cierto que ya había gente pidiendo que se sacaran los santos en rogativa. Pero esto ya es pasarse de castaño oscuro. ¡Mire usted! ¡Ya está bien, hombre! ¡Por los clavos de Cristo! ¡Qué pare de llover de una puñetera vez! ¡Qué ya le hacen a uno hablar mal, joder!
Las goteras se han apoderado de mi vida. Mi casa es una réplica a escala de las Cataratas del Níagara. Los patitos de goma de mi hija deambulan enloquecidos, de un lado a otro, arrastrados por la virulencia de los improvisados cauces que transitan alegremente por mi domicilio como Perico por su casa.
Las goteras se han apoderado de mi vida. Mi casa es una réplica a escala de las Cataratas del Níagara. Los patitos de goma de mi hija deambulan enloquecidos, de un lado a otro, arrastrados por la virulencia de los improvisados cauces que transitan alegremente por mi domicilio como Perico por su casa.
Un tremendo relámpago acompañado de un trueno, que parecía la explosión de una bomba nuclear de tropecientos megatones (Por cierto, hablando de megatones, de pequeño me comía unos Megatones, de Cropan, que costaban diez duros y que estaban de rechupete)... ¿Y por qué les contaba yo esto? ¡Ah! Porque el trueno gordo y el rayo megatónico me ha dejado la planta superior de la casa sin luz. La de abajo aún la conserva. El horno, al parecer, ha reventado como el Lagarto de Jaén. Aún estoy auditando los desperfectos. A ver los del seguro qué me dicen...
Llueve, como les contaba, como si no hubiese un mañana. En Murcia, llevamos varios días con intensas lluvias y las ramblas y los cauces ya no aguantan más. Venecia es un secarral al lado de nuestra ciudad. ¡Qué indefensos estamos frente a los elementos! Frente a la madre naturaleza, a la que tanto ninguneamos, no tenemos nada que hacer.
En estos casos, tan sólo nos queda rezar hasta sacarle brillo al rosario.
¡ Sálvese quién pueda!
¡ Sálvese quién pueda!
¡Cuánta agua! ¡Nunca había visto llover durante tantísimas horas seguidas!
ResponderEliminarFrente a la naturaleza, somos una birria.
Salu2.
jeje me has hecho reír con tus ocurrencias, claro que no me río de tu situación, estrenaré rosario para incluirlos a ti y familia en el rezo, vale?
ResponderEliminarFeliz Navidad!
=))))
Y a mí que no me gusta la lluvia, pero lo que sí parece es que... o llueve mucho o no llueve nada, parecer no hay término medio.
ResponderEliminarTe deseo que pases unas felices fiestas llenas de amor, paz y felicidad, pero no sólo para estos días, sino para todos los días del año 2017.
¡Feliz Navidad!
Besos.
Espero que el temporal no te haya fastidiado demasiado.
ResponderEliminarLa verdad es que creo que esto tiene que ser producto del cambio climático, que pese que algunos renieguen de él, esto no es ni medio normal. Nosotros estuvimos igual hace un par de meses y ver mi pueblo, Dos hermanas, bajo agua fue una imagen de la que nadie podía dar crédito.
Un abrazo !!
y besitos
Espero que cese la lluvia.
ResponderEliminarMis mejores deseos de felicidad en esta Navidad y siempre.
Un abrazo.
Borracheras de lluvia tenemos los murcianos. No conocemos la moderación y la constancia.
ResponderEliminarUn abrazo
Lo mismo nos ha pasado por aquí, al menos podía llover café en el campo, como cantaba Juan Guerra. Y lo peor es la perdida de vidas humanas. En Valencia el temporal se ha cobrado cuatro. Aquí o se tira un año sin llover, o cuando nos cae encima la jodida "Gota Fría", nos podemos cagar. Me ha hecho gracia eso de reventar como el Lagarto Jaén. Mi madre era andaluza, y usaba mucho esa expresión.
ResponderEliminarAbrazo y felices fiestas.
Espero que tras el diluvio venga la lluvia de champán para celebrar la Navidad. ¡Felices Fiestas!
ResponderEliminarEsto de la lluvia y la forma que tiene de caer; ademas de las tamperaturas y la falta de estaciones, me preocupan mucho. Ya echaba de menos las cuatro estaciones que se van quedando en dos...pero bueno, despues de tanto tiempo sin llover, se agradece el agua venga como venga.
ResponderEliminarUn saludo amigo
Deseo que tú y todo tu círculo de personas queridas y amadas, estén en armonía y paz... con la consiguiente felicidad. Que tengas todo para lograrlo.
ResponderEliminarAbrazo.
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