viernes, 31 de diciembre de 2010

¡Feliz 2011 amigos! ¡Os quiero!











Terminamos este soporífero año 2010 y, según todas las previsiones, el entrante será de aupa. Me ha venido bien esta infección estomacal en plenas navidades, ya que me ha hecho perder el feo hábito de comer. Llevo una semana donde tan solo me he comido seis o siete manzanas, dos litros de Aquarius, diez litros de agua, tres platos de sopa, seis tazas de caldo, un poco de jamón cocido, un poco de arroz hervido, una pechuguita de pollo a la plancha y siete tacitas de manzanilla y creánlo: ¡sigo vivo!. El año que viene seguiré todo el año esta dieta y así conseguiré dos cosas: bajar de peso -que falta me iba haciendo- y aumentar mi indice de ahorro, para compensar las subidas del combustible, la hipoteca, la electricidad, etc. Bueno, para resumir, que sube todo menos la líbido que está por los suelos.




Yo creo que nuestro despopularizado Presidente Sr.Zapatero, en lugar de haberse chupado la crisis el solito, tenía que haberle cedido el relevo al lumbrera de Rajoy, para, de ese modo, que los dos se hubieran llevado los deméritos de apechugar con las reformas y los recortes. Da igual, el color del gobierno en el poder. En el entorno europeo, no queda gobierno sano. Enarbole la banderita azul o la bandera roja, los mercados nos las están dando todas en el mismo lado.




Pero yo no pretendía liarme con esto de la politica, porque me pongo más descompuesto de lo que estoy, sino lo que quería era darle un capricho a una lectora, que me ha solicitado que ponga más collages, ya que al parecer, como a mí, le fascinan. Y, claro, compréndanme mis escasos y queridos lectores, siendo las fechas que son, aunque yo no sea Papá Noel, me voy a dar el capricho de concedérselo.




La moraleja de esto que escribo es mi deseo, o mi sueño, o mi esperanza, de que ojalá y con esa misma facilidad, a todo el mundo esta noche, cuando brinden, griten: ¡Viva el 2011! y formulen su deseo para ese año nuevo, se les cumpla a todos igualito de fácil.




¡Quieranse mucho! ¿Sino se quieren ustedes, quién les va a querer?

miércoles, 29 de diciembre de 2010

El estrés, el puto estrés


El estrés es algo muy puñetero, es un querer y no poder, es un amontonamiento incoherente de deberes incumplidos. Una puta desazón. Nos apuntamos a todo. Nos metemos en mil fregaos y ¡Crac! Nos quiebra algo por dentro que nos deja baldaos. El idioma castellano, que tanto quiero por ser muy sabio, tiene refranes magistrales para evidenciar la sinrazón de los que no reconocen el peligro y las desventajas de andar estresado, algunos de ellos, como estos dos, son verdaderas joyas: "El que mucho abarca poco aprieta" y otro precioso que dice: "No por mucho madrugar amanece más temprano".
Queda evidenciado en el refranero -que es fiel reflejo de nuestra identidad cultural- que los españoles tradicionalmente hemos luchado contra el estrés, y no ha sido, hasta tiempos muy recientes, donde estamos perdiéndole la batalla.
Por tanto, desde mi cama, postrado por una extraña dolencia estomacal, mientras por mi ventana veo revolotear a alguna invernante lavandera blanca y un perro ladra sin cesar -el muy cabrón-, creo entender, no sé si por motu propio o fruto de tanta medicación, que el estrés es un negocio contemporáneo, como Mcdonald´s, del que nos hemos hecho clientes tan ricamente. Mcdonald´s nos engorda y el estrés nos aturde. De ese modo tan envidiable, engordados y aturdidos, llegamos a casa, encendemos la televisión y ¡cataplof! Nos hacemos el harakiri.
R.I.P. Requiescat in pace.
En ocasiones en mis viajes, me encuentro con gente desestresada, tranquila, contemplativa. Increíblemente todavía quedan lugares y gente sin enfermar, como el tipo de la foto. ¡Qué maravilla! Así sentadito, viéndolas venir...

sábado, 25 de diciembre de 2010

La historia de España jamás contada


Ayer, dia de Nochebuena, tuve la grandísima suerte de ir a cenar con mi abuela: Mercedes Faura Gimenez (Murcia-1914). La conversación que mantuve con ella, pese a sus 96 años y medio, me ha hecho reflexionar profundamente sobre la historia de nuestro país, ya que suele suceder que los que la vivieron no están muy conformes con lo que se escribió. Mi abuela ha vivido y sobrevivido a decenas de crisis financieras y varias guerras. Le tocó nacer en plena depresión por las últimas guerras coloniales en Africa, Cuba y Filipinas. En su barrio, según le alcanzó a contar su madre, de cien que se fueron a Cuba, sólo regresaron "cantando" diez. Ella no pudo ir al colegio, de hecho, no era extraño que, en 1920, los niños españoles no pudieran permitirse el lujo de ir a la escuela, y se les obligaba a trabajar desde que aprendían a caminar.

Ella se casó a los 14 años, con mi abuelo Antonio que tenía 16. Mi abuelo con 16 años, ya se había quedado huérfano de padre y madre, porque en aquella época, en España, los médicos eran para los ricos y los pobres se morían por una diarrea, una gripe o un ataque de caspa.

Mi abuela Mercedes tuvo nueve hijos y varios abortos. Por aquel entonces, todos los españoles sabían que tener muchos hijos significaba tener ayuda para sacar a la casa adelante. La Guerra Civil Española le pilló a mi abuela en plenas tareas reproductivas. Entre bombardeos y escaramuzas, entre paseíllos nocturnos para fusilar a los simpatizantes del enemigo, entre informadores que denunciaban a cualquiera por no hacerle el rendibú y besarle la mano al cura de Santa Eulalia, ella, dio cobijo a un huérfano de la República, a los hijos de soltera de su hija mayor que emigró a Barcelona, y daba pecho a los hijos de las mujeres de la vecindad que iban a trabajar a las casas de los señoritos de la Falange.

Por aquella época, los alemanes trabajaban en la fábrica de La Pólvora. Un inglés tenía, en lo que ahora es el barrio del Infante Don Juan Manuel, una fábrica de cañas de pescar que daba trabajo a cientos de mujeres. Los carros, tirados por animales, se movían por calles embarradas, hasta que llegaron los primeros adoquines y más tarde los primeros coches de gasógeno.

Mi abuela continuaba criando y criando, hijos, nietos, refugiados. La guerra dio paso a la posguerra, que en Murcia, si cabe, fue peor que la propia guerra. Entre Los Dolores y Beniaján explotó una caldera en una empresa y murió hasta el gato. Las riadas devastaban Murcia cada dos por tres. La situación económica, cada vez peor, provocó una enorme migración de murcianos hacia Francia, Alemania y Suiza, incluso hacia Argelia que, por aquella época, aún pertenecía al Protectorado francés.

La comida era mala y de escasa calidad. De hecho, yo estoy vivo por obra y gracia del Doctor Fleming. Mi padre cuando era pequeño comió cerdo en mal estado y casi se muere. Le dieron incluso la extremaunción, pero cuando salía el cura por la puerta, entraba un tío de mi padre, que era taxista, y consiguió penicilina de estraperlo en Barcelona. Todo fue inyectársela y volver a la vida.

España era todo ruina, miseria y migración hasta que un buen día Franco estiró la pata y Arias Navarro, lloricoso, anunció la liberadora noticia. El luto falangista, con camisa azulona y bigote hitleriano, dio paso a una explosión de libertad, de expectativas y de entusiasmo generalizado.

Tras la entrada a la CEE, las ayudas europeas comenzaron a activar la economía. Los inmigrantes y los exiliados políticos españoles comenzaron a retornar a nuestro país, del que nunca tuvieron que haber salido.

Mi abuela Mercedes no tiene miedo de esta crisis. Sabe, por experiencia, que no hay crisis que pueda con la voluntad de las personas. Ella no tiene ni miedo a la muerte. Su vida pasó de la pobreza absoluta, a vivir con la seguridad de un estado libre y moderno. Ha visto crecer a sus hijos, a sus nietos y a sus bisnietos, de los que ha perdido hasta la cuenta.

A sus casi 97 años, le fastidia un montón que la mayoría de los partidos del Barca, los den en los canales de pago. Disfrutó como nadie, cuando Iniesta con su gol, nos hizó campeones del mundo de fútbol.

Anoche, seguía exigiéndole a mi padre que no chillara tanto, porque le pone la cabeza loca -mí familía es de mucho chillar- Cenó poco, porque últimamente se encuentra mejor no cenando, y tan sólo le gusta tomar un flan antes de acostarse.

A ella le he dedicado este libro y, como no sabe leer, pero siempre ha sabido escuchar, disfruté leyéndole uno de sus relatos y le encantó. Me dijó: ¡hijo mío, que bien escribes!

¡Amor de abuela!







jueves, 23 de diciembre de 2010

Momentos de ida y vuelta


Bajo este título, por fin a visto la luz mí segundo libro. Cuando finalizaba el año 2009 y me planteaba mis retos personales para este año, que casi ya termina, entre ellos estaba el crear un nuevo libro. Esta nueva obra, con mucha más calidad y rigor que mi opera prima: "Vidas Ordinarias", no hubiera sido posible sin la incansable e increíble participación de mi editora y compañera, Beatriz LLamusí, que desde su puesto de combate en México D.F. me ha ido corrigiendo y asesorando en todo momento. Ha sido ella, por tanto, la gran coautora de esta obra llena de amor, humildad y solidaridad.

Me siento orgulloso de presentarlo, aquí en mi blog, en un momento donde casi ya estoy consiguiendo mil visitas mensuales, que no es mucho, pero me llena de satisfacción ir comprobando, como cada día, me siguen lectores de lugares tan dispares como: México, Colombia, Perú, Polonia, Croacia, Estados Unidos, Australia...

Muchas veces me he preguntado: ¿Quién coño me leerá en Croacia? ¿Y en Australia?

Estoy, con la ayuda valiosísima de Beatriz, aprendiendo a escribir, a tener menos faltas de ortografía, de puntuación, de estilo, y voy mejorando. Es terriblemente difícil, pero lo vivo como una aventura maravillosa.

Momentos de ida y vuelta da cabida a treinta y un relatos de una gran diversidad de temas, que van desde el humor, al sexo, la reivindicación, la soledad, la desilusión y el disparate. Con situaciones que tienen como escenario el Aeropuerto Benito Juaréz o el de Barajas, las calles de Bogotá, un balnerario en Portugal, o nos llevan desde la barra del Bar Josepe en Murcia hasta las antiguas posesiones españolas en el África colonial.

Gracias al portal de autoedición Bubok, este libro ya está a la venta por internet, espero que os guste.
Cuando terminen de leerlo, posiblemente al igual que yo, lleguen a la conclusión de que la vida son cuatro ratos.



miércoles, 22 de diciembre de 2010

Felicitación de Navidad a NLV Portugal


Noel, Luis y Víctor no son los tres Reyes Magos de oriente pero sí de Portugal. Si hubiera muchos como ellos en el país luso, la agencia Moody´s no estaría clasificando de ese modo a nuestro hermoso país vecino. Estos tres individuos están realizando un maravilloso trabajo distribuyendo Tahe, con tal empeño y entusiasmo, que en muy poco tiempo han entrado a estar entre los mejores distribuidores de esta prestigiosa marca de cosméticos internacional.

Su resultado no es fruto de la casualidad, sino de un trabajo generoso y un afán de superación increíble.

Cuando he recibido hoy este regalo navideño, me he emocionado mucho, ya que el detalle representa un sentimiento común de aprecio y consideración.

NLV, representa un sueño, la fuerza de la unión de tres amigos que un día decidieron luchar juntos para salir adelante, sin depender de nadie, tan sólo de ellos mismos. Desde Tahe les estamos ayudando en todo cuanto podemos, sus éxitos son los nuestros, sus sueños también.

Enhorabuena Noel,enhorabuena Luis, enhorabuena Víctor.

Y gracias por este regalo, pero el mejor regalo es contar con vosotros un año más.

Que el próximo año 2011 os llene de satisfacciones.

Un fuerte y triple abrazo.

martes, 21 de diciembre de 2010

Me fascina el collage


Lo dicen los expertos: el collage es un arte menor y yo no soy nadie para llevar la contraria a gente tan estudiada. Pero, a pesar de ello, a mí me fascina. LLegué a él por mi incapacidad para dibujar algo mínimamente aceptable, de tal manera que tenía dos opciones: desistir de expresarme artísticamente o buscar una alternativa, y en esa crisis personal es donde lo encontré. De aquello han pasado más de quince años. Por el camino me obsesioné por la escultura-emsamblaje, que, a la postre, viene a ser lo mismo, combinar materiales, colores y texturas, para crear algo, una expresión que para algunos será arte y para otros una mierda.

Hoy he sacado del cajón estos monaguillos de cartón-piedra que fotografié en una iglesia en la que contabilicé hasta una hucha petitoria cada dos metros cuadrados.

La cultura está en crisis, la Iglesia no.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Cenas de empresa a mogollón


Comer, beber y pasarlo bien es la finalidad más reconocible que se presupone en toda cena de empresa en Navidad. Pero eso es solo la punta del iceberg.

De manera soterrada, en ocasiones, los fines son mucho más espurios y perversos. De hecho, las malas lenguas han bautizado a estas cenas como "la fiesta de San Cornelio", debido a que representan la gran oportunidad de tirarle los trastos a tus compañeras de laburo a discreción, mientras el marido de la víctima, cambia pañales y calienta biberones a troche y moche.

Con la excusa de llevar alguna copita de más, uno arriesga hasta los calzones, por darse un revolcón con el que saciar su ego de macho alfa, y así poder tener alguna nueva batallita que contar a los compañeros a la hora del almuerzo.

Se sabe de cenas donde hay coreografías de compañeros desnudándose a lo Full Monty, con calzoncillos de Calvin Klein comprados para la ocasión. De compañeras con gorritos de Papá Noel y ligueros a lo Cicciolina, por lo que pueda caer. De cenas que acaban a hostias y, sobre todo, de cenas que no acaban en nada y las expectativas quedan convertidas en tener cien euros menos en la cartera, una multa de seiscientos euros que te cascan en un control de alcoholemia o una pelea conyugal de mil demonios.

Las chicas de la foto, cual monjitas de clausura, celebraron su cena de Navidad entre ellas, muy comedidas, huyendo de las tentaciones de la carne cruda en barra, y disfrutando de unas chuletitas de cordero lechal que estaban de rechupete.

¡No todo iban a ser cuernos!

sábado, 18 de diciembre de 2010

Ensalada murciana de Navidad


En el día de hoy, mis queridos lectores, voy a exponer una sencilla receta de ensalada con ingredientes típicos de mi tierra, la Región de Murcia, ese rinconcito desconocido y maravilloso del sureste español.
Esta ensalada es muy apropiada para las fiestas navideñas. Combina el salado del bonito y lo dulce del tomate raf. Para mí es muy importante la presentación.
La vista nos motiva a comer y, para que esto suceda, no basta con tener grandes ingredientes, hay que saber colocarlo todo, de tal manera que la composición nos seduzca. El sentido estético de la colocación de los ingredientes es una parte fundamental de la nueva gastronomía.
Dicho esto, paso a enumerar los ingredientes de esta exquisita y refrescante ensalada murciana donde las haya:

1- Tomate raf.

2- Tallos encurtidos de alcaparra.

3- Cebolla tierna.

4- Habas tiernas.

5- Caparrones encurtidos.

6- Bonito en salazón.

7- Aceite de oliva virgen extra.

8- Sal.

9- Vinagre de Módena (opcional).

En la fotografía, se puede apreciar básicamente cómo se elabora y se coloca. Los consejos más interesantes serán: elegir los mejores ingredientes, lavarlos bien, cortarlo todo de manera proporcionada y utilizar una bandeja o un plato suficientemente grande, inclusive, si cabe, más grande que el de la imagen.
Los tallos encurtidos, que son ramitas tiernas de la planta de la alcaparra, van colocados justo debajo del bonito salado. Las habas, una vez peladas, van mezcladas con la cebolla tierna. Los caparrones, que son el fruto de la planta de la alcaparra, ya que la alcaparra en sí, es el capullo de la flor, se intercalan entre cada rodaja de tomate raf. El consejo final sería poner el aceite, la sal, si gustan el vinagre y, una vez aliñada, colocar el bonito encima de los tallos.
Espero que les guste esta propuesta tan mediterránea.

El beso negro


El beso negro es una práctica sexual de dudosa reputación, pero más habitual de lo que nos imaginamos. Por motivos que no voy a explicar, no describiré el modus operandi. En ocasiones, es mejor obviar los detalles. El beso negro es el título de este collage que presento hoy aquí en primicia y que tiene mucha historia.
Nació de la mezcla inesperada de un fotomontaje de mi innombrable maestro gallego y una foto que tomé en el carnaval mexicano de Tlaxcala durante un viaje de trabajo. La lluvia de besos tradicionales, a modo de mariposas, pierden su delicadeza cuando los besos se posan en semejante orificio, y es ahí donde los labios se ennegrecen.
Espero que les guste este beso negro o, si prefieren, el otro.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Bugarach y el fin del mundo


El fin del mundo se acerca. Nos quedan cuatro siestas. Disfruten todo cuanto puedan. Por enésima vez una profecía nos anuncia que el cielo y la tierra se juntarán. Se liará un guirigay de mil demonios. Guapos, feos, arquitectos, ingenieros, albañiles y labradores: todos nos iremos al carajo y chimpún.
La nueva fecha fatídica será diciembre de 2012. Al parecer, según fuentes bien informadas, tan solo una montaña sagrada para los Cátaros, situada al sur de Francia, y un pueblo que hay en sus estribaciones, llamado Bugarach, se salvarán de la hecatombe final.
Por lo tanto, escasos lectores, tenemos que planificar muy bien qué vamos a hacer los próximos y últimos meses de nuestra existencia, para dejarlo todo hecho y disfrutado, antes de que vengan a pasarnos la factura desde el más allá.
Tengo que reconocer que el fin del mundo me aterraba desde pequeño. Escuchaba de invasiones extraterrestres, de mareas que inundarían todo, de mercados despiadados, de un Dios todopoderoso que vendría a ponernos en nuestro sitio por ser todos unos pecadores de la pradera y unos especuladores.
Esto del fin del mundo me recuerda mucho al cuento del lobo: ¡Qué viene el lobo! ¡Qué viene el lobo! De tanta publicidad, ya nadie se lo cree.
Nuevamente, se anuncia otro final. Los habitantes de Bugarach serán los afortunados que se librarán de esa muerte horrible. Posteriormente, según parece, serán los llamados a reproducirse de manera bestial para repoblar la Tierra.
Se sabe de varios machos ibéricos que, en un heroico intento por conseguir que nuestros ancestrales genes no sucumban, se han empadronado en esa pequeña población francesa y se han sometido a una dieta rica en calcio y fósforo. Se preparan, con valentía y rigor, para lo peor, a sabiendas de que, si en enero de 2013 siguen vivos, posiblemente les temblarán las piernas.
¡Pobrecitos!
En la foto, vemos al Cristo de Monteagudo. Al parecer, algunos de los machos reproductores, antes de salir de Murcia hasta Bugarach, han subido de rodillas a rogarle al santo. ¡Suerte, muchachos!

martes, 14 de diciembre de 2010

¿Cómo afrontar el 2011?


Ya he perdido la cuenta de los años que llevamos metidos en esta puta crisis. Están siendo duros. Está resultando muy jodido aguantar la vela en medio de un temporal, donde soplan tan fuertes los vientos como las dudas. Lo que me sorprende es la actitud de mucha gente, que aún piensa en el papá Estado, que todo lo puede, todo lo resuelve y todo lo subvenciona.

¡Españoles todos! ¡La teta de la vaca se nos secó!.

¿Qué haremos ahora?

Es difícil dar recetas mágicas a los demás. Cada realidad es diferente y no creo que haya una sola receta, más bien lo que habrá será muchas recetas. Yo, con valentía, sin miedo a que se me juzgue, y asumiendo el riesgo a que se me malinterprete, voy a exponer las mías a modo de decálogo:

1- Lucharé contra el `vale todo´.

2- Apostaré por la calidad frente a la cantidad.

3- Huiré de la improvisación.

4- Detestaré el riesgo.

5- Sustituiré músculo por cerebro.

6- Me acercaré antes y más a los problemas.

7- Arroparé costantemente a mi equipo.

8- Les exigiré a los demás lo mismo que yo soy capaz de exigirme a mí mismo.

9- Aprovecharé al máximo las nuevas tecnologías para lograr mis objetivos.

10- Impulsaré al máximo la educación y la comunicación.

En resumen, sólo podremos abordar con solvencia el 2011 desde la calidad y la autoexigencia. Ser mejores, más competitivos y más ambiciosos.

¡La teta se nos secó!


sábado, 11 de diciembre de 2010

Bacalao de las Islas Feroe


Tengo que reconocer mi ignorancia. No pretendo dármelas de erudito de supermercado. Hasta este momento, cuando escuchaba Islas Feroe, me venían únicamente a la cabeza las palizas que su selección nacional de fútbol recibía -y aún recibe sin piedad- la mayoría de las veces que se enfrentaba a otra. Pero no es el fútbol lo que me ha motivado a escribir, es el bacalao de la fotografía.
Mi cuñado Josiño, como le decimos todos cariñosamente, me ha regalado ese hermoso bacalao. Lo ha traído su madre en el tren desde Galicia, donde las reminiscencias vikingas y celtas hacen que el bacalao del norte de Europa sea considerado como algo extraordinario. Y lo es.
Una vez sacado de su embalaje, lo he puesto a remojo. Posteriormente -según me han instruído-, le iré cambiando el agua varias veces, hasta que dentro de dos días, lo saque, lo seque, lo haga trocitos a mi gusto y lo meta al congelador, para darle uso en diferentes platos.
A mí me gusta al horno con cebollita al estilo portugués. También esta riquísimo frito con tomate y pimientos de bola al estilo murciano. Hay cientos de recetas, para darle un uso adecuado a ese increíble viaje que, sin querer, realizó este bacalao desde que un feroés lo sacara del mar,lo preparara en una factoría de Streymoy, allí lo vendiera a una empresa de Pontevedra, lo comprara Pepita y lo trajera en tren hasta Murcia.
Me ha dejado intrigado este viaje del bacalao hasta mi casa. Por lo que he decidido investigar más sobre las Islas Feroe. Para ello, nada mejor que la Wikipedia. He descubierto que las islas principales son dieciocho, de las cuales, sólo una de ellas no está habitada. Me ha llamado terriblemente la atención una de ellas: Koltur que en feroés significa potro.
Esta isla no es especialmente grande, tan sólo tiene 2,5 km cuadrados, ni es especialmente bella. Lo que me ha resultado sorprendente es que solamente cuenta con dos habitantes: el señor y la señora Patursson.
Para poder tomar contacto con el exterior, el matrimonio recibe dos o tres veces por semana la visita de un helicoptero-taxi que les trasporta víveres y les acerca al mundo.
¿Cómo vivirán los dos solos en la isla? ¿No sería lindo ir a hacerles una visita?
Deben de ser dos personas súper valientes, unos Robinsones contemporáneos al estilo feroés.
Vaya desde aquí, para este matrimonio, mi invitación formal para venir a pasar a casa unos días.
Señor y señora Patursson: si llegan a tiempo, y no nos lo hemos zampado, mi mujer tendría el gusto de cocinarles un arroz y pava con bacalao feroés, que seguro que se chupan los dedos.
Gracias, Josiño, por el bacalao, y gracias, bacalao, por presentarme a un matrimonio tan singular.
Os esperamos Bjorn y Lükka Patursson. ¡Daos prisa que se acaba!

jueves, 9 de diciembre de 2010

Dopaje a tutti pleni


España es un país de dopados y siempre lo ha sido. En mis años mozos, cuando mi vida consistía, a mucha honra, en poner tapas de tortilla y cafés con leche, ya me daba yo cuenta de que algo ocurría. Los albañiles a primerísima hora, antes de subirse al andamio, se tomaban un carajillo y una copa de brandy. Luego, a media mañana, un bocata de panceta con tomate y mahonesa, acompañado de un litro de cerveza. Los de Telefónica, antes de subirse al poste, se tomaban revueltos de vino viejo y anís. Los barrenderos, antes de salir con la escoba y empujar el carro, gustaban de tomarse una copa de ponche Caballero o de Cantueso Oro. Los maestros, un poco más refinados, se tomaban un té-whi, con mas güisqui que té. Los estudiantes por la noche, antes de irse a repasar sus apuntes, se tomaban un café doble con Coca-Cola. Las putas de la casa de citas, más comedidas, se dopaban con un café con leche y un bollo. Las peluqueras venían a llevarse los cafés con leche con brandy para que les cogiera mejor la permanente a sus clientas. Fue precisamente en esa peluquería, donde me di cuenta de que algo se salía de madre. No podía ser que todas las clientas, todas las tardes, se hicieran la permanente. Sospeché que las peluqueras estaban promoviendo el consumo de carajillos, no ya sólo para potenciar el efecto del permanentado, sino también como antidepresivo sin receta. Ellas se aliviaban en la peluquería con los bigudíes puestos hablando de Lady Di, mientras sus maridos lo hacían en la barra del bar o jugando al dominó hablando del último Barca-Madrid.
Comencé tristemente a entender que la vida no era perfecta y maravillosa como hasta ese momento creía. Que la mayoría de los adultos buscaban la manera de evadirse de su realidad o intentar aparentar lo que no eran.
La gente, en España, como en la mayoría de los países, intenta aliviar su mediocridad consumiendo todo tipo de sustancias, más o menos legales, para correr más o darle al marro durante diez horas seguidas, que también es de récord. Siempre me he cuestionado por qué se valorará más correr los cien metros lisos que hacer cien metros de zanja a pico y pala...
Por aquel entonces contaba yo la tierna edad de quince años y me fijaba mucho en esas cosas. El entrenador de mi equipo de fútbol nos daba un té calentito en el descanso del partido, al que le añadía unos polvos milagrosos con los que corríamos más que las balas. Aquellos polvos nos resultaban muy sospechos, pero qué le íbamos a hacer.
Recuerdo un día que al lateral derecho y mí, nos dio por espiar al entrenador para ver de dónde conseguía su codiciada mercancía. Le seguimos durante más de hora y media hasta que lo descubrimos. Al llegar al lugar donde había entrado, nos asomamos sigilosamente por encima de una tapia y pudimos ver allí, cargando la capaza, a varios ciclistas famosos, atletas, futbolistas, e incluso, a los enanos del bombero torero que días antes habían actuado en nuestra ciudad.
Como dos "paparazzis" tomamos clandestinamente esta foto.
Vivir para ver.

martes, 7 de diciembre de 2010

Aquella mañana en Veracruz


No es fácil. En muchas ocasiones cuando uno se encuentra a diez mil kilómetros de casa, acuciado por los problemas y las indecisiones, o te relajas tomándote unos tequilas o le da a uno por echar a correr por el malecón, o como a mí, agarras la computadora y te pones a desahogarte.

Llevo meses intentando sacar a la luz mi nuevo libro, repaso sus contenidos cada día, vuelvo loca a mi correctora y editora Beatriz Llamusí, los cambiaría todos, pero no serviría de mucho, son lo que son y nada más.

Aquel día de autos, no era un gran día, más bien todo lo contrario: era un día muy jodido, como muchos otros. Me movía como un gato encerrado dentro de la habitación, de aquí para allá, hasta el aburrimiento. Recuerdo que descorrí la cortina del cuarto y ante mí apareció el océano y esto de acá abajo, es lo que en aquel momento atiné a escribir:


Desde mi sillón


Hoy el viento está soplando muy fuerte en Boca del Río. Los cocoteros se mecen en un baile acompasado, como anunciando que el carnaval de Veracruz iniciará su andadura en pocos días.

Sin embargo, el cielo se ve gris, triste, desvaído. La meteorología tiene esas cosas. Es tan caprichosa como impredecible. Ayer el sol hermoseaba el malecón y la gente se bañaba en la alberca. Dos niñas gemelas corrían frenéticamente con su flotador en la cintura, entrando y saliendo del agua sin descanso posible. Los escasos turistas se tomaban fotos entre las buganvillas con un océano azul sereno al fondo, violado por el continuo ir y venir de cargueros de gran tonelaje rumbo al puerto.

Ver pasar los grandes barcos, casi por la línea del horizonte, te invade de nostalgia, como sucede cuando vemos pasar los trenes, con gente asomada a las ventanitas, a la que alcanzamos a ver un segundo y nos miran y se ríen y se van.

Yo estoy asomado a la ventana inmensa de mi habitación inmensa, frente a un océano inmenso. Hoy veo menos gente haciendo deporte sobre el malecón. Hoy los ricos, quizas por la lluvia, no han sacado sus helicópteros para ir a comprar el periódico, donde acaso leerán las últimas andanzas del señor del narco.

El clima condiciona todo. Nos hace rebajar nuestra arrogancia y nos pone los pies en la tierra. El viento, la lluvia, la nieve, las mareas, nos demuestran nuestra debilidad frente a la tierra que nos da la vida.

No somos tanto, tan sólo somos muchos.

El viento sopla incansable contra el ventanal inmenso de mi cuarto y yo tan solo, como un mero espectador, me asomo al mundo desde mi sillón.


Este pequeño relato, forma parte de mi nuevo libro "Momentos de ida y vuelta" que ya se puede adquirir desde cualquier parte del mundo por internet en la siguiente página:


Es un pequeño homenaje a todas aquellas personas que luchan, por todos los rincones del mundo, por sacar sus empresas adelante.

No me han dado el Turner




En esta mañana de asueto me he animado a hacer dos collages. Realmente los tenía en la cabeza revoloteando desde mi visita de trabajo a Praga. Allí, en una librería de segunda mano, compré algunas cosillas que luego uso para mis trabajos. Hacía algunos meses que no me ponía en la cosa plástica y ya añoraba a mis tijeras y mi pegamín. Este año tampoco me han dado el Turner, simplemente será porque no es mi turno... de todas formas, seguiré esperando como Ángela de la Cruz.


Estos dos collages es lo único que he parido hoy, no son gran cosa, pero a mí me encantan.


Espero que les gusten.


Por cierto, aprovecho para decir que vendo collages a cincuenta euros.


Ofertón: comprando uno, regalo otro. ¡Regala arte original esta Navidad!.


lunes, 6 de diciembre de 2010

Veo muertos


Ahora que toda España está divida entre los que creen en la médium inglesa de Telecinco y los que no, es el momento propicio para que declare públicamente que, desde bien pequeñito, veo muertos.
Veo y oigo muertos por todos lados, que ocupan un puesto, que comen, que deambulan, que defecan y que, haciéndose el muerto, incluso hasta llegan a morirse.
Recapitularé mejor para que se me entienda. Según mi teoría, hay vivos que viven como muertos, y al parecer, hay muertos que se hacen pasar por vivos. Mal enterrados es lo que están, como diría el sepulturero de mi pueblo.
De hecho, España tiene un cadáver como Presidente y una momia como líder de la oposición, por lo que el país entero esta de luto. La gran España, por unos y por otros, se ha convertido en un gran velorio.
El primer muerto que me encontré fue un hombre montado a caballo que se asomaba cada noche a mi cuarto antes de dormirme. Según escuché en alguna ocasión, a este también lo veía mi abuelo. El caballero me saludaba, el caballo relinchaba y salían al galope tendido poniendo pies en polvorosa. Luego, más adelante, veía cada noche a una señora jorobada. Al parecer, era una prima de mi abuela que siempre pasaba por el pasillo de la casa con un orinal en la mano, no decía nada, en vida siempre fue una mujer parca en palabras. El caso más reciente, lo vivo a menudo en el retrete de mi empresa cuando me encuentro apretando, veo a cuatro pequeñajos, que se burlan de mí gritándome: ¡cagón, cagón, cagón!.
No me da miedo, pero me resulta molesto saber que no tengo intimidad.
Cuando menos me lo espero, ¡zas! por allí asoman y, la verdad, me resulta muy molesto.
Ver muertos se ha puesto de moda. Nos han reventado con libros y películas de vampiros, de zombis, de muertos andarines y toda esa vaina. Todo esto no es fortuito, es una maniobra perfectamente orquestada para que, llevando nuestra atención hacia los muertos, no nos demos cuenta de la que nos está cayendo encima a los que seguimos vivos.
En la fotografía, les muestro a un grupo de legionarios romanos, a los que les ha dado, cada noche, por venir a sentarse a esa mesa. Se pegan unas comilonas de campeonato, de hecho, en la foto, como se puede apreciar, se están comiendo un jabalí asado con papas.
Esto de ver muertos es un lío.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Pastillas contra el dolor ajeno


Esta tarde he ido a una farmacia. No sé en qué iría yo pensando, que al llegar al mostrador le he pedido una viagra a la manceba. La chica, sorprendida, me ha preguntado de nuevo como haciéndose la despistada:

-Perdón, caballero, ¿qué me ha pedido?

-Un frasco de sal de frutas Eno, de naranja, si puede ser- le dije muy serio.

-Ahora mismo. Algo más necesita, dijo la chica de la bata impecable.

En ese preciso momento de la conversación es cuando me fijé en la cajita roja. El lema ya lo había escuchado en la radio o en la televisión. "Pastillas contra el dolor ajeno" una preciosa campaña de Médicos Sin Fronteras: http://www.pastillascontraeldolorajeno.com/

Por un euro colaboras en dar tratamiento a tres niños enfermos de malaria. He pensado en la cantidad de dinero absurdo que nos gastamos cada día y he confeccionado esta lista:

Con diez euros hay quien limpia el coche una vez a la semana, luego en ocasiones, esta gente es la misma que tira los botes de refresco por la ventanilla, o disimuladamente vacía el cenicero en el suelo del parking del centro comercial (suele coincidir también que la mayoría de estos limpiacoches de fin de semana, en su casa, no dan un palo al agua).

Con cuatro euros hay quien compra un paquete de tabaco, o incluso dos, cada día, pero en ese caso se gasta ocho eurazos. El único beneficio que se le conoce al tabaco, al margen de hacer ricos a los tabaqueros, es el beneficio que les produce a las industrias farmacéuticas y a las funerarias.

Hay quien se toma uno o dos cubatas al día, a razón de cinco o seis euros, vayan ustedes mismos haciendo la cuenta.

En comida para el perro al día pues otros dos o tres eurazos, dependiendo de la marca de las croquetas. En prensa deportiva otro eurazo al día. Unas cañitas con los amigos, pongamos que salimos a diez euros por barba.

En llamadas por el teléfono móvil para nada importante, nos gastamos una media mensual de diez o quince euros per cápita.

Así podría seguir, pero no quiero ofender más, ni aburrir, a mis escasísimos lectores. Lo único que quería demostrar es que colaborar en esta campaña está al alcance de todos, y más que una posibilidad, lo deberíamos de contemplar como una obligación.

Vaya desde aquí mi reconocimiento a esta gran organización.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Estado de alarma


¡Qué pesadilla! Cualquiera de los trescientos mil afectados por esta acción terrorista de los controladores, ni lo podría haber soñado antes de ayer.

¡Estado de Alarma en España! No es por el tiranosaurio que hay encima de ese edificio, no es por eso. Ni por un ataque extraterrestre. Ni resucitó Franco. Lo que ha ocurrido es que, dos mil ricachones con depresión, están poniendo en jaque a todo un país. Padecen traumas psicológicos por no saber dónde gastarse la pasta gansa que se llevan a la saca, por abusar, históricamente, de todos los gobiernos desde la transición.
Ahora salen voces alentándoles:¡Manda huevos! como reconociéndoles el gran mérito de luchar por sus derechos hasta las últimas consecuencias. Para algunos son unos héroes, para otros unos hijos de puta, como gritaban a coro cientos de personas en un aeropuerto en el informativo del mediodía.
Yo más bien creo que la crisis de ansiedad les viene provocada por las continuas bajadas de la Bolsa. La inseguridad de los mercados ha llevado a los controladores, en los últimos meses, a tener que poner a buen recaudo sus inversiones. Dicen que ha sido, para ellos, un quita y pon horrible. No sabían dónde invertir, y eso les ha debido generar muchísimo stress.
Es lógico, si yo ganase 300.000 eurillos anuales (o más) estaría más preocupado de cuidar mi lana que del tráfico aéreo.
El estado de alarma provocado por estos yuppies es de cárcel.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Me cago en los controladores


Miren que yo soy un hombre pacífico. Desde cuarto de primaria no le he vuelto a pegar a nadie, pero si agarro a un controlador le quitó las ganas de hacer huelga. Esta gente no tiene vergüenza, son unos terroristas que están amargándole la vida a cientos de miles de personas que tan sólo pretendían llegar a su casa o disfrutar de unos merecidos días de descanso.

Causarán millones de euros de pérdidas al sector turístico y una pérdida de confianza en otros millones que estén valorando venir a nuestro país en los próximos meses. Con la que nos está cayendo encima, con la crisis, es justo lo que nos faltaba.

Se habla que el Gobierno de España va a movilizar a los militares y poner el espacio aéreo español bajo su dirección.

Ojalá que el Fiscal General del Estado actúe de oficio y todos esos arrogantes magnates del cielo paguen muy cara su arrogancia.

Mientras que millones de españoles sufren para poder llegar a ser considerados mileuristas, estos impresentables ganan algunos cerca de 900.000 € al año (no es un error han leído bien).

Señores jueces: delen a estos personajes su merecido, los españoles no necesitamos a gente de esta calaña.

¡Me cago en los controladores!