domingo, 30 de enero de 2011

Egipto en la encrucijada


Disto mucho de ser un arabista, tan sólo soy un humilde camarero, venido a vendedor de cosméticos allende los mares. Mis inagotables viajes nunca me han llevado a Egipto, por desgracia, pero sí a Túnez, Argelia y Marruecos, lo que me ha llevado a seguir muy de cerca las revueltas populares que se han producido, principalmente en Túnez, que han propiciado la caída de un gobierno dictatorial y corrupto, los levantamientos en Argelia, que no han corrido la misma suerte, y ahora el levantamiento popular en Egipto, que está poniendo en jaque a un difícil equilibrio geopolítico, en un área donde una sola cerilla bastaría para provocar un incendio social de resultados incalculables.

Lo último que leí sobre Egipto fue un libro sorprendente - a pesar de ser camarero leo libros- en el libro, un taxista de El Cairo, realizaba una crítica muy valiente de los problemas, traumas e hipocresías de su país.

Khaled Al Khamissi, vaticinaba en "Taxi" que algo no iba bien. Nada puede ir bien en un país donde la mitad de sus ochenta millones de habitantes debe subsistir con menos de un euro al día, donde la evolución cultural y social tan solo dependen de las arbitrariedades de unos pocos elegidos. Las grandes potencias, haciendo la vista gorda como siempre que les interesa, tendrán que replantearse sus posturas y pronunciarse ante los acontecimientos. Es admirable cómo estos pueblos se han levantado en aras de la democracia, en una lucha sin armas, con la que pretenden recobrar su dignidad.

Mucha suerte amigos.

sábado, 29 de enero de 2011

Pato al Orange


En México, un señor le pregunta a su esposa: "¿Mi amor qué preparaste para cenar?" a lo que ella responde tan elegante: "¡Mi vida en la mesa te dejé el Pato al Orange, espero que te guste, mi amor!"

Esto es un chiste viejo de México. Llevo muchos años escuchándolo, pero no por ello me deja de hacer gracia, y, por supuesto, tampoco evita que, en cada viaje, yo compre en cualquier tiendita un gansito con una Fanta de naranja o una Mirinda, que allí aún se comercializa.

En España, usamos el refrán "dar gato por liebre" que de tanto usarlo, se ha institucionalizado, de tal forma que podría suceder que nada es lo que aparenta ser.

Uno llega a un banco y puede ser que estén más caninos que uno mismo. Uno compra una vivienda y luego descubres que las paredes son de cartón y el resto para qué hablar. Uno va al doctor y este sacó el título por correspondencia. La vida se ha tornado como una gran farsa, como un escenario ficticio, donde, en lugar de realidad, interpretamos personajes de mejor o peor gusto.

Si entraron aquí buscando una receta fácil para sorprender a la vecina que invitaron a cenar y que esta muy buena, no se preocupen que nos les pienso defraudar. Anoten:


1º Loncheamos al gusto el magret de pato. Lo ponemos en una sartén con un poquito de aceite de oliva, un poquito de sal, una pizca de pimienta negra mólida y un toque de hierbas provenzales.

2º Cuando esta marcadito por el fuego, sin que se nos pase, le escurrimos una naranja hermosa con la mano.

3º Esperamos a que se consuma un poquito el jugo de la naranja y retiramos.


Como se puede apreciar, esto lo puede cocinar hasta el más torpe. Como guarnición podríamos poner algunos espárragos o unas setas a la plancha.

Recordar que, para que la vecina afloje, será muy importante acompañar la comida con un buen vino tinto, mucho mejor si es un Cabernet Souvignon con Merlot, de Las Reñas (Denominación de Origen Bullas, Murcia).

La cena será auténtica, ahora faltaría descubrir la autenticidad de la vecina. Pero eso ya depende del nivel de exigencia que tenga cada uno.

¡Buen provecho! Y mucha suerte con la vecinita...

miércoles, 26 de enero de 2011

Urinarios públicos


Los hombres tienen el maldito hábito de mear de pie. A mí, sin embargo, me gusta hacerlo sentado, con una doble intención: primero, no tengo preocupación de provocar manchas ni salpicaduras indeseables, y segundo, se da por hecho de que los hombres no tenemos que limpiarnos la pirula con papel higiénico y yo lo veo muy necesario.

Luego está la cosa de la comparación, los que la tienen como un caballo, que no es mi caso, se la sacan como a medio metro del urinario para que la vean todos, como diciendo ¡aquí está el tío! Por otro lado, están los mirones, que con más o menos descaro, les gusta mirar con diferentes finalidades. Hay otros que son más vergonzosos pero muy cochinos, estos son los que se meten a mear de pie en el inodoro, para que nadie se la vea, y lo dejan todo regado por aspersión.

Otra cosa asquerosa es que al mear en ellos, en el 100% de los diseños, te salpicas entero, las manos te las puedes lavar, pero la ropa te queda salpicada, y ni que decir tiene que el goteo se va al calzoncillo, quieras o no, por muchas sacudidas que le des.

Las mujeres, que en casi todo nos superan, esto del orinar lo tienen mejor organizado que nosotros, en dos aspectos principales: en lo higiénico y en lo social. En lo higiénico ni que decir tiene que ellas orinan sentadas y llevan sus toallitas húmedas y su salvaslips, ahí es nada, y en lo social, mientras que el hombre mea en solitario, la mujer siempre que puede lo hace con media docenas de amigas. Siempre me he preguntado qué harán las mujeres cuando van colectivamente al baño.

Cuando yo trabajaba con mi padre en el Bar Josepe, el aseo de señoras tenía poco menos de dos metros cuadrados, pero en una ocasión alcancé a ver salir de su interior a siete alumnas del Instituto Alfonso X El Sabio.

Los urinarios públicos darían para escribir muchas historias, a mí me llamó la atención este en Guadalajara (México). ¡Me voy que me meo!

miércoles, 19 de enero de 2011

San Miguel de Allende
















A poco más de una hora de León, en el estado mexicano de Guanajuato, se encuentra la turística ciudad de San Miguel de Allende, ciudad colonial que ostenta el título de Patrimonio de la Humanidad. En ella podremos encontrar todo lo necesario para disfrutar de una bonita excursión. Para ello, nada mejor que subirse a su bus turístico y, de ese modo, conocer los lugares emblemáticos que, posteriormente, no deberemos dejar de recorrer a pie. El arte mexicano, clásico y contemporáneo, su romanticismo, sus mitos y leyendas, la conjugación de la cultura autóctona con la española, en una eterna relación de amor-odio que aún perdura, nos brindará momentos inolvidables, entre adoquinadas callejuelas, en su jardines y arboledas, en sus frescos y viejos patios de marcado estilo andaluz, acabarán enamorándonos inevitablemente para siempre.
Miles de puestos de artesanía, exquisitas tiendas de antigüedades, sorprendentes galerías de arte, y una enorme y variada oferta gastronómica, harán que nos gastemos más pesos de los previstos, pero no nos pesará en absoluto.
Dice la leyenda que en el sótano de un viejo hotel del centro aún se puede contemplar la celda donde permanece encerrada una vieja loca. También en esta ciudad, si usted camina por sus calles a partir de la media noche, podría tropezarse con La Llorona, o tal vez, con mayor probabilidad, con alguno que, por los efectos del tequila, la haya agarrado "llorona". No es lo mismo, pero quizás, la segunda versión, menos romántica, tenga mucha más probabilidad de contemplarse.
Comimos en un italiano encantador que se llama Mamma Mia, con música en directo, todo mejor que en Florencia.
Por cierto, extranjeros por todos lados, si busca un lugar en México donde retirarse, piense en San Miguel de Allende como el lugar ideal.

domingo, 16 de enero de 2011

El mañanero


En España si dijéramos "El mañanero" la gente entendería que pretendemos hacer el amor recién levantaditos, cosa que a mí, la verdad, nunca me ha gustado demasiado. Si dijéramos lo mismo en México, rápidamente la gente asociaría "El mañanero" a un programa televisivo matinal dirigido magistralmente por un señor vestido de payaso, un tal Brozo, que critica toda la hipocresía de la sociedad mexicana. Siempre que trabajo en México me encanta poner la televisión al despertarme a sabiendas de que Brozo va estar ahí, al pie del cañón, llamando sarcásticamente a las cosas por su nombre, con un enorme sentido del humor. Muchas veces he pensado lo valiente de su compromiso en un entorno de inseguridad y de violencia como el que se vive en algunas zonas de ese maravilloso país.

En España deberíamos tener algún Brozo que, cada mañana, durante el desayuno, nos señale con el dedo a todos los chorizos, maleantes y gentes de malvivir que abundan a lo largo y ancho de nuestra geografía.

Felicidades, señor Brozo, y que todo México se encuere, perdón, se entere.

domingo, 9 de enero de 2011

La matanza de Tucson y la salud de EE.UU


Un terrorista de extrema derecha de 22 años, uno de tantos iluminados en contra del progreso de la ciencia, la libertad de las mujeres, los derechos humanos, los inmigrantes y el surmum corda, ha decidido actuar como juez y verdugo y limpiar Arizona de indeseables.

Este hijo de perra, cuyos huesos se pudran en la cárcel, no es fruto de la casualidad, es el resultado de una presión mediática consentida y promovida por una gran parte de la sociedad norteamericana que, como en muchos otros aspectos, se cree el ombligo del mundo, y así le va.

Queda muy lejos, si alguna vez fue así, la sociedad estadounidense que promovía la igualdad, abolía la esclavitud y conquistaba libertades sociales. De todo aquello tan sólo queda hoy un detritus pestilente e inhumano.

La extrema derecha y sus lobbies, entre los que se encuentran la Asociación Nacional del Rifle y el Tea Party, abogan por una sociedad militarizada y pendenciera, armada hasta los dientes, frente a un sinfín de enemigos que les rodean.

Mis modestas preguntas serían: ¿Por qué una sociedad se cree rodeada de enemigos?

¿No será un negocio crear continuamente enemigos?

Ojalá que entre todos sepamos parar esta avalancha generalizada de intransigencia. Si nos quedamos de brazos cruzados, el mundo irá a peor.

sábado, 8 de enero de 2011

Ana Torroja como banda sonora de un dia especial


Con una voz que nos acaricia los oídos, Ana Torroja, de nuevo, nos brinda un hermoso trabajo donde trasmite, como indica el título de su último disco, una "SONRISA". Su música y sus letras evidencian un afán de sembrar optimismo y esperanza, donde impera el desánimo y el desconcierto. Para los que ya somos cuarentones, nos traslada a tiempos de juventud e inocencia. A tiempos de "MECANO".

Yolanda, mi hija ausente, le regaló a mi mujer este bonito y melódico disco. Sonaba mientras mi hija abría su regalo, el iPhone que tanto anhelaba. A mí me regaló una red y unas palas para jugar al ping-pong en cualquier lugar, con el afán de que haga deporte, sea el que sea. Ella está preocupada por mi sobrepeso.

Comimos los tres juntos en uno de los restaurantes de moda en Murcia, llamado "Entre col y col", poca cosa. De aperitivo, unas cañaillas y unos chirretes fritos, luego una coca de verduras -quizás el mejor plato del restaurante- y terminamos con una pequeña hamburguesa de bonito con patatas paja. El vino que tomamos fue Viña Mein, uno de los mejores Ribeiros que podamos encontrar.

Caminamos por una Murcia tranquila, en plena hora de la siesta. Había muy poca gente por la calle. Una luz preciosa inundaba calles, balcones, tejados, coloreaba los plátanos amarillentos de la Avenida Alfonso X El Sabio. Un día sencillo y maravilloso.

La música continuó acompañándonos en el coche y en casa, durante todo el Día de Reyes. Endulzando momentos agradables, convirtiéndose de manera improvisada en la mejor banda sonora de un fenomenal día en familia, al fin y al cabo, un día más en nuestras vidas.

Como dice Ana Torroja: "Si ellas están felices, yo soy feliz". Tan sólo necesito eso...

miércoles, 5 de enero de 2011

El Roscón de Reyes


Hoy es día de ilusiones y de roscones. En España, esta antigua tradición consiste en quedar con la familia y/o los amigos y atiborrarse de chocolate calentito con roscón. Los hay rellenos de crema, nata, trufa, chocolate, de crema de mazapán -que son los que a mí me gustan- y también los hay que no tienen relleno. Es curioso cómo el roscón relleno de crema de mazapán llegó a Murcia de la mano del Antonio, un joven murciano que, como muchos miles, tuvo que emigrar a Barcelona huyendo del hambre.

Allí aprendió el oficio de confitero. De Cataluña se trajo la receta, la cual siguen utilizando, afortunadamente, hasta el día de hoy, en la Confitería Reina de Murcia, que a mí tanto me gusta, y que no se puede encontrar en ninguna otra confitería de mi ciudad.

La mayoría de los roscones guardan sorpresas en su interior, figuritas, monedas, etc. lo que sirve de aliciente y regocijo a sus golosos consumidores. Estas figuritas simbolizan, de alguna forma, la suerte y la fortuna para los que las encuentran.

Otro año más me encargaré de preparar el chocolate para mi familia. Lo haré con esmero y con la ayuda de Chocolates Valor, rebajado con un poquito de leche fresca El Barranquillo, añadiéndole, tan sólo, un poquito de Cola Cao y una pizca más de azúcar.

Soy como el Chef Falsarius, pero se lo comen todo de maravilla.

¡Mucha suerte y que les toquen muchas figuritas!

domingo, 2 de enero de 2011

Repoblación forestal familiar




Cumplí el primero de mis deseos de este año. No quería que pasará mucho tiempo. El día acompañaba, el suelo estaba húmedo por las lluvias que habían caído estos días atrás. Así que agarré a mis sobrinos, Alba y Antonio y a mi cuñado Josiño y nos fuimos los cuatro al monte a plantarnos un puñado de bellotas que recogí hace un par de meses en el Parque Natural de la Sierra de Cazorla.
Siempre me encantaba involucrar a los niños en las repoblaciones forestales populares que organizaba cuando era dirigente en el extinguido Grupo Ecologista Acción Verde. No se extinguió porque las cosas fueran mal, todo lo contrario, sino que vimos conveniente unir las fuerzas de casi todos los ecologistas en la Región de Murcia, y en una asamblea constituyente celebrada en el Castillo de Lorca, en el salón de la torre La Alfonsina,- en honor al rey Alfonso X El Sabio-, nos integramos en la organización que hoy conocemos como Ecologistas en Acción.
Corrían los años 1989-90-91-92-93 y 94 cuando organizábamos macro plantaciones populares, en las que en ocasiones fletábamos autobuses gratuitos para que la gente se pudiera desplazar hasta la montaña a repoblar. Más allá del hecho de la propia repoblación, lo que pretendíamos era mentalizar a la sociedad sobre la situación de nuestras masas forestales, acercarlos a nuestro movimiento y compartir momentos maravillosos con gente de todas las edades y clases sociales.
En esas campañas populares de repoblación forestal dirigidas técnicamente por el extraordinario e incansable Rubén Vivés Lopez, que es y será uno de los más grandes conocedores y protectores del Bosque Mediterráneo, vivimos momentos maravillosos de anécdotas de todo tipo. Tan solo me voy a tomar la libertad de relatar una de ellas, de la que guardo un muy grato recuerdo.

Habíamos subido al Parque Natural del Valle en Murcia, con un autobús repleto de gente vinculada a la Asociación de Vecinos del barrio murciano de Vista Alegre, incluyendo a su Centro de Mayores. Repoblamos unos cientos de árboles autóctonos, plantamos algunos sacos de bellotas de encina y recogimos basuras de la zona. Se hizo medio día, estábamos recogiendo todo el material, azadones, picazas, sacos, macetas, etc, y cargándolo todo en el autobús. En ese momento me tocaron por atrás y al volverme había un matrimonio de personas mayores que estaban reclamando mi atención. Me apartaron del grupo para comentarme algo que casi se estaba convirtiendo en un misterio.
El matrimonio debería tener más de setenta años. El marido me preguntó:
-Oiga buen hombre, quiero darle las gracias por habernos traído esta mañana a esta jornada tan bonita. Nosotros, como usted comprenderá,  no hemos podido plantar muchos arbolitos, pero hemos plantado estos tres de ahí. ¿Lo hemos hecho bien?
Ya en ese momento estaba emocionándome por la situación, pero conseguí mantener la compostura, a lo que respondí:
-Les voy a decir una cosa, ahora que no nos oyen, los han plantado ustedes con más estilo y delicadeza que nadie. Claro que sí, están muy bien plantaos.
-Y, dígame señor otra cosa, dijo el anciano: ¿Podríamos, mí mujer y yo, subir de vez en cuando a regarlos para que no se nos sequen?
Comprenderán, que ante esa situación, me quedara sin palabras, aunque haciendo un sobreesfuerzo para que las lágrimas no brotaran de mis humedecidos ojos, les dije:
- Creo que eso estaría genial, cuando ustedes quieran, suben y les echan un poquito de agua, que los arbolitos lo agradecerán.
Desde aquel momento tan singular e irrepetible, cada vez que planto un árbol, me acuerdo de aquel matrimonio. Hoy de nuevo, como se puede comprobar, me volvió a pasar.
Mis sobrinos se portaron genial, con una cuchara sopera, hicimos una plantación maravillosa, ellos lo recordarán mucho tiempo y yo cuidaré de las encinas.
La naturaleza y los niños son lo más grande de esta vida.

sábado, 1 de enero de 2011

La prima de Riesgo española


La verdad que, cuando Riesgo me presentó a su prima española, nunca pude imaginar que hoy, tres años después  iba ha estar en boca de todo el mundo. Estar lo que se dice estar, estaba buenísima, pero como ella, con veintiún añitos, por estos lares, las hay por todos lados. De todas formas no creo recordarla tan alta como se ve ahora.

Eso sí, tenía unas curvas de infarto, generosas, nada de 90-60-90. Ella era exuberante  105-90-105. ¡Madre de Dios!. Yo vi mucho riesgo en la prima de Riesgo. Riesgo a quedarme pillao y enamorarme, de manera impredecible e incontrolable. La dejé estar. Pensé que todos aquellos volúmenes en alza eran demasiado para mí. Superaban mis previsiones y mis cálculos. Mi capacidad de resistencia quedaría en entredicho y no aposté. Llaménle miedo, precaución, impotencia, lo que quieran, pero mi olfato me alertó: Aquí hay riesgo al cuadrado, y tanto riesgo no va conmigo ni con mi maltrecha economía.

Se que hubo otros que dijeron: ¡Yo si puedo con eso! ¡Primitas a mí!. Ahora tres años después han perdido hasta los pantalones.

¡Qué se lo digo yo! Aquella era mucha prima. En fin, que se le va hacer.

Por golosos, como las moscas murieron con sus patitas pegadas en la miel.