miércoles, 27 de diciembre de 2023

Respeto, cordura y paz

-¡Papá!: ¿Qué le vas a pedir a los Reyes Magos? -me pregunta mi hija Ana María. -Que el año que viene venga cargado de paz para todos. -¿Se puede pedir eso? -me replica, extrañada. -¿Acaso podríamos pedir algo mejor? -le respondo. -¡Pues yo quiero pedir eso también, papá! -me dice regalándome una mirada tan dulce como el almíbar. -¿Escribimos la carta? -me exige metiéndome prisa. -¿Pero no le habías escrito ya la carta a los Reyes Magos? -le pregunto a mi pequeña. -Sí, papi, pero la tuya me parece mucho mejor...

martes, 19 de diciembre de 2023

Año nuevo a la vista

Al almanaque le quedan cuatro siestas. Los grandes almacenes se frontan las manos. Las tarjetas de crédito echan humo. Y el año que viene, bisiesto para más señas, asoma entre guerras, enfrentamientos, odio, y desmotivación. Esta mañana la noticia es que otro volcán, en Islandia, ha entrado en erupción. Eramos pocos y parió la abuela. La cosa no está como para tirar cohetes, pero tendremos que echar mano del refranero para consolonarnos: "Al mal tiempo buena cara". Pese a todo, yo prepararo mi plan de trabajo para el 2024 con ilusiones y estrategías renovadas, ultimo la publicación de un nuevo libro, o tal vez dos, sigo dibujando como un niño con falta de abrazos, y pienso en redoblar esfuerzos para llegar a más personas y a más lugares. Cuando la cosa se pone cuesta arriba no queda más remedio que levantarse del sillín, y pedalear con más energía, y no achantarse. La vida de hoy es una vida circense, que huele mal, rodeada de leones, y con la banda sonora de un redoble de tambores donde un hipotético presentador nos grita a los cuatro vientos: ¡Más difícil todavía, y, ahora, señoras y señores, sin red! Pues eso...¡Felices Fiestas y poronporonpompero!

viernes, 15 de diciembre de 2023

La prueba del coronel

Aquel día me tocó a mí. Como exigía el protocolo, me puse mis mejores galas. Tras recibir las debidas instrucciones, me encaminé con la bandeja hacia la plana mayor. Mis pasos se sucedían, uno tras otro, de manera autómata. Aquella misión era de suma importancia ya que de ella dependía la buena alimentación del cuartel. Aquel coronel, que sí tenía quién le escribiera porque todos los días recibía un montón de correspondencia, debía de probar la comida, y dar su consentimiento, antes de proceder a dar de comer a la tropa. -¿Da usted su permiso, mi coronel? -dije con energía y de manera reglamentaria. -¡Adelante, pase usted joven! -me respondió el gran jefe. -¡A sus ordenes, mi coronel! Aquí le traigo la prueba del rancho del día. Entonces el coronel, que era un señor bonachón, con más horas de vuelo que un viejo albatros, y que parecía que no había roto un plato en su vida, metió la puntita de la cuchara en aquel potaje, la chupó con la lengua, no sin cierto repelús, y con un gesto afirmativo con su cabeza pareció darme su conformidad. -Es que yo no soy mucho de potajes...-dijo para justificarse. Después agarró el tenedor, con la ayuda del cuchillo abrió la pescadilla frita que conformaba el segundo plato, pinchó un trocito pequeño, se lo llevó a la boca y, guiñándome un ojo, lo dio por bueno. Por último, cuando pensaba que procedería a probar el arroz con leche, lo agarró y lo metió en un armario. Yo miraba la maniobra con cierto desconcierto, por lo que el coronel me aclaró: es que mi mujer no me deja tomar postre en casa, así que cuando regrese esta tarde le daré buena cuenta. -Puede usted retirarse joven -me dijo. Y me retiré. Casi cuarenta años después, cada vez que de postre me ofrecen arroz con leche, me sigo acordando de la prueba del coronel.

miércoles, 13 de diciembre de 2023

Agradecimientos

Soy mucho de agradecer. Le agradezco a la vida todo lo que me ha dado y lo que cada día me da. Siempre, no crean que no, me pregunto los motivos, pero creo que nunca conoceré las razones. Le agradezco infinito a la gente por tanto como me quiere. Agradezco, y extraño, a todas mis amistades de mi segunda patria: México. Le agradezco al mundo por recibirme siempre con los brazos abiertos. Le agradezco a mi equipo, su lucha, su entrega, y su fidelidad. Le agradezco a mi empresa su confianza y todas y cada una de las oportunidades que me ha brindado en estos últimos 29 años. Le agradezco a mi familia su cariño y su apoyo, a pesar de todo el tiempo que les he robado y que algún día les devolveré con creces. Le agradezco a mis lectores por tener la amabilidad de leerme y soportarme. En fin, que hoy me he levantado dando un salto mortal, le he echado un par de huevos a mi sartén, y, como todos los días, he salido al mundo a entregarme en cuerpo y alma a los demás. Gracias por vuestras visitas. ¡Os quiero un montón!

martes, 5 de diciembre de 2023

Otra reunión

En quince minutos comienza otra reunión. Vivo asediado por el minutero y por las reuniones. El reloj de mi teléfono, y su maldito calendario, me marcan el rumbo. Soy prisionero de una cárcel invisible. Liberto en un mundo esclavizado. Iluso en un mundo sin ilusiones. Motivador sin motivación alguna. Futbolista caducado. Ecologista defenestrado. Escritor irrelevante. Escultor en excedencia. Político sin partido. Ciudadano sin bandera. Místico sin religión. Filósofo metomentodo. Suena la alarma. Comienza la reunión. Otra interminable reunión.