sábado, 23 de marzo de 2013

Amarga primavera


Este año la primavera ha llegado envenenada. Me ha traído de la mano un libro de Juan Goytisolo y una quimioterapia para mi madre cuando hubiéramos preferido el gordo del Euromillón.
He tenido la fortuna -o la desventura- de acompañarla al hospital en el momento en el que el doctor pronunciaba la siguiente frase:
-Vamos a tener que ponerle un tratamiento muy suave. ¡Ni se va a enterar!, -ya verá Dolores, le ha dicho el oncólogo con la mejor intención del mundo.
Ella, al instante, ha saltado como un resorte:
-¿Se me va a caer el pelo?
-No, Dolores, este tratamiento no suele provocar la caída del cabello - le ha respondido el especialista. 
Como decía antes, la fortuna la extraigo -siempre intento buscar el lado positivo de las cosas- de la reacción de mi madre. Ella se ha preocupado más de su estética que de su problema físico. Dos o tres veces ha hecho el amago de llorar pero lo ha aguantado estoicamente para no hacerlo delante de mí.
Al día siguiente, o lo que es lo mismo: al segundo día de esta ansiada y ansiosa primavera, le han dado la primera sesión por vena. Mi madre ha estado como siempre, hablando de su reinado y de sus penas. Ella tiene la capacidad de hablar al unísono de que se acaba el mundo y de que mañana se va al bingo con su amiga Carmen sin que apenas le cambie el rictus.
Yo, sin embargo, para poder avanzar en esta escritura de mierda primaveral, he tenido que repudiar a Johann Sebastian Bach, después a Beethoven y buscar refugio en el grandioso Ennio Morricone con su versión orquestal de "La Misión" la banda sonora que me gustaría que acompañara a mi féretro cuando me llamen a filas junto a mi abuela Mercedes y el resto de mis difuntos. Sólo Ennio, ese gran genio de la música, ha sabido sacarme las lágrimas, que tanto  necesitaban expulsar mis ojos, esta mañana.
Siento esta primavera como una prolongación del invierno. Como una circulación a contrapelo en la que esperas darte un porrazo o que te detenga la policía.
Avanzamos, mi madre y yo, en dirección contraria sin saber el destino de tanto sufrimiento. 
Me gustaría ser mejor hijo en esta amarga primavera.

8 comentarios:

  1. El 14 de Febrero del año pasado, a mi madre le digeron las mismas palabras, tambien se preocupo por el pelo jejeje pero no le ha caido ni uno. Ha podido hacer vida más o menos normal. Muchos ánimos para todo el mundo que esté en alguna situación parecida.

    un saludo

    Marina

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  2. Mucho animo en esta amarga primavera como tu la describes, mucha fuerza y tranquilidad para llevar esto. un abrazo....

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  3. Querido amigo has tenido la suerte de ver llegar otra primavera, si bien es cierto para ti no ha llegado con la alegría de otro años, pero lo importante es que la puede percibir, mucho ánimo para ti y tu madre, todo lo que pasa en la vida es por un propósito, aunque parezca irónico, los problemas nos hacen fuertes y nos sensibilizan. Nunca hay que perder la esperanza.” El valor de la cosas no está en el tiempo que duran, sino en la intensidad con que suceden”. Tranquilo y confia todo va a estar bien, un abrazo.

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  4. Son tragos amargos ,en algún momento de la vida todos le hemos dado algún traguito , seguro que sólo será eso , un traguito
    Muchos ánimos

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  5. La primavera aunque en Colombia no la vemos nace cada dia en nuestros corazones, nace cada vez que abrimos nuestros ojos y nos damos cuenta que cada uno en su cama a logrado despertar y aun estamos juntos ¿Qué cuanto durara esa primavera? nadie lo sabe es por eso que cada vez que vemos una flor, el rostro de un niño o un anciano sonreímos por que es ahí en donde esta cada primavera,la esperamos como la solución mágica a un frio y quizás trágico invierno pero no nos damos cuenta que hasta el invierno nos permite ver lo hermoso que resulta con sus problemas o sin ellos despertar cada uno en su cama pero a la larga vivos y juntos ¿Hasta cuando será esto? nadie lo sabe pero sonreiré hasta que me sea posible o se me permita hacerlo por que solo entonces cuando la primavera acabe habrá terminado algo en la vida mas tendré la seguridad de haberlo admirado en todo su esplendor. Así amigo mira todas las veces que te sea posible en los ojos de tu madre, esposa e hija la primavera que hay dentro y da gracias por que despertaran cada uno en su cama bajo la tibieza de una radiante primavera

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  6. Sin duda no son palabras que nos guste a nadie escuchar, creo que las personas tenemos un sexto sentido cuando sabemos que la cosa se pone fea, si ella solo pensaba en su estética es señal de que algo más serio no le preocupaba, por lo que seguro la cosa saldrá bien, muchos ánimos a la familia y veréis como la primavera, al final se encarga de que sea tan bonita como siempre.

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