lunes, 11 de julio de 2016

Imagen costumbrista


Once de Julio. Ocho menos cinco de la mañana. Un grupo de hombres, de los pocos que habitan en El Caserío de Inazares, se dan citan en el bar El Nogal para ver el encierro de los Sanfermines. La televisión preside el salón y todos esperan expectantes a que de comienzo el ritual cántico a San Fermín previo a cada encierro. Suena el chupinazo. Salen los toros y los cabestros, a todo dar, haciendo sonar los cencerros.
Los hombres se animan apurando sus copas y sus carajillos.
-¡Chacho, mira!
-¡Mira el zaino! Ese zaino tiene mucha mala leche.
-El negro, mira, míralo como embiste el condenao.
-El colorao, ese colorao va a pegar algún susto esta mañana, ya lo verás.
-Ay,ay,ay. ¡La hostia!
-¡Qué bárbaro!
-¡Ay Dios! Ha faltado un pelo para que el zaino enganche a ese mozo.
-Van muy rápidos.
-No, qué dices, están corriendo bien.
-Sí señor. Qué bien van. Van la mar de bien... 
-Hoy sí van bien, no como el otro día, joder.
-¡Qué carrera más guapa! Así da gusto, que se vean buenas carreras.
Los clientes del Nogal miran a la televisión, boquiabiertos, mientras, a cada segundo, va aumentando la tensión.
-Ponme una copa de ponche con un cubito, por favor- le grita uno de ellos al camarero, que contempla el encierro desde el otro lado de la barra.
-A mí ponme otro carajillo, por lo que cueste -grita otro en plan socarrón.
-¡Ay! Se ha caído uno. ¡Son muy flojos estos toros de Jandilla!
-¡Qué van a estar flojos, hombre! es que el suelo está muy mojao y se resbalan los animales.
-¡Dios!. ¡Uy!¡Uy!¡Uy! A ese corredor se le ha aparecido la Virgen. ¿Habéis visto? Ha faltado un pelo para que se lo lleve por delante.
-Ayer noche ganó Portugal la Copa de Europa y se lesionó Ronaldo ¿lo visteis?.
-Déjate ahora el fútbol, copón.
-Aún faltan dos toros por entrar a la plaza. Esos seguro que se han vuelto para atrás y la van a liar.
-¡Hay uno acostado en el túnel! ¡Pero qué hace ese morlaco ahí tumbao!
El cámara ofrece una panorámica de la plaza de toros llena hasta la bandera.
-Eso es lo que les gusta a ellos, embestir al capote.
-Aún falta uno por llegar.
-Ahí viene, mira. Ahí llega el último del día.
Tres minutos cuatro segundos.
-¡Me cago en la leche cana! ¡Qué ganas que tengo de que llegue diciembre! Estoy de moscas hasta las pelotas.
Nada más acabar el encierro, los clientes han salido en estampida del establecimiento. Uno de ellos, con gracejo, ha descrito excepcionalmente ese momento: ¡Ale, cada mochuelo a su olivo!.
Y, al instante, el bar se queda desierto, momento que aprovecha el camarero para recoger las mesas y echar un buen chorro de fly.



13 comentarios:

  1. Te confieso que no soy partidaria de este tipo de "fiestas".

    Me producen sufrimiento.

    Estupendo tu relato . Como siempre.
    Un abrazo

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    1. Yo tampoco soy aficionado a esas "fiestas". Sólo intenté retratar ese momento, porque me resultó pintoresco. Un saludo, Amalia.

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    2. Vayas donde vayas, es escena se repite en infinitos bares mientras se toma el café o la primera copa de la mañana...
      Me hace gracia recordar cuando la gente del campo toma su cafe al amanecer viendo en un bar cutre una película porno. Recien levantados.

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    3. Posiblemente lo de la película porno mañanera estimule el consumo de carajillos y copas de coñac. Los de los bares saben mucho. Saludos

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  2. Buen relató, y buena carrera la del día la del día once.

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    1. A mí me gustan mucho más las carreras de las medias. Saludos.

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  3. Muy buen relato, fue como estar allí.
    Un saludo.

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  4. Es bonito observar a las gentes de cada lugar, son una muy buena fuente de inspiración. Saludos.

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  5. ME GUSTA COMO DELINEAS LO QUE ESCRIBES

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  6. Muy buen relato....estaba ahí y no me viste, eh? :P

    saludos y buen finde =))))

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    1. Coño, pues eso se avisa. Te hubiera invitado a un carajillo. Saludos.

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  7. ¡Qué bien se ven los toros desde la barrera!
    Salu2 sin barreras.

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