lunes, 14 de junio de 2010

Lo que no hacemos


En la fotografía vemos dos albornoces sin usar. Me fijé en ellos el último día de mi estancia reciente en Bogotá. No los usé. Tampoco usé el minibar. Tampoco la piscina del hotel.

Recostado en mi enorme cama, de la que tan sólo disfruté una pequeña parte, pensé en la cantidad de cosas que no hacemos en la vida. Esas renuncias, a veces voluntarias y otras no tanto, van dibujando el fondo del cuadro de nuestras vidas. Un cuadro, en donde las ausencias o las renuncias van quedando en un segundo plano, pero que, sin embargo, cimientan y consolidan las cosas a las que dotamos del total protagonismo.

Son por tanto, tan valiosos los besos que no damos como los que disfrutamos. Son tan importantes, en ocasiones, los noes como los síes, pero normalmente la historia olvida mucho antes las renuncias y le otorga el absoluto reconocimiento a los hechos consumados.

1 comentario:

  1. Cuando dejamos de lado algunas cosa son por otras mejores, o mejores en ese momento... el hubiera no existe ... solo los hechos

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