domingo, 11 de diciembre de 2011

Reuniones de fin de año


Desde que a finales de 2008 la crisis nos pegara de lleno, resulta más difícil encontrar argumentos para orientar y motivar a los equipos para que estos alcancen sus metas el año próximo. Del mismo modo, resulta complicado plantearse los mecanismos para calcular las previsiones del año próximo y esto, sin ninguna duda, supone un quebradero de cabeza que, en ocasiones, no es adecuadamente entendido por los demás.
Esta claro que los objetivos mínimos a conseguir vienen marcados por las necesidades de la propia compañía para salir adelante. No son estos, por tanto, una cifra caprichosa e improvisada, si no que viene marcada por los gastos generales de la compañía con la intención de obtener unos resultados mínimos para mantener su estructura con las mismas capacidades productivas, de innovación y desarrollo y de imagen de marca que nos mantengan a flote en este mar de tempestades que nos ha tocado navegar.
El problema interno, aunque menos ruidoso que la crisis misma, provocado por la falta de implicación de los colaboradores ante la situación actual, es un auténtico lastre que nos empuja hacia abajo, y que en ocasiones no abordamos con la suficiente rapidez y contundencia.
Muchos de nosotros, nos empeñamos en seguir trabajando con los mismos planteamientos que antes de la crisis y estos no funcionan en absoluto. Todo esta cambiando a nuestro alrededor y nosotros seguimos empeñados en no cambiar. Esperamos un golpe de suerte, un milagro o un efecto mágico que nos arregle el mes, o el balance anual, pero en el 100% de los casos, estos ya no se producen y terminamos el año con un déficit importante sobre nuestras previsiones. 
El año próximo no se vaticina mejor que este que nos encontramos finiquitando. Requerirá de nosotros más esfuerzo, si cabe, que los anteriores, ya que los clientes se encuentran agotados, desmotivados y faltos de ideas para afrontar esta crisis que se prolonga más de lo previsto y de un modo que, la mayoría de ellos, nunca había experimentado durante toda su trayectoria profesional.
Las personas cuando nos vemos inmersas en un gran banco de niebla o sumidas en la más absoluta oscuridad necesitamos una luz con la que guiarnos. Buscamos, desesperadamente, un referente para salir de esa angustiosa situación. Nuestras propuestas deben ser esos faros en la noche. Debemos convertirnos en promotores y en motivadores de nuestros clientes, aunque, desgraciadamente, eso sólo lo conseguiremos cuando seamos capaces de generar propuestas y dinámicas que avalen nuestra capacidad y nuestra credibilidad. Quizás es ahí donde fallemos. Nuestro déficit personal  nos impide convertirnos en actores principales del resurgir de nuestros clientes, y esto viene dado por nuestra inseguridad y nuestra falta de preparación, provocando, con ello, que nuestras propuestas no prosperen al no inspirar la suficiente confianza en los clientes objetivo.
La crisis de muchos de nosotros, no se deriva tan sólo de la crisis económica actual, si no es también una crisis de capacidades y de valores. La bonanza económica maquillaba nuestras imperfecciones profesionales y la dichosa crisis, a actuado como una crema limpiadora dejando, a flor de piel, todas nuestras imperfecciones.
Otro año más, buscaremos justificaciones que actúen como maquillaje temporal o efecto flash, para pasar de puntillas por esas cansinas reuniones de fin de año, y de esa manera, avanzar hacia delante, sin pena ni gloria, pero buscando salir ileso y subvencionado, nuevamente, por el esfuerzo de los demás.
Para este nuevo curso, que se nos viene encima, deberemos de seguir haciendo enormes sacrificios y titánicos esfuerzos para alcanzar nuestras metas. A estas alturas de la película ya todo el mundo conoce el guión y el argumento, lo que faltan, realmente, son actores con la talla suficiente como para conseguir un final feliz para todo este interminable drama.
Cuando, nuevamente, el teatro del 2012 levante el telón y aparezca el mago en el escenario, con toda probabilidad el conejo no salga de la chistera.

3 comentarios:

  1. hola amiguito me gusto mucho tu punto de vista, como dices muchos solo dejan pasar los años, sabes q al inicar el 2011 en el colegio en mis 4 quintos años de secundaria q acaban el colegio les pregunte que harian el proximo año, de los 140, 20 tenian deseos y entusiasmo de seguir estudios superiores, universidad, otros 20 trabajar y los demas ni idea de lo que seguiran que rumbo tomara su vida, como dices tenemos que buscar escribir nuestra propia historia ser algo, no solamente seguir a los demas o imitarlos, por desagracia en la actualidad la poblacion solo se deja llevar son poquisimos los q buscan salir adelante.
    con cariño tu amiga susana de LIMA PERU

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  2. La crisis que nos azota es de confianza, seguridad y liderazgo, eso creo yo… No tanto por las reuniones de fin de año, que son una y ya, sino por las que mantenemos con nosotros mismos cada día: descreemos, desalentamos, y desconfiamos hasta de nuestra capacidad.

    La revista Time ha nombrado personaje del año a todos los manifestantes. Desde los protagonistas de la 'primavera árabe' hasta los griegos que han marchado en Atenas, pasando por los españoles que movilizaron el 15-M. Eso dice algo.

    El truco como dices, no es de sacar un conejo de la chistera, sino de sacar la magia de nuestros adentros.

    Un abrazo y a seguir con entusiasmo.
    Tu amiga de Mexico: B.

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  3. Algo es cierto jose, ninguno de los que por este mundo pasamos o estamos saliendo de el, tendra a ciencia cierta, idea de lo que su futuro le deparara. En los años que llevo de vida relativamente tranquila gracias a Dios y a unos padres maravillosos, me he dado cuenta que la vida es como una larga escalera en donde hay trayectos cuyos escalones son mas altos o mas bajos que otros pero que igual los debemos subir o volverlos a bajar para volver a subir. Habra trayectos en los que los escalones seran totalmente planos, simplemente para caminar suave, pausado en esa posicion justo ahi es cuando debemos saber que hay un espacio y descanso para de nuevo inciar el ascenso o descenso no lo sabemos pero hay que saber que todos de una u otra manera llevamos bajo nuestros pies esa misma escalera quizas unas mas empinadas que otras. Asi que mal o bien a la vida hay que estarle sacando un balance cada tanto por lo malo para seguir luchando por mejorarlo y por lo bueno para hacerlo la siguiente vez mucho mejor asi veo yo la vida.

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