viernes, 26 de junio de 2020

Los rebrotes negros


Hace tan solo unos años hablábamos de brotes verdes. Ahora, siguiendo ese orden cromático, deberíamos de hablar de rebrotes negros. 
Los rebrotes negros nos amenazan con darnos el tiro de gracia. Ahora nos han dado las prisas por comernos el mundo y no somos conscientes de que el mundo, a poco que se empeñe, nos puede comer a nosotros como no actuemos con cordura. 
El bicho sigue ahí, agazapado y hambriento, como los mosquitos tigre pero en plan bestia. El mosquito tigre nos chupa la sangre pero el coronavirus nos quita la vida. 
Veo a gente actuando como si nada pasara. Gente valiente amante de los riesgos, que le da igual ocho que ochenta. Pero esa gente valiente, en este caso, no arriesga su vida entrando en una curva con su moto a 150 km/hora y con el casco en el codo, esa gente nos puede contagiar a todos y jodernos bien la vida. 
Por fortuna podemos salir, pasear, bañarnos, disfrutar, cenar en un buen restaurante, ir a la peluquería, leer un libro en un jardín bajo la sombra de un árbol, podemos hacer deporte, tantas y tantas cosas que hace tan solo unas semanas nos estaban vetadas y que ahora podemos volver a disfrutar con cordura. 
Está claro que queríamos y necesitábamos salir, por algo somos animales sociales, lo peor sería que por falta de civismo tuviéramos que volver a entrar. 

4 comentarios:

  1. Hay gente que sale a la calle como tratando de recuperar un tiempo que le han hecho perder con el confinamiento. Como si con ellos no fuera la cosa.

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  2. Los que más sufrieron el confinamiento fueron quienes menos se conocían a sí mismos.

    Saludos,

    J.

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  3. Yo los veo por todas partes. Besos.

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