martes, 10 de agosto de 2010

Mi maleta


Hoy quiero rendir un pequeño homenaje a mi maleta. No se alarmen, soy muy libre de tributar homenajes a lo que me dé la real gana. Creo que después de diez años de servicio, la mía ya se lo tiene sobradamente merecido.

Como se aprecia en la fotografía, no es una maleta estéticamente muy original, una sasmonite dura como las demás, de color azul oscuro.

Quizás su mérito resida en haberme acompañada allende los mares, por un sín fín de países, los cuales hace tiempo que dejé de anotar en una lista, pero que seguro que cuando sea más viejito, si el Alzheimer me lo permite, tendré que enumerar, para así poder contarle historias debidamente documentadas a mis posibles nietos.

Pero no quería hablar de mí, si no de la maleta en cuestión a la que le estoy brindando este reconocimiento, que pese a no ser habitual, no deja de tener su importancia.

Esta maleta, lleva más kilometros por tierra, mar y aire que un transbordador espacial. Pese a los ineptos que las manejan por esos mundos de Dios, siempre regresó conmigo de todos los destinos , aunque en diversas ocasiones la extraviaron, ella se las apañó para llegar hasta mí.

En su interior ha llevado y traido infinidad de objetos, regalos, materiales de trabajo, ropas de mejor o peor gusto, encargos horteras, pero sobre todo ilusiones y esperanzas, con la ventaja de que esos dos últimos contenidos no influyen de manera determinante en el límitado peso de 22 kilos oficiales que le permiten contener.

Quiero mucho a mí maleta, que se ha convertido para mí, en algo así como mi talismán, un poco grande, pero un talismán, que ahora pese a su viejuno aspecto, y disponer de un nuevo juego de maletas, obsequiadas por la sangría de pagar con mi American Express, me resisto a jubilar.

Sin que nadie lo sepa, ella y yo hemos llegado a un pacto de caballeros, la llevaré conmigo hasta que reviente, y cuando esto suceda la enterraré con todos los honores, como un soldado que hubiera muerto en acto de servicio.

Creo que es lo menos que puedo hacer por ella.

1 comentario:

  1. jose la verdad tu genialidad y tus ocurrencias que mas que eso son estallidos continuos de ideas magistrales es sencillamente maravillosa. Que bien por tu maleta que por compañero mas que de viaje tiene un amigo inseparable de fantasticas historias como la de la maleta.

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