sábado, 11 de junio de 2011

Ausencias





Ir y venir tiene eso: que no estás. Quizás queda atrás tu recuerdo, quizás se nos extraña, más o menos, y así, de ese modo, va pasando, incansablemente el tiempo. En ese trasiego vamos dejando tras nosotros mucha ropa sucia para lavar y planchar, cosas pendientes de hacer, besos que dejamos de dar, tartas que dejamos de soplar, compañías, sonrisas y presencias que dejamos de brindar y que no sabemos, en el futuro, cómo ni cuándo, nos pasarán la factura. Pero los que somos, por decisión propia o impuesta por las situaciones: padres ausentes, maridos ausentes, amigos ausentes, hijos ausentes, también sufrimos las ausencias sintiéndonos solos incluso cuando estamos rodeados de multitudes, que sonríen, que disfrutan, que sueñan, que vibran o que lloran. Ese ir y venir nos transforma en continuos espectadores de un teatro de realidades que, a cada momento, se representa, gratis y fidedignamente, ante nosotros.

Observar se nos convierte en algo así como un modo de vida, un modus operandi que adquirimos, sin saber por qué, y que termina por abducirnos y someternos en una especie de empatía incontrolable.
Convertidos en espectadores a perpetuidad, surcamos los cielos y los mares, vamos de estación en estación, de hotel mejor a hotel peor, arrastrando nuestra ausencia, cuando los demás ven en nosotros la presencia. Vivimos una misteriosa dualidad entre estar presente para algunos y estar ausente para otros.
Y ese desconcierto, o termina por desubicarnos y vencernos, o nos engrandece de tal modo que, cada país nos parece maravilloso, cada situación y cada inconveniente nos hace más fuertes, y nuestra realidad, ausente o presente, nos hace sentirnos unos seres muy afortunados.
No es lo mismo ser que estar. ¿O quizás sí?
Dejo así esta reflexión. Me tengo que ir. Ya me esperan en Lublin.

3 comentarios:

  1. Fueron, son y seran tantas las cosas que dejemos por hacer ya sea por tiempo o por olvido pero de seguro el dia que abandonemos esta vida habran quedado a tras cientos de cosas sin hacer.
    es muy cierto jose pero tambien es cierto que debemos hacer todo cuanto podamos

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  2. Cecilia:

    Las circuncustancoas de cada persona son diferentes quiza para muchos sea una gran oportuniddad poder viajar, para otros son las obligaciones. No hace falta estar lejos para dejar de hacer cosas que se pudieron hacer. Al final de la vida simpre quedaran cosas que no se hicieron, no por aucencias si no por que nunca se intento o porque no existio la oportunidad. Simpre quedaran cosas pendientes de realizar........ Saludos José.

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  3. No es la cantidad de tiempo que pasas con los que quieres. Es la calidad.....

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