jueves, 5 de diciembre de 2013

Behind the "Musgo"


Anuar Bolaños es un bloguero colombiano que intenta huir de la rutina a golpe de creatividad. No conforme con ello, como todo buen escritor, intenta conseguir ese mismo efecto entre sus lectores. La rutina es nuestro principal enemigo y, llegado el caso, puede provocar que nos salga "musgo en la piel".
Días atrás, Anuar decidió poner en marcha un arriesgado test entre sus 365 seguidores. La provocación consistió en colocar un comentario en todos los blog de sus seguidores, entre ellos este, en el que preguntaba lo siguiente: 

Si te quedaras inmóvil: ¿te crecería musgo en la piel?

¿Qué responderíais vosotros si os encontrarais en vuestro blog, o en vuestro correo, o sí alguien os abordara por la calle, y os hiciera esa pregunta?

En la comunicación, la provocación es utilizada, con frecuencia, por el emisor para estimular y provocar un plus de atención en el receptor. 
En mi caso, yo estuve durante bastante tiempo preguntándome qué leches significaba aquella pregunta y mentiría si dijera que llegué a tener claro, en algún momento, a qué hacía referencia aquel enigmático post.
Luego, después de descartar que Anuar tuviese motivos suficientes para llamarme fósil o criador de musgo -por inmovilista- pensé en templar mi respuesta, como un futbolista que entretiene la pelota cuando no sabe a quien pasarla, o como cuando hablamos del tiempo con un vecino en el ascensor cuando no sabemos qué decir. 
Yo respondí:
-Probablemente, Anuar. (...)

A estas alturas de la película, ustedes que misericordiosamente me leen, se estarán preguntando adónde quiero llegar con todo esto. Pues es bien sencillo: quiero reflexionar, y al mismo tiempo provocar vuestra reflexión, sobre el hecho de la provocación como vehículo para llamar la atención y conseguir que nuestro mensaje y nuestra presencia adquiera la condición de acontecimiento.

Hasta los discursos más coherentes, mejor argumentados, y más excelsamente escritos, pueden resultar aburridos y monótonos si no fuéramos capaces, en uno o varios momentos de su ejecución, tocar la fibra emocional y sorprender al receptor.
Hace algún tiempo, en una exposición colectiva de artistas plásticos, me paré a observar el comportamiento de los espectadores. En la muestra había todo tipo de pinturas, desde los paisajes más románticos, hasta los collages mejor logrados, geometrías, bodegones, abstracciones, y, sin embargo, la obra que más atención acaparaba de todas las expuestas era un cuadro enorme en el que, sobre un fondo de cartón con manchas de grasa, había dibujada una gran calavera con un lema en el que se leía: "Dentro de 100 años, todos calvos".

Los humanos nos estimulamos enormemente con la provocación, lo que denota la simpleza de nuestra manera de entender los mensajes externos.

Otro ejemplo que recuerdo, a este respecto, sucedió hace unos seis o siete años en una formación. Al finalizar el curso, y abrir las puertas de la sala, un compañero que se había disfrazado de Wini de Pooh entró a felicitar a todos los asistentes. Después de todos los años trascurridos, nadie se acuerda de los contenidos de aquel curso, pero todo el mundo recuerda aquel infantil golpe de efecto, sobre el que llovieron los flashes de las cámaras de fotos de todos los presentes.

Anuar, bajo mi modesto entender, ha vuelto a estimular, y a sorprender, a todos aquellos que le seguimos en su apasionante blog. Curiosamente, como el genial humorista español José Mota, ha elegido también al "musgo" como protagonista de esa inusual estrategia. 

Nunca pensé que algo tan sencillo como el "musgo" pudiera dar tanto juego.

3 comentarios:

  1. Hola Pepe, cuanto tiempo sin escribirte verdad?

    pues en respuesta a la pregunta del gran Anuar, a mi no me saldría musgo jejejej no puedo quedarme inmóvil, lo único que me frena un poco es la p... economía que no me deja acabar de arrancar. pero no debo quejarme. un saludo

    Marina

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    1. El musgo viene bien para adornar los belenes y para alfombrar el monte en invierno, pero a nosotros que no nos salga Marina. Un abrazo.

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  2. De esto que hablas, hay un buen libro que me dejaste para leer. Habla de como han de ser los discursos o puestas en escena ante numerosas personas. si no recuerdo mal se llamaba "Los 5 faros" o algo así. lo recomiendo muchisimo a todoas esas personas que hablamos mucho en publico....

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