viernes, 4 de octubre de 2024
El escritor huérfano
Hoy me siento un escritor huérfano. Mi lector alfa, el que más me animaba, corregía, y motivaba, ha fallecido. ¿Qué haré ahora sin su aliento y su comprensión? ¿Qué será de mis letras? ¿Cómo controlaré esta hemorragía de palabras huecas a las que él tan bien sabía dotar de contenido? Sin Javier Peñalosa, el mejor químico cosmético de España, sin su coherencia y sin su elegancia, sin su presencia, sin sus consejos...¿acaso no quedaré a la deriva? Sé que la vida no atiende a razones, pero joder, qué Javier era mucho Javier, y aún tenía mucho que aportarnos. Siempre estarás en mis relatos, y en mis libros, y en mi corazón. ¡Hasta siempre, Javier! Gracias por todo y por tanto.
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Te va a ocurrir como cuando estás aprendiendo a ir en bicicleta, quien te sujeta del sillín te deja solo y sigues pedaleando como si tal cosa. Javier te seguirá leyendo allá donde esté.
ResponderEliminarUn abrazo.
La muerte de alguien cercano siempre nos obliga a replantearnos cómo seguir adelante, si es que tal cosa es posible.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Te va a seguir leyendo en las palabras que hablen sobre él. Y lamento tu pérdida... Pero celebro lo que ha ganado la siguiente vida. Quién sabe. Va un abrazo, José.
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