viernes, 21 de marzo de 2025

La prisa

La prisa me muerde el culo. Como un perro de presa. Como un tren que amenaza con marcharse mientras corres hacia él por un andén atestado de viajeros. Como un novio el día de su estreno carnal. Siempre tengo algo pendiente: una reunión, una videollamada, cien correos electrónicos, la planificación de mi próximo viaje de trabajo a Uzbekistán, alguna entrevista, algún curso de motivación a medio terminar y que urge para la semana que viene. Siempre tengo prisa pero voy despacio. La prisa ya no me apremia, ni me irrita, ni me incomoda. La prisa es una sombra benóvola con la que converso sobre Kant, o sobre el próximo Barsa-Madrid, o sobre como afecta la gripe aviar a las exiguas poblaciones de ornitorrinco. La prisa me da risa, lo reconozco. La prisa mató a Marisa. Bueno, corto el rollo que llevo prisa.

3 comentarios:

  1. La vida te ha dado tablas para enfrentarte a la prisa sin agobios.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Date prisa despacio, y llegarás a Palacio

    ResponderEliminar
  3. La prisa nos lleva, o nos dejamos llevar por la prisa, sin saber cuándo llegaremos. O si lo haremos.

    Saludos,
    J.

    ResponderEliminar