Mucho tengo que agradecer en esta vida, en la que voy cumpliendo años y peinando canas, y siempre, desde los catorce o quince años, navegando a contracorriente con lo que eso cansa. Como a todo el mundo, este último tramo vital se me complica por momentos. Aún recuerdo aquellas giras por los centros de enseñanza donde iba a pregonar la buena nueva del ecologismo. Aquellas marchas nocturnas para localizar anfibios. Los censos de aves invernantes y esteparias de la mano del increíble biólogo Vicente Hernández Gil. Los estudios de mortandad de animales silvestres por atropellos. Mi colaboración con el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre. Mi apoyo al incipiente Seprona de la Guardia Civil de Murcia y mis agradables charlas con el Comandante Arroyo. Recuerdo la reunión fundacional de Ecologistas en Acción en la torre Alfonsina del Castillo de Lorca. Los censos de Tortugas Moras. Las campañas de verano protegiendo las Salinas de San Pedro del Pinatar. Añoro la pequeña granja escuela que mi amigo el prestigioso pintor murciano Carlos Pardo y su inseparable compañero Jorge construyeron para acoger nuestras modestas actividades de educación ambiental en el Cabezo de Torres. Extraño al burro que se empeñaba en no meterse en su cuadra. Echo de menos las interminables campañas de repoblación forestal con mi gran amigo Ruben Vives, de limpieza de playas, de denuncias por caza furtiva, por el uso de redes japonesas, de cebos envenenados, por la ocupación de la vías pecuarias, por el arrojo de vertidos a nuestros cauces y nuestros montes. La vida me ha brindado tantas cosas maravillosas que hasta me han terminado por gustar mis canas, mi calva y mi barrigota. Aunque ahora dicen que con gafas ha aumentado mi sexapil.
Mi hija, qué decir de mi hija, que es lo más maravilloso que me ha podido ocurrir. Y de mi esposa, que tanto me está enseñando y apoyando. Y de mi trabajo, que me está exigiendo que saque todo lo mejor de mí. Y de mi manía persecutoria por escribir, aún sin saber, como siempre hago las cosas.
La vida me ha ofrecido tanto que a veces hasta me siento un bicho raro. Hoy siento de nuevo agradecimiento. Canal Literatura ha vuelto a premiarme con la publicación de un pequeño relato: "Oscuridad". Un pequeño relato que, como todos los demás que me han publicado, no destaca por nada salvo por el esfuerzo y por la lucha por escribirlo. Cada uno de esos relatos es un pulso entre mis ganas de hacer cosas y mi desconocimiento para llevarlas a cabo de manera ortodoxa. Pero no dejo que eso me frene. Empujo. Lucho. Persisto. Y me arriesgo. Siempre he pensado:
¿Qué puedo perder por intentarlo?
Quizás por eso he hecho tantas cosas en mi vida. Y, tal vez, por eso, le estoy tan agradecido.
Felicidades por ese premio , los premios no se suelen dar si no hay un esfuerzo detrás
ResponderEliminarEnhorabuena !!!!!
Hola Mario: el hecho de que tú me leas ya es otro premio. ¿Ves que afortunado soy?
ResponderEliminarEnhorabuena paquete Jejeje yo tambien me acuerdo de ir a repoblar una zona
ResponderEliminarCon accion verde , que tiempos aquellos,la foto es de el valle de ricote? Me gusta mucho
Sí Daniel. La foto es del Valle de Ricote, sin duda uno de los valles más maravillosos y mágicos de toda Europa. Gracias por tu visita.
ResponderEliminarEnhorabuena Pepe!
ResponderEliminarSaludos de Finlandia!
Alfonso
Muchas gracias Alfonso. Espero que te siga todo genial por aquellas tierras. Ya tenemos distribuidor en Finlandia y en Suecia, y ahora me toca lidiar en Dinamarca y Noruega. Un abrazo y gracias por seguir este humilde blog.
EliminarMuchas Felicidades por un premio tan maravilloso que es sin duda, enseñer a traves de tus relatos, como sabes yo te catalogo como una persona capaz de todo, y es por supuesto por tu espiritu AVENTURERO, no lo pierdas nunca, un fuerte abrazo desde CT.
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