lunes, 10 de febrero de 2014

Erre que erre


Cuando leo a gente que realmente sabe escribir me dan ganas de cortarme los dedos, aunque luego no tengo cojones y lo único que hago es morderme las uñas. No tengo muy claro si lo mio con la escritura es un acto de valentía o, simplemente, una tremenda e inconsciente osadía. Sea cual sea el motivo, ahí sigo yo, erre que erre, empecinado en dar la brasa a los que me rodean, o a los que me leen por pura solidaridad, o por simple curiosidad. Y es que siempre hay almas caritativas que te regalan un lectura a lo tragapavo para quedar bien, y no lo digo como crítica, sino todo lo contrario, por puro agradecimiento, ya que leerme a mí, con todo lo bueno que hay por ahí para leer, tiene su mérito.
Admiro a los escritores y a las escritoras que acarician las palabras dejándolas caer con la suavidad que el viento mece una hoja, y la arranca del árbol, y la convulsiona en el aire, y tras veinticinco triples saltos mortales la deposita en un mosaico dominado por una gama de colores que va desde el marrón hasta al más simpático de los amarillos, formando hoja a hoja y palabra tras palabra, un tapiz tan hermoso como efímero.
A mí me gustaría llegarles, al menos, a la altura de sus zapatos. Aprender de sus pisadas. Seguir su rastro de lejos, para no molestar, como un sabueso de orejas grandes y caídas. Beber de sus fuentes. Escuchar a sus musas. Entender sus posturas. Expresarme con la valentía y la solvencia que ellos emplean.
Pero: ¿qué otra cosa puedo hacer que seguir aprendiendo? De hecho, escribiendo esto, me doy cuenta de que soy un pésimo escritor pero un grandísimo aprendiz. Disfruto del aprendizaje sufriendo en solitario mi torpeza y dando siempre la batalla desde la constancia. 
Erre que erre, erre que erre. Esto no ha hecho más que empezar.

6 comentarios:

  1. No se sí serás buen escritor o no, pero para un analfabeto como un servidor estas logrando tenerlo enganchado a tus relatos.
    De entré algunas de tus recomendaciones de autores como ESTEFAN ZWEIG y AMLIE NOTHOMB , sólo ESTEFAN con novela de ajedrez me mantuvo enganchado , sin embargo con AMELIE me esta costando.
    Por lo tanto para este humilde lector tu se lo pones fácil con tus relatos

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    1. Gracias Mario, Amélie es como todo lo que nos beneficia, al principio nos cuesta pero luego no podemos pasar sin ella. Acaba de publicar Barba Azul y me ha parecido una obra maestra en poco más de 130 páginas.

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  2. Voy leyendo el texto y digo: podría haberlo dicho yo exactamente así, porque me lo digo mil veces/minuto ("qué c... hago escribiendo pamplinas con lo mucho bueno que hay por leer...")
    Pero sé que para mí, y supongo que para ti, es un divertimento y una manera de re-componer la vida, a impulsos.
    En todo caso, tengo que decirte que el párrafo segundo tiene altos vuelos literarios con sus veinticinco saltos mortales y su caída a un suelo de mosaico de colores :)
    Sigamos, amigo...

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    1. Gracias Maria S, me has hecho muy feliz con tu comentario, y me vislumbras un camino y un estilo en el que a veces no me prodigo demasiado por mi manera innata de minimizar la comunicación. El escultor minimalista que llevo dentro tiene que dejar aflorar al escritor barroco. Los adornos siempre me han sobrado pero en la escritura entiendo que son más necesarios. Me falta aprender. Lo que decía: erre que erre.

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  3. Cada vez que leo tus relatos por lo general aprendo cosas, los leo muy detenidadmente por siempre, siempre tienen su moraleja. Creo que eres un tio que escribe normalmente lo que vive, y eso para mi es un hecho ejemplar. Tambien tienes una manera simpatica y graciosa de escribir, con todos esos palabrejos que por aki usamos mucho, a mi por ejemplo me agrada y distrae muchisimo tus relatos. sigue asi, no cambies....

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  4. Gracias Villales, así seguiré dando cera y puliendo cera. No hay otra manera...

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