Lola sentía traicionada la confianza que había depositado en ellos. Si las miradas tuvieran capacidad destructiva, nuestro joven montañés habría caído al suelo fulminado por un rayo.
- ¿Se puede saber a qué andáis jugando vosotros dos, jovencito? Creía que te había explicado muy claro las normas de está casa, pero, por lo visto, no te importan un bledo -exclamó Lola, visiblemente irritada por la situación que acababa de descubrir.
- No se lo tome así Lola, por favor. ¿Usted nunca se ha enamorado? -le soltó Venancio, intentando tocar la fibra más sensible de aquella mujer.
- No, no jovencito, no me venga ahora con carantoñas. No pienso pasar por alto esta situación, así que tendré que informar a su tío de lo que está pasando aquí y que sea él quien tome la decisión que más le convenga. Al fin y al cabo, este negocio es suyo -dijo Lola, desentendiéndose del asunto.
-¿Este negocio es de mi tío el cura? -preguntó Venancio sorprendido.
-Así es, salvo en un pequeño detalle, que tu tío hace muchos años que dejó de ser cura; de hecho, no es cura desde que tú viniste al mundo, poco más o menos. Unos meses después de su llegada a Barcelona, colgó los hábitos -matizó la madame.
-¿Y, de ser cura, cómo pasó a ser proxeneta? -preguntó Venancio, intentando conocer mejor toda la parte de la historia que hasta ese momento le había sido ocultada.
-Cuando tu tío Carlos llegó a la Ciudad Condal se dedicó, por un tiempo, a dar asistencia y apoyo espiritual a las prostitutas que ejercían su oficio en la zona del puerto. Allí descubrió su forma de vida, sus problemas, los abusos a las que las sometían sus chulos, sus enfermedades, sus miedos, de tal manera que empatizó tanto con ellas que decidió implicarse en el problema hasta sus últimas consecuencias -le explicó Lola.
-¿Implicarse cómo? - preguntó Venancio, desconcertado.
- Pues su proyecto, bueno, mejor dicho, nuestro proyecto, consiste en proteger a las prostitutas de las mafias de la trata de blancas, educarlas y, poco a poco, intentar favorecer su integración en la sociedad. Él siempre dice que si no puedes con tu enemigo, únete a él, aunque, en la iglesia, casi todo el mundo ha dado la espalda a este proyecto. En este momento mantenemos cuatro casas de acogida y somos en total veintitrés mujeres.
-¿Por eso hay un estudio con biblioteca en la casa? -preguntó Venancio.
- Sí, entre otras cosas, las enseñamos a leer y a escribir, y, sobre todo, las ayudamos a que vuelvan a sentirse personas -le explicó Lola.
-¿Por eso hay un estudio con biblioteca en la casa? -preguntó Venancio.
- Sí, entre otras cosas, las enseñamos a leer y a escribir, y, sobre todo, las ayudamos a que vuelvan a sentirse personas -le explicó Lola.
-¿Pero usted no es prostituta, o sí? -preguntó con descaro el jovencito.
-No, yo era monja, y me sigo sintiendo como tal. Dejé el Convento de las Clarisas para implicarme con don Carlos. Las cuatro casas están asistidas por monjas como yo que servimos a Dios de una manera muy distinta a la que nuestras familias, o nuestros superiores, esperaban de nosotras, pero: ¿sabes que te digo? me da exactamente igual lo que piensen de mi. Por estas chicas daría mi vida -explicó Lola desde lo más profundo de su alma.
-Lola: ¿Crees que podré hablar con mi tío? -preguntó Venancio.
-Sí, creo que ya va siendo hora de que tú y él tengáis una buena conversación.
Mañana hablaré con él para que venga a hacernos una visita.
-Muchas gracias, Lola. ¿Puedo darle un abrazo? -le solicitó el joven.
Y, sin más, se fundieron los dos en un hermoso y fraternal abrazo. Un abrazo que le vino muy bien a los dos.
-Lola: ¿Crees que podré hablar con mi tío? -preguntó Venancio.
-Sí, creo que ya va siendo hora de que tú y él tengáis una buena conversación.
Mañana hablaré con él para que venga a hacernos una visita.
-Muchas gracias, Lola. ¿Puedo darle un abrazo? -le solicitó el joven.
Y, sin más, se fundieron los dos en un hermoso y fraternal abrazo. Un abrazo que le vino muy bien a los dos.
Dios bendito ¡¡¡¡¡ , menudo giro a dado la historia
ResponderEliminarDios Santo!!! Jajaja Vaya sorpresa!!!
ResponderEliminarJoder lo ke es la vida de esta historia, cura y monja ke disparate para algunos seguro.....
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