miércoles, 15 de abril de 2015

De Beniel a Mauthausen pasando por el infierno


Nunca un libro tan humilde y tan sencillo me había aportado tanto. Les explico. Un compañero de trabajo, sabedor de mis ávidas costumbres lectoras, tuvo la cortesía de traerme un pequeño libro. Un libro fotocopiado, de tamaño menudo, engarzado mediante canutillo. Antonio, que así se llama mi compañero, me lo ofreció, días pasados, con la sutileza y la educación con la que él suele hacer siempre las cosas. Lo hizo un tanto inseguro de sí mismo pero plenamente consciente del valor intrínseco de la modesta autoedición que me ofrecía.
-Es la historia de un familiar "mio". Es impresionante -me dijo mirándome a la zona interior de los ojos, justo en esa parte en la que vibra el nervio óptico, este provoca que se te pongan los vellos como escarpias, y seas capaz de identificar que ahí, en esa mano tendida, hay algo grande.
-Lo leeré. Claro que sí, Antonio -le respondí, mientras vi como se alejaba observando de reojo mi reacción ante lo modesto, y grandioso, de su ofrecimiento.
Y así fue como, gracias a mi compañero Antonio Herrero, he podido conocer la increíble historia de Jesús Herrero Martínez, su tío abuelo, que nació en Beniel (Murcia-España) -a escasos kilómetros de donde yo vivo- en el año 1.911 y murió en La Ricamarie (Francia) en el año 1.996.
El libro en sí consta de cuatro partes bien diferenciadas: su infancia en la huerta de Beniel, en la que disfruta y crece como un niño revoltoso de su tiempo. Una segunda en la que describe su participación en la Guerra Civil Española, luchando hasta el final en el bando republicano. Una tercera, en la que, tras su paso por el mal llamado Campo de Refugiados de Saint-Cyprien (Francia) se alistó en la resistencia francesa en la 106 Compañía, hasta que fue hecho prisionero por los Nazis, y de ahí al campo de concentración de Mauthausen, en el que entró el 21 de diciembre de 1.940 y del que fue liberado por los soldados norteamericanos de la 11ª División Acorazada el 5 de mayo de 1.945.
La ultima parte del libro hace referencia a su vuelta a la libertad y a la reconstrucción de su vida, o, tal vez me atrevería a decir, de su no-vida.
La lectura de sus 63 páginas, escritas a máquina, me llevó apenas media hora. Media hora en la que el propio Jesús Herrero, tras sentir nuevamente la llamada de la muerte, -esa muerte que tantas veces le había llamado y que él había sabido tan increíblemente burlar-, en esta ocasión por un cáncer de colón, escribió, con cierta premura, sus memorias.
Unas memorias, que mi compañero Antonio, con su gesto, ha pretendido honrar, y yo con este escrito pretendo, en la medida de mis posibilidades, divulgar a modo de homenaje. 
Hasta aquí la descripción de lo leído para escribir sobre lo sentido durante la lectura. Y no es fácil. Nada fácil... No empequeñecer la grandeza de este hombre, mediante un pequeño relato, no es algo que esté al alcance de un aficionado a la escritura  como yo. Pero lo voy a intentar.
Lo primero que me vino a la mente, tras su lectura, fue cuestionarme los limites de la resistencia humana. ¿Cómo pudo Jesús aguantar toda la Guerra Civil Española, combatir contra los alemanes junto la resistencia francesa, y sobrevivir a más de cinco años de internamiento en el peor infierno que ha conocido la raza humana? ¿Acaso era Jesús Herrero un hombre extraordiario? Y la respuesta es bien sencilla: Sí, estoy convencido de que lo era. De otro modo es imposible. Desde septiembre de 1.936, que se convierte en Guardia de Asalto para defender a la República Española de la amenaza fascista de Franco, hasta su liberación en Mauthausen en mayo de 1.945, no paró de luchar contra el fascismo que asolaba Europa, y de defender los ideales de la libertad y la democracia de nuestra ultrajada República.
No me han sorprendido en demasía todas las atrocidades que describe Jesús en sus memorias, tal vez por haber visto tantas películas, haber leído tantos libros, e inclusive, haber visitado otros campos de exterminio como Auschwitz o Birkenau. Como decía, no me sorprende tanto lo que describe como lo que se llega a intuir realmente que no escribe. En realidad, esas escasas 63 páginas son la esencia de miles y miles de páginas no escritas, pero, a su vez, de infinidad de momentos vividos, sufridos y llorados, de balas, de bombas, de muerte, de odio, de frío y de hambre, de repugnancia, y, por último y más importante, de esperanza. Esa esperanza, por volver con los suyos, que nunca le pudieron arrebatar.
Estoy seguro que, a partir de ahora, cada vez que pase por Beniel, me sentiré más orgulloso de cada uno de sus huertos, de cada una de sus calles, de cada una de sus gentes, al saber, gracias a Antonio, que esa población vio nacer a alguien tan inmensamente generoso en la lucha por las libertades, que todos disfrutamos ahora, y que fue tan injustamente olvidado. 
Un hombre así engrandece a todo un pueblo. Aunque, mucha gente, por desgracia, no lo sepa.

12 comentarios:

  1. Una dura y realista historia, para mi vivida por un superhéroe. Digno de enmarcar ya no solo en la historia de nuestra Región, sino incluso en la historia de España o por que no mundial, por su lucha contra los nazis. Me resulta sorprendente lo que un ser humano fue capaz de aguantar por defender las libertades de otros. Me encantaría leerlo.....

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  2. Me hubiera encantado conocer a este súper héroe y haber compartido con el las miles de vivencias que tendría, por no decir lo que hubiera aprendido de la vida por el. Felicidades Antonio Herrero por haber tenido en tu familia, una persona así.

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  3. Eres genial amigo. Me encanta lo que escribes y como lo escribes. Tus relatos atrapan, hechizan, fascinan...y luego logras aliñarlos con ese toque de humor, de ingenio, de socarronería que los hacen todavía más atrayentes y divertidos. Deberías investigar más sobre la vida de Jesús Herrero, y escribir su historia. Seguro que le harías el digno homenaje que se merece, pues te sobra talento para hilvanar un bonito relato...

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  4. Me ha gustado una vez mas tus historias contadas de esa forma tan diferente.
    Besos

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  5. La historia está llena de grandes hombres, anónimos, o casi. Gracias por compartirlo.

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  6. Quizá sea esta una buena oportunidad para que hagas de esas 63 páginas un buen relato en su memoria y las amplíes a unas 200 mas . Ya que as tenido la oportunidad de leerlo podrías engrandecerlo todavía más al nivel que se merece por lo que aquí nos estas relatando

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  7. Poco más que añadir a eso Pepe, la historia de un gran hombre en 63 páginas , digno del máximo respeto, un abrazo

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  8. Allí hay otra injusticia, el olvido y desconocimiento de la humanidad. Afortunadamente, llegó a tus manos.

    Gracias por compartir.

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  9. Qué buena historia. ¡Qué honor hubiera sido conocer a este personaje! Saludos.

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  10. Los héroes anónimos, esos de carne y hueso esos que ven de frente a la adversidad y la combaten a muerte esos son los que deberían ser llamados los padres de la patria. En verdad José que bien poco cuentas del libro y siento que me gustaría conocer todo su contenido lastima la distancia o te diría que me lo pasara para leerlo, esta vendita curiosidad mezclada con imaginación y un escritor como tu son una bomba para mi, lastima no poder leerlo.

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  11. Autores de estas grandes historias aveces olvidadas. Pero no desfallece la esperanza de un buen día caer en manos que nos las hace llegar, como el pocos pero en realidad muchos aunque aun no lo sabemos, cada fortaleza ,cada individuo , cada vida una gran historia tal vez un día cuentes la mía , un abrazo José . maryperas.

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