viernes, 19 de enero de 2018

Armando y el Sabio Rozem


-Sabio Rozem, sabio Rozem: ¿Qué puedo esperar de esta vida? -Preguntó Armando con los mocos colgando.
-Límpiese usted los mocos, por el amor de Dios....
-Discúlpeme, pero es que tengo un catarrazo de aupa -respondió Armando, limpiándose con un modesto pañuelo de papel. Por favor, sabio Rozem, usted que sabe más que nadie de este mundo y del otro: ¿Qué puedo esperar de esta vida?
-Espéreme. Necesito consultar con mi bolita mágica.
Tras cinco minutos en silencio, durante los que Armando se sonó los mocos lo menos quince veces, el sabio Rozem, levantó la cabeza, se acomodó el turbante de paño blanco que lucía sobre su cabeza, y que se le había escorado un poco hacia la izquierda, y exclamó:
-Caballero: de la vida usted puede esperar lo mejor y lo peor. Pero, para concretar, le puedo ofrecer un consejo que le puede ir muy bien a usted para el resto de sus días -le dijo mirándole fijamente a los ojos.
-Pues, aconséjeme, a eso he venido, y no de turismo -le requirió Armando.
-Podría hacerlo si usted tuviese la amabilidad de depositar la irrisoria cantidad de cincuenta euros en esa cajita que tiene usted ahí al lado.
-¿Cincuenta euros? -exclamó Armando, visiblemente sorprendido ante semejante requerimiento pecuniario.
-Por tratarse de usted, sí -le respondió el mago con la misma tranquilidad con la que se rascaba el cogote por debajo del turbante.
-¿Y si se tratara de otra persona, qué le cobraría? -preguntó Armando, no sin cierta curiosidad.
-Si se tratara de otra persona le cobraría otros cincuenta euros, pero no serían los mismos cincuenta euros, ni posiblemente estaríamos hablando de la misma consulta, ni de la misma respuesta. Sin embargo, sin entrar en ese tipo de disyuntivas, le puedo asegurar a usted que será un dinero muy bien invertido -le aclaró el sabio, mientras miraba descaradamente a la pantalla de su teléfono móvil tras haber recibido un mensaje de su prima Enriqueta, la famosa pitonisa de Pamplona.
Dicho esto, Armando, resignadamente, colocó el billete puesto en circulación por el tan criticado Banco de Europa en la mencionada caja, y miró al sabio con ansiedad a la espera de tan anhelado consejo.
-Paciencia. Todo lo que usted precisa para alcanzar el éxito en esta vida es paciencia -le respondió el mago Rozem atusándose el bigote.
-¿Paciencia, y ya está? -preguntó Armando con perplejidad.
-Paciencia y respirar mejor. A usted le falta paciencia y aire. Respira usted fatal. Y, aunque la ciencia en esto no entra ni sale, sin paciencia y respirando como usted respira, no llegará muy lejos.
-¿Sabe lo que le digo? Que creo que usted me está tomando el pelo. ¡Usted es un farsante y un sabio de mierda!¡Eso es lo que es usted! Y ya me está devolviendo los cincuenta euros...
-Creo que necesitará usted de mucha, pero que de mucha paciencia para que yo le devuelva ese dinero. Además, mi sobrino Darius, que está recién venido de Bulgaria, es contrario a las devoluciones, y menos en caliente...¿verdad que sí, Darius?
Y diciendo esto, entró en la habitación un búlgaro de casi dos metros de altura, con un pescuezo en el que cabían dos cabezas y dijo algo así: 
-¿Qué ser lo que a usted sucede? ¿Usted no entender a grandes filósofos, verdad? Usted no haber leído a Nietzsche, ni a Kant, ni a Bauman, usted ser un cateto que no habel leído nada en su vida. Eso es usted...
-Este cliente no sabe hacia adónde queda la puerta. ¿Lo puedes acompañar, Darius?
-Con gusto, maestro -exclamó el centro-europeo, mucho más proclive y aficionado a la halterofilia que a la filatelia.
Y diciendo esto, agarro de la pechera a Armando, al que, del susto, se le habían salido todos los mocos fuera, y lo puso de patitas en la calle.
Yo soy el profesor de Yoga de Armando, y les cuento todo esto para que vean las mil y una maneras de alcanzar el Nirvana. Armando, de unos meses a esta parte, es en lo único que piensa. Y no tiene prisa por nada. Asegura que, contra todo pronóstico, esos cincuenta euros que daba por malgastados fueron, en realidad, los que le cambiaron la vida.

14 comentarios:

  1. ... paciencia y respirar, y no se discute, jaja.
    Abrazo.

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  2. El dedo corazón de la mano izquierda del dibujado está levantado. No sé si es un gesto o casualidad.
    Saludos.

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    1. Es publicidad de nuestros viajes a Bulgaria.

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  3. Todo lo que nos espera en la vida (bueno casi todo) depende de nosotros y de lo que hacemos.
    Un buen consejo no se compra ni por 50 euros ni por 500 bitcoins.
    Hay que disfrutar de la vida y no hacerle a los demas lo que no quieres que a ti te hagan.
    Todo ira bien.
    Son 50 euros :) Solo efectivo por favor.

    Ofrecemos tambien viajes eróticos a la Costa del Mar Negro en Bulgaria a buen precio.

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  4. Me gustó.
    En eso ando viviendo el momento y lo que no me gusta trato de ponerle otro pensamiento

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  5. Hola Jfbmurcia , muy bueno si señor .... Yo creo que eso de no respirar bien era por que estaba el pobre aparte de acatarrado , tenia una congestión de caballo , te deseo un feliz Sábado besos de Flor.

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  6. Muy bueno, como que le voy a decir a mi hermano Armando que lo lea.

    Salud.

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  7. Creo que todos nos hemos dejado enredar alguna vez con la promesa de alcanzar el Nirvana o ser felices sin más, así que comprendemos al pobre Armando, que además con mocos uno no puede pensar con claridad.

    Lo mejor, es que Armando piense que si respira bien y tiene paciencia encontrará por fin el paraiso a la vuelta de la esquina y tener un plus de esperanza en este mundo que vivimos es una buena inversión de esos cincuenta euros.

    Muy divertido el relato.

    Un beso,

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  8. Ella donaba dinero a cualquier causa. Se ofrecía a San Antonio y a las Santas Misas; consultaba a Santa Teresa de Jesús cuando compraba una vela para San Mateo pues al final todo este periplo, su vida consistía en pedir y pedir para un futuro que apenas llegaba, tan solo para un respiro de ilusión en la dádiva. Gastaba su dinero con adivinadoras y pitonísas para saber de algún interesado y los calcetines cada mañana, se los ponía del revés en los días impares que coincidían con las fases de la Luna. Pero, poco a poco su cuenta bancaria fué menguando de forma alarmante hasta quedar con la nada mas absoluta. Se vió en la calle con dos maletas cargadas de sueños rotos; sedienta de una esperanza y una realidad más aun cruel por la soledad...

    Su adivino se compró un Mercedes descapotable. La congregación del buén espíritu de Teresa tenía ropa de marca y a los Santos de las iglesias les lucían en las manos abalorios que ella les ofrecía...El negocio de las dádivas iba cada vez a más y más pero ella cada vez a menos. Pedía limosna por las calles y lloraba en soledad cuando dormía en los portales de las casas; nada podía hacer en su indigencia mas que llorar.

    Iba a misa para perdir y de misa la enviaban a otro sitio donde no la escuchaban. Iba a los videntes y ta sólo le daban bendiciones en lugar de dinero. Herraba por las calles desoladas de todo aquel que diera una limosna al pobre hasta que un día, la encontraron en un parque. Parecía dormida y estaba muerta...El forense la desnudó con una desnudez llena de colgantes, amuletos, pulseras y símbolos inertes que la llevaron a la muerte.

    ...mientras el negocio de las dádivas resplandecía y los curas ofrecían misas según cuán sentidas eran en lo metálico y los adivinos, se apiadaban del mejor donativo monetario...

    Ella fué la noticia de un día en el diario provincial y desde entonces, nadie habló de ella.

    Conocer la necesidad hasta que uno se queda sin nada es conocer el engaño de su propia mentira hasta que se da cuenta de la realidad de las cosas quizá demasiado tarde.

    No tenía dineros ni techo donde dormir. Preguntaba por el futuro sin esperar el presente que venía cargado de la nada...

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  9. Muy bueno. Gracias por pasarte^^
    saludos

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  10. Me imagino al pobre Armando con los mocos colgando, respirando fatal y puesto de patitas en la calle...
    Me acordé de una vez, tenía yo 22 años, y fui a una "turca" para que me lea la borra del café...
    Jajaja! Es una historia que, ahora que la trajiste a mi memoria, la contaré.
    Geniales tus letritas, como siempre.
    Un abrazo

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