Esta niña maravillosa me la encontré en Polonia. Estaba jugando con este pajarito en uno de los numerosos jardines que atraviesan Varsovia de norte a sur.
Me quedé embobado al ver como ella, tan solo extendiendo su manita, conseguía que ese herrerillo se posará en su mano. Yo creo que todos hemos deseado alguna vez tener esa cualidad, la de ser capaces de coger pájaros con las manos.
Lo que suele ocurrir, en muchos casos, es que cuando tienes el animalito en las manos te cuestionas muchas cosas.
¿Qué hago ahora con el pájaro? ¿Seré capaz de cuidarlo? ¿Se morirá en la jaula?
¿Merece la pena privarlo de su libertad?
He recordado viendo la foto el antiguo dicho de "Más vale pájaro en mano que ciento volando", y la verdad, no me queda nada clara la respuesta.
Quizás sea que en la vida, tanto los pájaros como las respuestas, hay momentos en los que no las necesitamos, y por ello no les damos importancia.Sin embargo, cuando realmente las necesitas no aparecen.
Cuando tenemos algo nos aburrimos, cuando no lo tenemos lo anhelamos. Posiblemente lo mejor es saber que las cosas están ahí al alcance de nuestra mano.
Como esta niña que cada tarde viene a disfrutar de su pájaro en libertad.
Tenerlo en su jaula, ya no sería lo mismo...
Tu disertacion es tan verdadera jose, muchas veces tenemos en nuestras manos algo tan simple y tan hermoso como la vida misma y nos quedamos ahi esperando a saber que hacer con ella, casi siempre terminamos metiendola en una jaula. eres lo maximo amigo, lo maximo.
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