Merece la pena colocar algunas foticos más de Casablanca, ciudad de la diversidad y de los cláxones. Del gentío y el bullicio. De debates abiertos en canal, entre tradición y modernidad, entre el yugo de la religión y la libertad confesional. Toda esta realidad, llamada Casablanca, te golpea la mente y la conciencia, aliviando únicamente el paradigma (qué bonitas palabras griegas nos regala nuestro idioma) con incomparables dulces árabes y té magrebí.
Es recomendable sentarse en una terraza frente a la Medina y dejar volar nuestra mente viendo la gente pasar, aunque cuesta trabajo relajarse sabiendo que, un poco más al sur, en el Sáhara, se están dando mandanga sin lástima ninguna.
Maroc is not typical.
U r not typical either, José
ResponderEliminar