Hoy he realizado un viaje al lado más oscuro de los hombres. A nuestra parte más siniestra y despiadada. A ese punto en el que, a los humanos, nos desaparece el lado racional, y nos enfrentamos -como si nos arrojaran encima un jarro de agua fría- con nuestro lado más irracional. Dos de esos agujeros negros que padeció la humanidad, entre muchos otros, desafortunadamente, fueron los Campos de Exterminio de Auschwitz y Birkenau, que he visitado esta mañana con la finalidad de reflexionar, fortalecer mi respeto al diferente y, desde el conocimiento de lo ocurrido, sumar mi humilde voz al grito de: ¡Nunca más!
Hoy estamos viviendo momentos donde se vuelve a fomentar, desde ciertos sectores políticos, la intolerancia y la intransigencia. Las masas, desde el miedo, son más fáciles de manejar. Las crisis económicas, desgraciadamente, traen consigo aparejadas grandes crisis de valores.
En ellas, los más débiles, siempre se llevan la peor parte. Por otro lado, hay que inventarse a un "cabeza de turco", y estos, cuanto más desprotegidos e indefensos sean, mucho mejor.
Los elegidos siempre serán los mismos: los extranjeros, los que profesan otras religiones, los que tienen otro color de piel, los que están en las prisiones, los homosexuales, las prostitutas, los indigentes, los deficientes mentales, y así todo un catálogo de indeseables para su "sociedad limpia y justa".
Como no acallemos, con determinación, esas despiadadas voces a tiempo, todos esos grupos sociales, nuevamente, serán arrastrados, como mínimo, hacia la marginalidad. En los últimos años, todos volvemos a escuchar sus gritos de amenazas y sus discursos de intransigencia. Los tienen, nos tienen, otra vez, en su punto de mira.
Como no acallemos, con determinación, esas despiadadas voces a tiempo, todos esos grupos sociales, nuevamente, serán arrastrados, como mínimo, hacia la marginalidad. En los últimos años, todos volvemos a escuchar sus gritos de amenazas y sus discursos de intransigencia. Los tienen, nos tienen, otra vez, en su punto de mira.
Mi experiencia en la visita a estos campos ha sido dura. Me ha costado un gran esfuerzo no ponerme a llorar como un niño, y ahora que escribo esto, y recuerdo todo lo que he visto, me han contado, y posteriormente he leído, lamentó, sobremanera, no haberlo hecho.
Sus zapatos, sus maletas, sus ropas, sus gafas, sus cabellos, sus enseres de cocina, sus fotos, sus literas, sus barracones, sus letrinas. Esas electrificadas alambradas, las horcas, los paredones donde los fusilaban, las celdas de castigo, las salas de torturas, las cámaras de gas donde los rociaban con Cyclón B, los hornos crematorios y, por último, su libertad, para siempre, convertidos en cenizas, que los muy hijosdeputa utilizaban como fertilizante. Quizás, lo menos doloroso de todo lo que sufrieron en estos campos de concentración fuese la muerte.
Solamente en estos dos campos exterminaron a un millón y medio de personas, principalmente judíos, polacos, y rusos.
He elegido tan sólo dos imagen para ilustrar tanto horror: la escalera que daba acceso al crematorio número 2 de Birkenau (Auschwitz II), y una vitrina del museo donde se amontan miles de maletas, con los nombres y direcciones de sus dueños, los cuales, soñaban, algún día, volver a recuperar para regresar a sus casas.
Que nunca más vuelva a repetirse algo así.
El fascismo, y el resto de extremismos, traen, tan sólo, odio y muerte. No les demos cabida en nuestra sociedad. Son basura.
Hay jose la verdad es que no solo el facismo, nacismo o llamense como se llaman deben provocar un profundo pero sonoro NO MAS, por que la verdad es que la intolerancia rompe con cualquiera de estos esquemas y mata a mas personas que todos los campos de concentracion, la historia no enseña con estos lugares que no son el espacio sino la inconciencia humana la que ya esta matando gente antes de morir.
ResponderEliminarcomo dices tu "PARA QUE NUNCA SE REPITA EN EL MUNDO UNA MASACRE TAN BRUTAL COMO LA OCURRIDA EN ALEMANIA"
Jose, es muy triste pensar que seres humanos pasaron por tanto dolor. La historia nos relata cosas tan mostrosas como estas, pero si analizamos los tiempos que que estamos viviendo se sigue comentiendo muchas injusticias. Las clases de poderes hacen al hombre que sea un esclavo de si mismo y eso los llevan a cometer muchas atrocidades. Todavia en estos tiempo se siguen dando decriminación, y quienes más lo sufren son los menos afortunados, aquellos que no tienen ni vos y voto los que son visitos como marginales de la sociedad. La intolerancia la falta de hunanidad, los que solo piensan en su binestar. El narcismo se sigue dando hasta que no se cambien de mentalidad, hasta que no se de un cambio de actitud se seguira cometiendo los mismos erroes del pasado que dejaron tanto horror y tantas ilusuines muertas por esos seres despiadados que no tenían ni el más minimo sentimiento hacia tanta gente inocente.....
ResponderEliminarsigo en lo dicho, toooodo inicia en casa, como padres, hijos, etc tenemos que formarnos valores firmes que no se diluyan con el tiempo, la ignorancia es la que nos hace cometer muchos errores por que no vamos a ver con ideas claras y presisas las diferentes perspectivas al tomar decisiones, tenemos que, llenarnos de calor humano, empatizar con el mundo, y dejar de ser ogoistas para poder tratar de entender a los demas, hay que ser tolerantes y respetuosos, y sobre todo alzar la voz para decir no a las injusticias...
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