Distinguidos Señores de la Troika:
Quiero informarles de que España ha superado el mes de Marzo. Sí, han leído bien, aún estamos vivos. Bueno, la mitad sí y la otra no tanto. Ya hemos paseado a los santos como era menester, hemos sacado a la legión -como manda la tradición nacionalcatólica-, hemos ganado a Francia en Paris y le hemos dado vaselina a Finlandia, que siempre anda un poco cabreada con los del sur, para que se apacigüe un poco.
Somos buena gente -no tengan dudas de eso- lo que ocurre es que nos gobiernan unos señores con mucha familia y por eso tienen muchos huecos que tapar y, a pesar de que a alguno de ellos le ha tocado la lotería en varias ocasiones, la cosa no les da para todo y se han tomado prestado algún dinerillo. Calderilla... no se preocupen por eso más de la cuenta.
Es cierto, y en eso llevan ustedes toda la razón, que nos hemos pasado tres pueblos haciendo autopistas, aeropuertos, trenes de altísima velocidad y museos megalómanos que nadie visita. Pero lo hicimos por y para ustedes. Sí, sí, no se rían, lo hicimos para que cuando vinieran ustedes de vacaciones no les falte de nada y se muevan de norte a sur con toda rapidez y comodidad. Sabemos que su tiempo es oro y nuestro afán siempre fue tratarles como a reyes.
Por cierto, los de nuestros "reyes" tampoco lo tengan en cuenta. Son muchos años de regencia y el mejor maestro echa un borrón o mata a un elefante. Lo que sí es más grave es lo de su yerno, el del balonmano. Todo lo que tiene de grande lo tiene de fresco. Pero nuestros jueces ya han tomado cartas y "correos" en el asunto.
Señores y señoras de la Troika: como ustedes sabrán mejor que yo, nuestro presidente no es un lumbrera. No domina los gestos como el nuevo papa Francisco. No tiene la dialéctica de Felipe González. Ni organiza saraos como Berlusconi. Ni su mujer canta como la Bruni. Es un tío majo que habla un poco raro y es presidente del gobierno porque a sus contrincantes en la carrera presidencial ya se le notaban los juicios pendientes en los andares y le tocó a él como le podría haber tocado a un ujier engominao ultracatólico y con once hijos que pasara por allí.
Por todo lo anteriormente expuesto y en nombre de todos mis conciudadanos quisiera pedirles que nos flexibilicen los pagos de la deuda y nos aflojen un poco la soga, no vaya a pasar como con el chiste del gitano, que después de llevar un mes sin darle de comer al burro, este se le murió y dijo:
-¡Qué pena, quillo, ahora que se había acostumbrado el rucio a no comer va y se muere!. (No sé como se entenderá el chiste traducido al alemán pero le ruego al traductor que le ponga empeño e intente no distorsionar el profundo sentido de la metáfora).(...)
Troikas y troikos: Ahora que les hemos visto las orejas al lobo vamos a ser buenos. Como los hombres de negro nos van a pasar auditorías cada tres meses y estamos conteniendo a ultranza el gasto público de manera impúdica, dennos un poco más de plazo y un poco más de pasta. De ese modo, comprobarán como les pagamos sus letras, les compramos más coches, más frigoríficos y hasta cambiamos el vino fino por el "riesling".
Esperando que tengan a bien esta solicitud.
Suyo efectísimo.
Un contribuyente español.