domingo, 27 de diciembre de 2015

El hombre con suerte


Ana María se ha dormido escuchando a los Rollings Stones. No sé si eso será muy propio de la ortodoxia navideña pero a ella le ha ido genial. Pese a las fechas que estamos, el día está soleado, con un ligero dorado, tirando a rubio. Yo he aprovechado su descanso para inventarme unas pochas con magret de pato y unas judías verdes que ya tenía cocidas, una receta tanto fruto de mi imaginación como de mi aprensión a los libros de cocina.
La olla bulle, mientras les escribo y velo a Ana María. Los huecos temporales ahora adquieren más relleno, más densidad, un sentido mucho más utilitario. Y se agradecen. 
Mientras el pato y las pochas dirimen sus discrepancias, a fuego lento, otro año llega a su fin. Todo tiene un principio y un fin. Y yo velo y cocino, a fuego lento, haciendo un repaso mental al año que ahora termina. 
El pato ha terminado en mi olla. Las judias verdes, que deambulaban por el frigorífico hace varios días, han terminado maridando un guiso de pochas. Y yo he terminado criando de nuevo.
Hago balance. Sumo y resto. Errores y aciertos. Sonrisas y lágrimas. Idas y venidas. Nuevas fronteras. Nuevos sueños. Nuevos retos. 
Una collalba negra me mira desde lo alto de la valla que separa mi casa del resto del mundo. La ardilla hace semanas que ya no hace equilibrios por ahí, y tal vez esté invernando en el hueco de algún pino carrasco. Las tórtolas siguen emparejadas. Los abejarucos ya se marcharon a África. Los perros del vecino ladran para hacer acto de presencia en este relato. Por mi mente pulula la reunión general del próximo día treinta. Transita, sin control, el imaginario devenir del año próximo. De nuevos guisos inventados. De nuevos destinos. De gobiernos por descubrir.
Ana María ya se mueve y lloriquea pidiendo atención. El guiso ya huele a hecho. El año ya se termina. Todo acaba para comenzar de nuevo. Gracias a la vida y a todos los dioses que la manejan. Como decía mi madre, que ya no está entre nosotros, soy un hombre con suerte. Por lo visto, con mucha suerte...

4 comentarios:

  1. No hay duda que eres suertudo...Te la ganaste con actitud!!

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    1. Muchas gracias, Ceci. Trabajar con empatía y guisar con alegría..Un abrazo

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  2. Un ir y venir, un balance bien hecho, como el ritmo de sus letras. Un gusto pasar a leerle.

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    1. Muchas gracias, Anónimo, gracias por regalarme su comentario. Saludos

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