Escribo en este blog terapéutico, desde hace no sé cuántos años, para redimir mi condena. Con cada nueva entrada expío mis faltas, y mis errores, y mis debilidades, en una búsqueda incansable del perdón. Intento redimirme con el mundo mediante la trasmisión de la fe humanista en un mundo deshumanizado. Lucho por propagar el valor de la autenticidad en una sociedad dominada por la apariencia. Abogo por la cultura como único cimiento de nuestro futuro. Y, por todas esas luchas intestinas que abandero, mi hígado se inflama y mi colon se irrita para beneficio y regocijo de las celulosas.
Y, entre tanto, espero nervioso a que llegue el jueves. Este jueves primero de octubre, cambiará de nuevo mi vida. De hecho, la vida, nuestra vida, siempre está a punto de cambiar inclusive cuando no somos conscientes de ello. Este próximo jueves, llega, por fin, Ana María.
Veinte años después, nuevamente, seré el hombre más feliz del mundo.
Pese a todo, la vida me sigue queriendo. Parece mentira, pero la madre naturaleza, en un acto supremo de generosidad, me regala más vida.
Felicitaciones :), es una gran noticia de felicidad.
ResponderEliminarFelicidadessss!!!! Disfruta mucho mucho de ese día.Un abrazo fuerte fuerte.
ResponderEliminarMuchas felicidades, qué niña más afortunada que llega al mundo con un cuento escrito especialmente para ella.
ResponderEliminarBuenos textos, tal vez con algo de ironía pero siempre una nota de alegría también.
Saludos.