Mientras dibujo esta zanahoria, escucho a The Culture Club. Aunque no entiendo ni papa de inglés juraría que significa el Club de la Cultura, o algo así. Yo siempre pretendí convertir este blog en un club de culturetas, pero a lo más que he llegado es a crear un nuevo, y ateo, muro de las lamentaciones.
Las mías, claro.
Cada uno es como es, y yo soy así: excéntrico para mis ideas, y anárquico para mis métodos.
Todavía desconozco el motivo que me ha llevado, esta mañana, a dibujar esta jugosa zanahoria; como desconozco los motivos que me han llevado a realizar tantas y tantas cosas en la vida cuando a lo único que yo aspiraba era a ser Agente Forestal. Una cosa es a lo que uno aspira y otra cosa, bien distinta, es lo que, en ocasiones, acaba siendo.
Últimamente, lo primero que hago al levantarme es prepararme, con mi vieja licuadora, un zumo de salud que no se lo salta un podenco. Le pongo zanahoria, apio, manzana, y un toque de limón. Tras bebérmelo, dejo a Popeye, y a su primo Pau Gasol, en mantillas.
Murakami me sigue retorciendo el pescuezo a diario para demostrarme lo mucho que aún me queda por aprender. Que mi maestro japonés use champú de Wella -después de lo del fraude de la Volkswagen- me ha trastocado un poco; lo mismo que su obsesión por desayunar en Dunkis Donuts. Le desaconsejo tanto lo uno como lo otro, pero él, ni caso. Yo uso champú de Tahe -que es producto nacional- y, después del zumo de zanahoria, tomo un café con leche bien caliente, endulzado con miel de azahar, y un pastelillo murciano de cabello de ángel.
Estas delicatessen de mi tierra, por desgracia, aún nos las conocen por Japón. El pastelillo de cabello de ángel tiene la propiedad de hacerte levitar tras cada ingesta. Lo que me he preguntado, a este respecto, en más de una ocasión, son todas estas cuestiones: ¿Adónde quedará la peluquería en la que le cortan el cabello a los ángeles? ¿Lo harán con cita previa? Y qué champú emplearán: ¿Será de Wella o de Tahe? Porque, lo que es en ese detalle, Murakami y yo, no encontramos la forma de ponernos de acuerdo.
Muchas gracias por tu amable presencia.
ResponderEliminarMuy agradable llegar hasta aquí y leerte.
Un placer quedarme.
Muchas felicidades
Un abrazo
Hasta ahora no había dado importancia a tus dibujos. Se ve que tienes buena mano. Cuando averigües dónde cortan el pelo a los ángeles, dímelo.
ResponderEliminarBuena semana.
excéntrico? PUES A MI ME GUSTA lo que haces y como cambies a tarambanas veras eh veras...The culture Club...mmm bueno cuestión de gustos aunque en sus tiempos molaban...
ResponderEliminarBesos
Seguramente los Ángeles no lleven ni cabello , ni alas , ni esa diadema con la que les suelen poner, ahora....., yo sí que me metía entre pecho y espalda esos dulces de cabello de ángel .
ResponderEliminarTendrás que mandarle unos cuantos a tu amigo nipón
jajajaja hoy no se que comentarte me has hecho reir tanto! jajajaja tus dibujos siempre los vi tan raros lo menos que pense es que tu los haces ... y la peluqueria donde le cortan a los angeles te queda muy lejos! esta en Boca del rio,Veracruz,Mexico. aca te espero!
ResponderEliminarJajaja, menudos desayunos te pegas, después de ese zumo de vida que le llamas. No te lleva el viento, no.... No sabe lo que se pierde Murakami con tus desayunos y con tu buen champú,.....salu2..
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