Estuve de trabajo en París. Lo mío es inaudito. Que arrogancía.. un comercial que vende cosméticos murcianos ir a París a vender cosméticos. Es como si los pájaros les dispararan a las escopetas. Fuí con mi compañero Sylvain que es un parisino muy majo. Me mostró un París distinto, cotidiano, muy alejado de los estereotipos que consumen los turistas.
Monté en el TGV, que es un tren que vuela bajo. Pasé mucho frío, pero fue una experiencia muy positiva.
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